Han pasado dos años desde que la pandemia de COVID-19 nos envió a trabajar en casa y provocó que la Iglesia suspendiera temporalmente todas sus reuniones presenciales.
La tragedia, las dificultades, los inconvenientes y las pruebas fueron el resultado de la propagación mundial del virus. No obstante, en medio de tantos cambios y experiencias lamentables, los Santos de los Últimos Días han podido rescatar lo positivo.
En especial, con respecto a cómo han influido los cambios que realizó la Iglesia debido al COVID en la forma en que adoramos, servimos o vivimos como Santo de los Últimos Días.
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Estas son las respuestas de algunos miembros de la Iglesia:
“Soy un profesional médico y, como tal, tengo que trabajar un domingo sí, un domingo no. Por ello, con frecuencia, no puedo participar de la Santa Cena, como pueden suponer. Así que fue de gran ayuda para mí, tener la posibilidad de participar de los servicios dominicales de la iglesia por Zoom, al menos un tiempo, ya que pude escuchar las reuniones mientras trabajaba”. — Mary Barrett
“Una de las grandes bendiciones debido a los cambios que hizo la Iglesia debido al COVID fue que mi esposo, que no es miembro, comenzara a ver la reunión sacramental conmigo y, desde entonces, empezó a acompañarme en persona a la Iglesia algunas veces”. — SarahHatchPollard
“Somos una Iglesia de revelación. Muchos de nuestros ‘cambios se establecieron o comenzaron a dar frutos mucho antes del COVID.
Durante décadas se nos advirtió que debíamos estar preparados física y espiritualmente. No obstante, la idea de una adoración centrada en el hogar y apoyada por la Iglesia adquirió un significado nuevo y mayor.
‘Ven, sígueme’ se convirtió en una bendición increíble, especialmente cuando los amigos de otras religiones no sabían cómo adorar cuando sus iglesias estaban cerradas.
Aunque teníamos muchas preocupaciones, nuestra fe en el Señor, en sus líderes y en los programas de la Iglesia continuó y se adaptó muy fácilmente.
La mano del Señor estuvo con nosotros y aún lo está”. — Shelly Hale
“Los cambios que realizó la Iglesia fortalecieron el estudio de las Escrituras de nuestra familia.
Asimismo, nos trajo mayor paz al sentir que realmente teníamos todo lo que necesitábamos en nuestra familia, las Escrituras y el Espíritu Santo.
Nos hizo sentirnos agradecidos de tener un profeta y estar menos apegados a las cosas materiales”. — Mariamne
¿Cómo te beneficiaron a ti los cambios que la Iglesia anunció debido al COVID?
Fuente: LDS Living