Creencias mormonas acerca del suicidio

Unos meses después que me convertí en miembro de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, cuyos miembros son a veces llamados mormones, mi amiga me dijo que quería suicidarse. Éramos adolescentes y ella no era mormona y no quería hablar con un consejero de la escuela ni ninguna otra persona. Me pasé horas tratando de convencerla de no hacerlo, pero esa noche, después de que me prometió que no lo haría, ella se fue a casa y se suicidó. Durante muchos meses, me esforzaba por entender lo que había pasado y de perdonarme por lo que vi como mi fracaso en salvarla. Me había tomado por sorpresa y no había sabido qué hacer. ¿Por qué no la arrastré a la oficina del consejero? ¿Por qué no le dije a alguien más? Pero lo más importante… ¿qué iba a pasarle ahora? Como nueva mormona, no tenía la respuesta a esa pregunta y, dado que no existía Internet, no tenía una manera fácil de averiguarlo. Con el tiempo, tuve la oportunidad de ir a hablar con alguien acerca de ello.

God-in-His-Infinite-wisdom-01Aprendí a perdonarme a mí misma, pero también aprendí mucho sobre el suicidio. Quería saber qué hacer la próxima vez. También quería entender cómo Dios ve el suicidio.

LDS.org, el sitio oficial de los mormones, afirma en una página sobre el suicidio:

A pesar de que el terminar con la vida de uno es incorrecto, una persona que comete suicidio quizás no sea responsable de sus propios actos; sólo Dios puede juzgar en este asunto.

La página conduce a los lectores a un sermón dado por un apóstol mormón, élder M. Russell Ballard. El élder Ballard habló sobre el suicidio en una conferencia de la Iglesia en 1987. Comentó que muchos mormones entienden mal las enseñanzas de la Iglesia sobre este tema. Algunos creen que cualquier persona que comete suicidio no tiene perdón. El élder Ballard citó algunos sermones de la Iglesia anteriores que son la base para esta creencia errónea. Sin embargo, las enseñanzas doctrinales deben ser tomadas en contexto con todos los otros principios del Evangelio, y los temas complejos no se tratan con facilidad en frases breves.

“Es un acto criminal terrible que una persona salga y acorte su vida por suicidio”, dijo. (Teachings of Spencer W. Kimball, ed. Edward L. Kimball, Salt Lake City: Bookcraft, 1982, p. 187.)

El comentario del presidente Kimball se refiere a una persona que a sabiendas se suicida y es totalmente capaz de tomar una decisión racional para hacerlo. No es todo lo que el difunto profeta dijo sobre este tema, pero a menudo se cita solo, a pesar de que exime específicamente a aquellos que son incapaces de tomar una decisión racional en el libro de su autoría, El Milagro del Perdón. Una explicación más completa de las complejidades de suicidio proviene de Bruce R. McConkie, que fue un apóstol mormón:

El suicidio consiste en quitarse la vida de manera intencional y voluntaria, particularmente cuando la persona es responsable y tiene una mente firme… Personas sujetas a grandes tensiones y estrés pueden perder el control, nublarse su mente hasta el punto de que no son ya responsables de sus actos. Estos no han de ser condenadas por quitarse la vida. Se debe recordar también que el juicio es del Señor; Él conoce los pensamientos, intenciones y habilidades de los hombres, y Él en Su infinita sabiduría hará que a su debido tiempo, todas las cosas estén bien. (Doctrina Mormona, Buenos Aires, Argentina: Bookcraft, 1993, pág. 740).

En otras palabras, no podemos emitir un juicio sobre el estado final de cualquier persona que se suicida porque no sabemos los detalles personales de la mente y el corazón de una persona. Sólo Dios lo sabe y sólo Él puede decidir. El élder Ballard sugiere que el juicio no será tan simple como la gente piensa que va a ser. Dios no tiene un libro que dice: “Asesinato, este tipo de castigo sin importar las circunstancias”. Él evaluará perfectamente el corazón y la mente de cada persona para comprender la verdadera naturaleza, intención y capacidad de una persona para guardar un mandamiento.

