Antes que nada, tenemos mucho respeto por los cristianos de todo el mundo. Aunque algunas creencias mormonas podrían contradecir las tuyas, todavía nos llamamos orgullosamente cristianos y nos regocijamos grandemente contigo del poder expiatorio del Señor y Salvador, Jesucristo. Si existe algo en lo que todos coincidimos es que Jesús es el hombre.
Ahora, si no eres mormón y estás leyendo esto, es probable que por lo menos estés relacionado con algunas de nuestras creencias mormonas. No importa de dónde hayas escuchado de nosotros, algunas creencias mormonas quizá te parezcan muy extrañas.
A continuación, mencionaré algunas creencias mormonas con las que algunos cristianos se tropiezan innecesariamente porque para ser franco, probablemente creas en algo similar.
1. Escrituras además de la Biblia
Si la existencia de escrituras fuera de la Santa Biblia levanta ciertas banderas rojas en tu mente, está totalmente bien. Si alguien se me acercara diciendo que tiene una escritura sagrada además de la que ya creo, tendría preguntas. Pero, nunca se ha afirmado que la Biblia sea la única palabra de Dios (Apocalipsis 22: 18-19). De hecho, la misma existencia de la Biblia es la evidencia de miles de años de la palabra continua de Dios. La posibilidad de más escrituras que la Biblia debe ser totalmente viable, así como lo fue para Adán, Moisés, Pablo, etc.
De hecho, existe más de una docena de referencias en la Biblia para las escrituras que nunca llegaron al texto de la Biblia (nosotros, los mormones tampoco afirmamos tenerlas, quien sabe qué les haya pasado). Por ejemplo, 1 Crónicas 29: 29 menciona TRES libros en un versículo que no tenemos: “el libro del vidente Samuel,” “el libro del profeta Natán” y “el libro del vidente Gad.”
El hecho de que Dios habló a un solo grupo de personas (el antiguo Israel) por medio de profetas y en persona, no significa que haya dejado que el resto del mundo se secara. El Libro de Mormón es evidencia de que Dios cuida a todos sus hijos, sin importar su ubicación. Por supuesto, no espero que confíes en nuestra palabra sino que lo leas y decidas por ti mismo.
2. Profetas modernos
Según las creencias mormonas sobre las escrituras, también creemos que Dios no ha parado de llamar profetas para enseñar el evangelio y dirigir la iglesia. Tan difícil como sea creer en los profetas que viven en nuestros días y siglo, como siempre ha sido a lo largo de la historia, este ha sido un patrón de Dios desde el inicio, comenzando con Adán. Creemos en la admonición de Amós que, “Porque no hará nada Jehová el Señor sin que revele su secreto a sus siervos los profetas.” (Amós 3:7)
Muchas religiones bien intencionadas afirman que Jesucristo fue el último profeta viviente en la tierra, aunque las escrituras parecen complicar esa idea: Hechos 13:1, 15:32,21:10; 1 Corintios 12:28 y Efesios 3: 5, por mencionar algunas.
Nuestra creencia en profetas hoy podría parecer muy extraña para aquellos fuera de nuestra fe, pero en el contexto de cristiandad, esta doctrina realmente debe ser muy familiar. Creemos que el profeta actual es Russell M. Nelson, pero, otra vez, no confíes en mi palabra, compruébalo por ti mismo.
3. Dios usa objetos inanimados
José Smith, a quien consideramos un profeta como Moisés, Abraham, Isaías, Pedro, etc., utilizó lo que llamamos “piedras videntes” para traducir el Libro de Mormón de una lengua antigua al inglés. José tuvo algunas piedras videntes diferentes, una o dos todavía existen. Seré el primero en admitirlo, suena raro. Pero, sabemos de la tendencia de Dios de utilizar objetos inanimados para llevar a cabo sus propósitos a lo largo de la historia del mundo.
Moisés utilizó una vara para hacer algunas cosas muy locas. También, salvó a los israelitas de “serpientes ardientes” al hacer que miraran una serpiente de bronce que estaba sobre un asta. Pablo utilizó “pañuelos o delantales” para curar a las personas y expulsar demonios. Cristo puso lodo sobre los ojos de un hombre para curarle la ceguera. Si creemos estas cosas, no debería ser tan descabellado creer que José Smith tradujo un libro antiguo por medio de una piedra vidente.
De hecho, los antiguos israelitas frecuentemente utilizaban dos piedras videntes llamadas “urim y tumin,” que los expertos creen que son dos palos o piedras, quizá, piedras preciosas, que Dios utilizó de una manera milagrosa para revelar Su voluntad.”
