Tengo que admitir que ayunar es muy difícil para mí y cuando se acerca el domingo de ayuno y testimonio, tengo que prepararme mentalmente para este día.
Gracias a esto, he encontrado muchas bendiciones y me he dado cuenta que el ayuno no es solo un día que debemos soportar, sino que podemos apreciar y disfrutar.
Con esto en mente, aquí te comparto cinco cosas que pueden ayudarte a disfrutar el domingo de ayuno.
1. Date un gusto
Esto sonará contradictorio para un domingo de ayuno, después de todo nos abstenemos de comer y beber por “dos comidas consecutivas en un periodo de 24 horas” y para “contribuir con el dinero gastado en quienes lo necesitan”.
No obstante, puedes terminar tu ayuno preparando tu plato o postre favorito para ti o tu familia, para que cada domingo sea especial.
Podrás disfrutar de un rico almuerzo y contar las bendiciones de ese día.
2. Sirve a aquellos en necesidad
Las ofrendas del domingo de ayuno son para las personas con necesidades físicas, pero, ¿conoces a alguien que tenga necesidades emocionales o espirituales?
Tal vez conoces a alguien que ayune por su propia persona, puedes invitarla a comer juntos o quizás desees buscar a una persona que deseas ministrar porque sabes que está pasando por un momento difícil.
Piensa en las personas a las que puedes ayudar y hacer que tu ayuno tenga más propósito.
3. Registra tu testimonio
El domingo de ayuno es la oportunidad perfecta para reflexionar en tu conversión, esto puede significar compartir tu testimonio en el púlpito, pero si eso no es lo tuyo (o incluso si lo fuese) puedes aprovechar este día para escribir tu testimonio.
Simple o elaborado, dependiendo del tiempo que tengas, escríbelo, guárdalo porque te ayudará a recordarlo, sobre todo en momentos de necesidad.
Al inicio del mes o cuando necesites ayuda espiritual, lee lo que escribiste y busca consuelo en tu testimonio cuando lo necesites.
4. Programa tu visita al templo
Inicia tu domingo de ayuno con una nota espiritual y planifica una visita al templo. Tal vez tengas tiempo de ir a la Casa del Señor un sábado antes de iniciar tu ayuno.
Pero si no tienes el tiempo suficiente, puedes hacer un recordatorio mensual y agendarlo durante el mes para ir al templo o visitar sus alrededores.
5. Recuerda el propósito del ayuno
Imagen: Alamy Stock Photo
Ya sea que pongas en práctica estas ideas o tengas algo en mente que te hará disfrutar tu ayuno, es importante recordar su propósito. Isaias 58:6 enseña:
“¿No es más bien el ayuno que yo escogí: desatar las ligaduras de la maldad, soltar las cargas de opresión, y dejar libres a los quebrantados y romper todo yugo?”
No importa como te sientas cuando el domingo de ayuno se acerca, esta promesa es un bonito recuerdo de las verdaderas bendiciones que provienen de abstenerse de comer y beber.
Si lo hacemos, nuestras cargas se aliviarán, superaremos nuestras debilidades y romperemos nuestras ataduras, es algo por lo que podemos estar agradecidos cada mes.
Fuente: LDS Living
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