Elder Ballard dijo:

El suicidio es un pecado, uno muy grave; sin embargo, el Señor no juzga a la persona que comete ese pecado estrictamente por el acto en sí mismo. El Señor verá las circunstancias de esa persona y el grado de su responsabilidad en el momento del acto. Por supuesto, esto no nos da ninguna razón para excusarnos en la comisión de pecados, ni que el Señor nos perdone, si he entendido bien. Constantemente debemos tratar de hacer lo mejor en igualar al Salvador en cada aspecto de nuestras vidas. Sin embargo, al mismo tiempo, recordemos que el crecimiento espiritual viene “línea por línea”, que la clave, en el mundo de los espíritus así como de la mortalidad, es seguir progresando en el camino correcto.

La expiación de Jesucristo hace posible que podamos mantener la esperanza para nosotros mismos y para los demás. Jesús vino a la tierra para expiar voluntariamente nuestros pecados––de cada uno de nosotros individualmente. Debido a este don, es posible vencer el pecado si nos arrepentimos y pagamos el precio por nuestros errores en la vida, y eso significa que no debemos renunciar a nuestra esperanza por aquellos que se han suicidado. Puede haber un precio a pagar si lo hicieron voluntariamente y con conocimiento, pero no sabemos cuál es el precio. Lo que sí sabemos es que Dios es perfectamente amoroso y justo. Haga lo que haga será exactamente lo correcto, y por lo tanto, podemos confiar en Él para tomar las decisiones correctas para nosotros. El juicio final es sólo de Dios.

Muchas personas que enfrentan pruebas aún son capaces de pensar en sus opciones de encontrar por completo la esperanza a través de la expiación que les permite moverse hacia adelante en sus vidas y realizar los cambios necesarios para resolver sus problemas.

No debemos subestimar ni pasar por alto el poder de las entrañables misericordias del Señor. La sencillez, la dulzura y la constancia de las entrañables misericordias del Señor serán de mucho provecho para fortalecernos y protegernos en los tiempos difíciles en los que actualmente vivimos y en los que aún viviremos. Cuando las palabras no pueden proporcionar el solaz que necesitamos ni expresar el gozo que sentimos, cuando es simplemente inútil intentar explicar lo inexplicable, cuando la lógica y la razón no pueden brindar el entendimiento adecuado en cuanto a las injusticias e irregularidades de la vida, cuando la experiencia y la evaluación terrenales son insuficientes para producir el resultado deseado, y cuando parezca que quizás nos encontramos totalmente solos, en verdad somos bendecidos por las entrañables misericordias del Señor que nos fortalecen hasta tener el poder de liberarnos (véase 1 Nefi 1:20).

Algunas personas que oigan o lean este mensaje, erróneamente pasen por alto o descarten la idea de tener a su alcance las entrañables misericordias del Señor… Tal vez pensemos equivocadamente que esas bendiciones y esos dones están reservados para otras personas que parecen ser más rectas o que sirven en llamamientos de importancia en la Iglesia. Testifico que las entrañables misericordias del Señor están al alcance de todos nosotros y que el Redentor de Israel está ansioso por conferirnos esos dones (en conferencia General, abril de 2005, 106-7, o Liahona, mayo de 2005, 100 -101).

La expiación no es sólo para gente perfecta o para aquellos que son bastante justos. Es para todo el mundo. Incluso si hemos dado la espalda a Dios en el pasado y caído muy lejos de sus mandamientos, Él todavía está ahí para nosotros. Dios quiere que nos acerquemos a Él en todas nuestras imperfecciones, para admitir que no podemos hacerlo nosotros mismos, y para permitir la expiación en nuestros corazones. Cuando aceptamos que la expiación es para nosotros, podemos avanzar, ser perdonados, y llevar nuestra vida de acuerdo con las enseñanzas de Dios. Podemos encontrar la paz que nos permite vivir, incluso en las circunstancias más difíciles.

