¿Te preocupa estar perdiendo tu testimonio? Hazte estas 5 preguntas

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Realmente creo que todos nosotros, en algún momento, lucharemos con nuestra fe.

Ya sea por la historia de la Iglesia, una política de la Iglesia que no comprendamos o con la que no estemos de acuerdo o simplemente sintamos que nunca recibimos ese momento de luz que anhelábamos, cada uno de nosotros se enfrentará a preguntas y preocupaciones.

Tener preguntas, preocupaciones o incluso, dudas no te hace menos fiel. No significa que estés haciendo algo mal y, de hecho, no significa que debas abandonar todo lo que has amado y por lo que has vivido porque tienes dificultades con tu testimonio.

Lo que significa es que alcanzaste el punto en tu vida en el que tu fe va a ser importante. Después de todo, ¿cuál es el propósito de la fe si no es ayudarnos a superar algo que no entendemos?

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Una de mis citas favoritas de Jane Eyre proviene de la heroína de la novela, Jane. Cuando el hombre que ama la tienta a hacer algo que siente que está mal y responde:

“Las leyes y los principios no son para los tiempos en que no hay tentación: Son para momentos como este… si los pudiera quebrantar según mi conveniencia, ¿cuál sería su valor?”

Cualquiera puede tener fe (o seguir su moral, en el caso de Jane) cuando es fácil; cuando es difícil es lo más importante. ¿Cuál es el valor de la fe si a la primera señal de duda abandonamos todo en lo que creímos antes?  La fe no es realmente fe si nunca es probada.

Así que si sientes que estás pasando dificultades con tu testimonio, no pierdas las esperanzas. No abandones la fe que tienes, no importa lo pequeña que puedas sentir que es tu fe. Y, en lugar de preguntar, “¿Qué estoy haciendo mal?” o “¿Debería dejar la Iglesia?”  Hazte estas preguntas:

1. ¿Creo que el Libro de Mormón es verdadero?

Libro de Mormón

Si no puedes decir que actualmente crees que es verdadero. O, tal vez, estás inseguro, piensa en un momento en que tuviste un testimonio de su veracidad. ¿Qué hiciste para ganar ese testimonio? ¿Estás repitiendo los pasos que tomaste en ese entonces?

Sin embargo, si sientes que nunca tuviste un testimonio del Libro de Mormón, pregúntate cómo puedes obtener uno. Por supuesto, sabemos que debemos preguntarle a Dios si “no es verdadero”, pero ¿estás dispuesto a actuar en función a la respuesta que recibas? Y, ¿estás dispuesto a “abandonar todos tus pecados para conocer a Dios”? Si no es así, está bien, pero no te sorprendas si no recibes una respuesta.

Además, una nota importante: no olvides las experiencias espirituales que tuviste. Lamán y Lemuel dejaron de lado o justificaron cada ángel que vieron y cada momento de claridad que tuvieron porque sin fe, incluso viendo no es suficiente. No mires atrás y pienses, “oh, creí que lo sabía. Pero, ¿en verdad lo hice?” Intenta no dudar de ti mismo. En cambio, contempla qué es diferente en tu vida ahora. ¿Cómo puedes recrear las experiencias que tuviste alguna vez?

2. ¿Estoy buscando activamente las razones por las que la Iglesia podría ser verdadera de la misma manera en que estoy buscando razones que demuestren lo contrario?

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Una y otra vez, he visto personas profundizar en los denominados errores de la historia de la Iglesia. Se topan con cosas, que pueden o no ser verdad, que parecen contrarias a nuestras creencias. Luego, siguen buscando cosas para probar una conclusión que dice que la Iglesia no es verdadera.

Pero, ¿buscamos activamente las razones por las que la Iglesia es verdadera así como buscamos las razones por las que no? ¿Dedicamos el mismo tiempo y energía a intentar demostrar que la Iglesia podría ser verdadera que intentar probar lo contrario? Personalmente creo que si intentamos seriamente descubrir si es verdadera, veremos que la doctrina, los milagros y la bondad del Evangelio superan cualquier cosa que podamos considerar como negativa.

3. ¿Estoy haciendo Su voluntad? ¿Estoy siguiendo Sus mandamientos?

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En Juan 7: 17, Cristo promete a los judíos, “El que quiera hacer la voluntad de él conocerá si la doctrina es de Dios o si yo hablo por mí mismo.” Traducción: Si realmente sigues hasta el final las cosas que Él te pide que hagas, podrás decir si lo que Él te dice es verdad o mentira.

Exigir una respuesta sin hacer lo que Dios ha pedido es como querer perder peso, pero no estar dispuesto a cambiar tu estilo de vida. Si quieres perder peso, sabes que necesitas seguir ciertos principios: Debes ejercitarte, reducir calorías y ser constante. Si deseas saber que el Evangelio es verdadero, también debes seguir ciertos principios, como los mandamientos de Dios.

Solo así alcanzarás el resultado deseado: Una respuesta.

4. ¿Deseo que sea verdadera?

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¿Quiero que la Iglesia sea verdadera? ¿Deseo aceptar todas las responsabilidades y los mandamientos relacionados con esta religión? O, ¿Hay algo discorde en mi vida que me conduce a buscar razones por las que la Iglesia no sea verdadera?