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Y, por supuesto, la vara de Moisés no era poderosa, así como no había nada intrínsecamente poderoso en el barro que utilizó Cristo o las piedras que utilizaron los israelitas y José Smith. Estos objetos solo llegaron a ser relevantes por medio del poder de Dios.
4. Mandamientos confusos
Probablemente ya sepas que los mormones nos abstenemos de bebidas aparentemente intrascendentes como el café y el té. Si nos preguntas qué es lo que vuelve al café y té en “inbebibles” ante los ojos de Dios, probablemente no podamos darte una gran respuesta.
Al final del día, regresamos al punto dos sobre los profetas modernos. No tomamos café ni té porque creemos que fue parte de un mandamiento que llamamos “la palabra de sabiduría”, que se reveló a un profeta moderno. Algunas personas lo llaman obediencia ciega, nosotros lo llamamos obediencia fiel.
Este concepto debe ser familiar para los cristianos de todo el mundo. Por ejemplo, cuando un hombre llamado Naamán se acercó al profeta Eliseo con la esperanza de que lo curara de la lepra, en el antiguo testamento, Eliseo le dijo que se lavara siete veces en el Río Jordán. Naamán estaba confundido. El Jordán no era tan limpio como los otros ríos de la región y no podía entender por qué el profeta le pedía que se bañará ahí siete veces. Estaba furioso pero finalmente, lo hizo y fue curado. ¿Por qué los israelitas tuvieron que marchar alrededor de Jericó una cantidad específica de veces antes de que los muros cayeran? ¿Por qué Dios le daría el mandamiento a Abraham de sacrificar a Isaac (ese fue un llamado cercano)?
El punto es, si subestimamos las creencias mormonas o de otra religión, porque algunas parecen no tener sentido, podríamos estar cometiendo un error. A veces, no comprendemos completamente los mandamientos en el momento que se nos pide obedecerlos y está bien.
5. Adoración en el templo
Para los que no son mormones, les podría parecer que existe mucho misterio rodeando los templos mormones. Consideramos que los templos son los lugares más sagrados sobre la tierra y por eso, no hablamos públicamente sobre algunas cosas que suceden en su interior. Eso podría sorprender a algunos, pero debes estar seguro de que ahí no hacemos la conga ni sacrificamos cabras ni nada por el estilo.
Nuestra adoración en el templo tampoco debe ser una sorpresa. La adoración en el templo de una u otra manera ha sido un elemento de los creyentes desde el inicio. Los israelitas construyeron un templo portátil para adorar. Salomón construyó un templo más permanente… hasta que los babilonios lo destruyeron. El rey Herodes construyó otro templo en su lugar, aunque para el tiempo de Cristo su carácter sagrado había disminuido en gran medida, de ahí la historia de que Cristo causó un gran escándalo entre los cambistas.
De manera similar, los templos mormones son lugares de refugio espiritual, meditación y prácticas sagradas con raíces en el mundo antiguo (como el bautismo). Aunque la Biblia no menciona qué pasaba en los templos con mucho detalle (otra vez, son asuntos sagrados), la idea de adoración en el templo no debe parecer tan extraña para nuestros amigos cristianos.
Nuestro artículo de fe n° 11
Los miembros de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días tienen 13 artículos de fe, que son descripciones básicas de algunas creencias mormonas fundamentales. El número once dice:
Reclamamos el derecho de adorar a Dios Todopoderoso conforme a los dictados de nuestra propia conciencia, y concedemos a todos los hombres el mismo privilegio: que adoren cómo, dónde o lo que deseen.
En los últimos minutos te has familiarizado más con las creencias mormonas, pero si no estás totalmente de acuerdo con nuestra doctrina, ¡no te preocupes! Eso no te hace una mala persona y con suerte, ante tus ojos nuestras creencias mormonas tampoco nos hacen malas personas. Es posible estar en desacuerdo sin ser desagradable, pero estoy seguro de que hay muchas cosas en las que coincidimos. Otra vez, todos los cristianos intentamos imitar a Jesucristo. Todos intentamos amar a nuestro prójimo, perdonar a los demás y hacer con los demás lo que nos gustaría que hagan con nosotros. Y, si eso es todo lo que tenemos en común, diría que podemos llevarnos bien.
Artículo originalmente escrito por David Snell y publicado en mormonhub.com con el título “5 Mormon Beliefs Our Christian Friends Might Think Are Weird (But Shouldn’t).”