Se hizo un video para ayudar a aquellos que pasan por la recuperación de la adicción, programa dirigido por los mormones. Marcos sintió que no tenía derecho a volver a Dios cuando lo había defraudado vilmente. Un día, después de haber cometido un robo, comprendió cuán lejos de Dios se había ido. Se sintió imperdonable y comenzó a quererse quitar la vida con su arma. Sin embargo, Él oyó a Dios hablar a su mente, asegurándole que Dios todavía estaba allí para él. Marcos cambió su vida y ahora habla con la esperanza de ayudar a otros a aprender que Dios está ahí para ellos también. Es un video fuerte pero poderoso de ver, un testimonio del amor de Dios para el pecador.

Esta entrada fue escrita por

Terrie Lynn Bittner

 

 

Terrie Lynn Bittner

Comentarios
excelente publicacion!
antonio arreola
Muchas gracias!
Sebastian Iribarra
entonces como seras juzgados los miembros que reciden en utha eua ..que tiene la tasa mas alta de suicidios??..Año tras año, el estado de Utah figura en la lista de los más felices de Estados Unidos, pero a la vez tiene altas tasas de suicidio y de trastornos anímicos en comparación con el resto del país. Un neurocientífico estadounidense tiene una teoría novedosa que podría ayudar a entender esa contradicción. Perry Renshaw, de la Universidad de Utah, había escuchado numerosas teorías a lo largo de los años: los residentes del estado creen que el extendido uso de las armas, la baja densidad poblacional y hasta las prácticas mormonas influyen en los trastornos emocionales. Pero Renshaw cree que ha identificado una causa más creíble los trastornos mentales en el estado: la altitud. El científico considera que la altitud tiene un impacto en la química de nuestro cerebro, al cambiar los niveles de la serotonina y la dopamina, dos neurotransmisores -sustancias químicas clave en el cerebro- que transmiten señales entre las neuronas y otras células y que ayudan a regular nuestros sentimientos de felicidad. Renshaw comenzó a trabajar en el centro de las enfermedades mentales de Salt Lake City para los veteranos de guerra, hace cinco años, donde las investigaciones sobre el suicidio eran una prioridad. Poco después llegó un experto que presentó un mapa con las tasas de suicidio. "Desde el principio", dijo Renshaw, recordando ese momento revelador", la evidencia estadística parecía fuera de serie”. Utah se encuentra en el área de las Montañas Rocosas, conocido entre los siquiatras y otros especialistas como “El cinturón del suicidio”, con la tasa más alta de este tipo de muertes en todo el país. y miembros de esa iglesia..¿que raro no ?
aby
4.5
5
4
1
me encanto esta publicación y opinión de todos los lideres pero aun así se han dado casos que miembros conociendo la verdad de todas las cosas conociendo las leyes normas y mandamientos optan por la opción del suicidio que pasaría en ese caso, pongamos ese caso si un joven o una joven sabe todo esto y creció en un hogar conociendo el evangelio y al pasar el tiempo el cometer errores que para otros no es de gran significancia pero para ella o el si y todo ese peso lo lleva consigo sin que nadie mas se entere por miedo al que dirán los demás por lo que cometió puesto que antes al hablar de un tema con un líder poco después todos de su barrio y mas aun se enteran, pero ella o el conoce puesto que sirvió una misión pero por ello ya no confía en sus lideres porque su confianza ya no la tiene y por causa de otros errores llega al punto de suicidarse que pasa con el o ella.
jhannet
Creo que es algo muy delicado y triste, SOLO Dios puede juzgar y sabe las razones por las que esa persona lo hace. Ningún profeta o apóstol tiene el derecho de juzgar a una persona por cometer el suicidio si no conoce los sentimiento o la angustia de esa persona
Carlos
Es verdad lo que mencionas, nadie esta en el derecho de juzgar a nadie, oremos por aquellos que estan pasando por momentos difíciles.
masfe.org

Deja Tu Comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *