Es común que después de regresar de la misión, inicies una nueva etapa en tu vida: Encontrar una compañera para el tan ansiado matrimonio por esta vida y por la eternidad.
Sin embargo, como en toda nueva etapa, es común que cometas errores. Por eso, hemos enumerado algunos de los errores más usuales en este proceso:
1. Ser “solo” un digno poseedor del sacerdocio no es suficiente
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¿Quién no ha escuchado a las jóvenes decir que lo único que buscan es “un digno poseedor del sacerdocio”?
Aunque la mayoría de las jóvenes fieles de la Iglesia realmente tienen el deseo de conocer a alguien con el potencial de ofrecer un matrimonio en el templo, “ser un digno poseedor del sacerdocio” no es suficiente para lograr que las jóvenes tengan un interés romántico en ti.
Esto se debe a que hay una serie de factores que determinan el nivel de atracción que alguien sentirá por ti o viceversa, de los cuáles hablaremos más adelante.
Así que, elimina de tu mente la idea de que solo ser un “buen miembro” de la Iglesia te traerá los resultados que buscas.
En la Iglesia existen muchos jóvenes excelentes que se esfuerzan cada día por vivir fielmente los valores en los que creen, por lo que encontrar miembros fieles no es un desafío. El verdadero desafío es comprender lo que realmente busca el sexo opuesto y, luego, esforzarse por convertirse en eso.
Sigue esforzándote para seguir siendo un digno poseedor del sacerdocio. Pero, debes estar dispuesto a hacer cambios en tu vida y perspectiva para no ser solo otro “digno poseedor del sacerdocio” de la Iglesia.
2. Intentar usar la misión para impresionar
De hecho, servir en una misión le da a todo joven experiencias que, cuando se usan adecuadamente, pueden moldear de manera positiva su personalidad y facilitar el éxito en su vida sentimental futura.
Sin embargo, un error que comúnmente los jóvenes cometen es pensar que las chicas quedarán impresionadas con sus experiencias misionales y que esto, de alguna manera, tendrá un impacto positivo en el nivel de atracción que las chicas sentirán por ellos.
Esa idea no podría estar más lejos de la verdad. De hecho, tratar de “impresionar” a las jóvenes con la cantidad de bautismos de tu misión, las posiciones de liderazgo que tuviste, tus experiencias espirituales, etc., probablemente producirán exactamente el efecto contrario.
Esto se debe a que el impacto de una misión honorable en la personalidad de un joven es tan evidente que hace innecesario el uso de palabras y relatos de sus experiencias espirituales.
No importa lo maravillosas que hayan sido tus experiencias, el impacto que tuvieron en ti, nunca se reproducirá en las personas que las escuchen. Trata de demostrar el éxito de tu vida misional con tus acciones y, luego, las palabras no serán necesarias.
3. Pensar que deberías gustarles a las chicas “tal y como eres”
Entre todas las filosofías vanas del mundo actual, la idea de que en una relación o cortejo, la otra persona “debería aceptarte tal y como eres”, en mi opinión, es una de las perspectivas más destructivas que puede existir en una relación.
Por supuesto, es deber de cada miembro de la Iglesia ACEPTAR y AMAR a su prójimo a pesar de sus debilidades e imperfecciones. El problema es que, a menudo, algunos utilizan esa idea como justificación para no asumir la responsabilidad de mejorar su vida, apariencia y personalidad, que son factores muy importantes para lograr y mantener una relación con éxito.
Hemos desarrollado en nuestras vidas una serie de hábitos e imperfecciones que ¡SÍ! necesitan ser cambiados.
Cambiar quiénes somos es uno de los principales propósitos de la vida terrenal. Cuando busquemos una pareja, debemos ser lo que queremos atraer, lo que incluye el desarrollo de buenos atributos, valores y el deseo de mantener una buena apariencia física.
4. Convertirte en lo que toda chica espera de un joven
Si eres un joven soltero y sientes que no tienes éxito con las chicas, probablemente te has preguntado por qué, por lo general, parece que las chicas quieren una cosa mientras que en la práctica, en algunos casos, responden emocionalmente a otra.
Es posible que también te hayas preguntado por qué tienes dificultades para encontrar a tu “otra mitad” a pesar de que te esfuerzas por ser un “joven bueno y fiel”.
El problema común entre los hombres, tanto dentro como fuera de la iglesia, radica en la idea errónea que tienen sobre cómo funciona el proceso de atracción y la falta de comprensión de la forma de pensar de las mujeres en general.
No me malinterpretes. No pretendo entender cómo piensan las mujeres y, para ser sincero, ni siquiera creo que ellas mismas entiendan algunos de sus sentimientos.
El hecho es que los hombres son impulsados por la razón y las mujeres, por la emoción.
Aquí, la ecuación se vuelve simple cuando comprendes que tu lógica no traerá respuestas reales a tus preguntas. Las mujeres se sienten atraídas por la confianza. Se sienten atraídas por la sensación de seguridad y la fuerza de carácter que algunos hombres pueden transmitir de manera natural, mientras que otros tienen muchas dificultades al respecto.
Los hombres que confían en sí mismos nunca ponen a las chicas en un pedestal o se sienten indignos de su compañía. Los jóvenes que tienen una misión clara en la vida, estudian, trabajan y viven con un propósito, tienden a ser más atractivos porque toda mujer desea encontrar tales cualidades en un hombre.
Las mujeres no buscan enseñarles a los chicos a ser hombres. Ellas quieren que ya tengas esas características. Por lo tanto, la búsqueda constante del desarrollo personal probablemente eliminará la necesidad de una búsqueda constante de una relación.
Los hombres enfocados y que toman control de sus vidas pasan muy poco tiempo buscando una relación, porque por lo general se convierten en lo que las chicas buscan consciente o inconscientemente.
5. No existe una meta con plazo fijo para el matrimonio
En mi última entrevista en la misión, mi sabio presidente de misión me preguntó cuáles eran mis objetivos para mi próxima misión. Una de las cosas que tenía en mente era el objetivo personal de casarme dentro de los 18 meses posteriores.
Mi presidente me escuchó atentamente y luego dijo: “Élder, no existe una meta con un plazo específico para el matrimonio”.
Al principio, su respuesta me confundió, pero después de escucharla me di cuenta de que estaba en lo correcto.
Encontrar la pareja correcta es un proceso que puede llevar días, meses o años.
Prepararte para un matrimonio en el templo también requiere tiempo y preparación.
Una meta con un plazo específico para casarte, en muchos casos, puede llevarte a una decisión incorrecta, simplemente por cumplir con una fecha preestablecida, cosa que no tiene ningún sentido.
Al encontrar una pareja con el potencial para compartir la vida y la eternidad juntos, todo joven debe tener en cuenta que la preparación para tal vida puede variar de persona a persona.
Algunas parejas salen en citas semanas o meses y, luego, se casan. Otros, pueden tardar más tiempo y, luego, descubrir que no eran compatibles como lo pensaban al principio. Casarte debe ser algo natural y no un elemento que debe tacharse en una lista de verificación.
Conclusión
Al compartir estas perspectivas, de hombre a hombre, mi deseo es que tengas el éxito que buscas en la relación que deseas, a través de una mejor comprensión de lo que eres actualmente, lo que quieres ser y cómo lograrlo.
El éxito en la búsqueda de una pareja y una vida para dos comienza aquí y ahora, en una vida “de uno”.
Esta es una traducción del artículo que fue escrito originalmente por Luiz Botelho y fue publicado en maisfe.org con el título “5 Coisas Que todo Ex-Missionário Deve Entender Sobre Namoro Após a Missão”.