¿Alguna vez has salido con alguien que no era correcto para ti, pero te interesaba mucho? Sí. Tuve relaciones en las que a pesar de lo que mi instinto me dijo y lo que las personas a mi alrededor me dijeron, me convencí de que podía funcionar y busqué las razones por la que sería una buena pareja. Ignoré lo malo (las veces en que me trataron mal) y me centré en lo bueno (las veces menos frecuentes en que me trataron bien).

Creo que a veces, hacemos lo mismo con la Iglesia. Por ejemplo, digamos que a alguien que está investigando la Iglesia le gusta mucho beber alcohol y no quiere renunciar a eso. ¡Eso es natural y no lo hace una persona mala o incrédula! Pero en su deseo de no dejar esa práctica, busca razones que demuestren que la Iglesia no es verdadera para que no tenga que dejar ese amado hábito. Debido a que está buscando ávidamente razones que prueben que la Iglesia no es verdadera, se pierde todas las razones que evidencian que ES verdadera. En esencia, no quiere que la Iglesia sea verdadera, así que encuentra razones por las que no lo sería.

Me doy cuenta de que las personas también pueden decir que lo opuesto es verdadero. Si deseamos que la Iglesia sea verdadera, encontraremos razones que lo demuestren e ignoraremos todas las señales de que no lo es. Hasta eso, todo lo que puedo decir es ¿sabes qué? Quizá tengas razón. Pero al final del día, no creo que algo que no sea verdad pueda hacerme sentir como lo hago cuando escucho ciertas doctrinas. No creo que un Espíritu que no esté ahí pueda advertirme del peligro o darme sentimientos de paz y consuelo cuando me sienta muy desanimado.

Realmente, creo que cualquier persona que esté buscando la verdad y sea imparcial descubrirá que si sigue los mandamientos de Dios, como nos recuerda la pregunta tres, encontrará la verdad.

5. ¿El bien supera al mal?

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La pregunta 2 cubre ésta brevemente, pero creo que es importante ir más a fondo. ¿Los aspectos positivos del Evangelio son más importantes que aquellos con los que luchas? ¿Hay más bien que mal en la Iglesia?

El Evangelio enfatiza la bondad, el amor y la paz ¿esas cosas vienen de un lugar malo? Su enfoque en Cristo y seguir Sus enseñanzas ¿solo son una táctica para crear obediencia ciega?

No lo creo. En el Evangelio, hay cosas que no sabemos; cosas que tal vez no entendamos ahora o quizá, nunca en esta vida. Pero, como el Élder Jeffrey R. Holland dijo de manera tan conmovedora:

Hermanos y hermanas, ésta es una obra divina en marcha, y las manifestaciones y bendiciones de ella abundan en todas partes; de modo que por favor no se preocupen demasiado si de vez en cuando surgen problemas que se tienen que analizar, comprender y resolver. Los problemas surgen y se tendrán que resolver. En esta Iglesia lo que sabemos siempre prevalecerá sobre lo que no sabemos; y recuerden que, en este mundo, todos debemos andar por medio de la fe.

De modo que sean tolerantes con las flaquezas humanas, tanto con las propias así como con las de aquellos que sirven con ustedes en una Iglesia dirigida por voluntarios, hombres y mujeres mortales. Excepto en el caso de Su Hijo Unigénito perfecto, Dios se ha tenido que valer de gente imperfecta, lo cual ha de ser terriblemente frustrante para Él, pero se conforma con ello; y nosotros debemos hacerlo también. Y cuando vean alguna imperfección, recuerden que la limitación no radica en la divinidad de la obra. Como lo ha sugerido un talentoso escritor, cuando se vierte la plenitud infinita, no es culpa del aceite si se derrama un poco, ya que los recipientes limitados no pueden contenerlo todo. Entre esos recipientes limitados estamos ustedes y yo, de modo que seamos pacientes, amables y prestos a perdonar.

Tener preguntas está bien. Tener dificultades está bien. Pero, antes de dejar de lado tu fe, hazte estas cinco preguntas y se sincero con tus respuestas.

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Con todo mi corazón, sé que La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días es la Iglesia restaurada de Cristo en la tierra hoy. Esa creencia me ha ayudado a sobrellevar los momentos de dolor y tristeza, los sentimientos de impotencia y desesperanza, los momentos de preocupación y todo lo que está en medio. Ha hecho que mi vida sea mucho mejor y espero que a medida que luches por recuperar o fortalecer tu testimonio, descubras que la fe también hace que tu vida sea mejor. 

Artículo originalmente escrito por Amy Keim y publicado en thirdhour.org con el título “Worried You’re Losing Your Testimony? Ask Yourself These 5 Questions.”

Comentarios
Todos algun dia, tarde o temprano tendremos dudas, cuestionamos nuestras creencias y/o tendremos crisis de Fe, es parte normal de la condición humana y el estado caído e imperfecto que es esta vida..... Pero siempre recuerdo la escritura de Abraham 3:24-26..... ..."y con esto los probaremos, para ver si harán todas las cosas que el Señor su Dios les mandare;
hmseso

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