El rechazo es real… y con mucha frecuencia es doloroso y difícil de enfrentar. A menudo me he preguntado: “¿Por qué a mí? ¿Por qué me ocurre esto?”
“No.”
La respuesta fue inesperada. Sentí rápidamente como el estómago se me subía hasta la garganta. Me quedé en un estado de confusión y angustia. Quería que la respuesta fuera un “Sí” más que nada en el mundo… y sin embargo, la respuesta que recibí fue clara.
“No.”
Es una palabra que todos tememos. Un “No” es el más grande de los rechazos. Y un rechazo puede sentirse de manera tan personal. Ya sea que fuere el “no” de un extraño, de alguien a quien amo, o incluso el de Dios, los momentos en mi vida en los que me sentí más avergonzado, más solo y más triste fueron cuando experimenté el rechazo.
“No.”
Esas dos letras pueden ser devastadoras, desgarradoras y pueden cambiarte la vida.
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El rechazo es un principio del Evangelio
En las veces que he sentido el rechazo en mi vida, a menudo me he preguntado: “¿Por qué a mí? ¿Por qué me ocurre esto?” El rechazo a menudo va de la mano con un poderoso sentimiento de soledad.
Comencé a preguntarme si es que en verdad estaba tan solo como me sentía. Fue entonces que me puse a leer mis escrituras.
Leí una historia de Lehi, quien tuvo la visión de que su ciudad iba a ser destruida. Se rieron de él, fue ridiculizado y rechazado incluso por los miembros de su propia familia.
Después de que abandonaran la ciudad, Lehi le pidió a sus hijos que regresaran para recuperar los registros de escrituras de las manos de uno de los hombres más poderosos de la ciudad.
Les dijo que esa era la voluntad de Dios.
Fueron rechazados cuando pidieron las escrituras. Ellos volvieron a regresar y sus posesiones como pago. Sin embargo, una vez más fueron rechazados y sus vidas fueron amenazadas. Fue en su tercer intento que tuvieron éxito.
Estas historias de rechazo no terminan ahí. Abinidí, quien intentó convertir al inicuo rey Noé y sus sacerdotes, fue rechazado y, finalmente, quemado por sus esfuerzos.
Alma y Amulek fueron perseguidos y encarcelados por predicar el Evangelio. Moisés siguió las órdenes de Dios al pedirle al Faraón que liberara a los Hijos de Israel de la esclavitud y fue negado repetidas veces.
Noé predicó el arrepentimiento al mundo, advirtiéndoles de la inminente destrucción y ellos se rieron de él, se burlaron y lo despreciaron.
Cristo sanó a los enfermos, resucitó a los muertos, perdonó pecados, sirvió y alimentó a las multitudes, y aún así fue insultado, perseguido y, finalmente, asesinado por hacer lo que Él sabía que era correcto.
El rechazo es real… y con mucha frecuencia es doloroso y difícil de enfrentar. Sin embargo, cuanto más investigaba, más me daba cuenta de que el rechazo hace posible nuestro crecimiento en el Evangelio y en nuestras vidas.
Me sorprendió la cantidad de historias impactantes y milagros que hay en las Escrituras que fueron precedidas por el rechazo, y en muchas ocasiones, por rechazos intensos.
Uno pensaría que cuando Dios envía a alguien en una misión para hacer Su voluntad, el camino será fácil para esa persona. Es todo lo contrario.
Sheri Dew compartió:
“Lucifer nos susurra diciendo que la vida no es justa y que si el Evangelio fuera verdadero, nunca tendríamos problemas o decepciones…
El evangelio no es una garantía contra la tribulación. Eso sería como dar un examen sin preguntas.
El Evangelio es una guía que nos ayuda a atravesar los desafíos de la vida con un sentido de propósito y dirección.”
Esto me hizo preguntarme: “¿Cuántas bendiciones y oportunidades me estoy perdiendo porque estoy evitando problemas, decepciones y rechazos?”
Cómo enfrentar el rechazo
Si realmente queremos experimentar milagros y grandes bendiciones en nuestras vidas, es muy probable que tengamos que enfrentarnos al rechazo. Se nos puede decir “no” más de una vez. Tener fe en el Señor y en Su plan para nosotros requiere que tomemos medidas, especialmente cuando las cosas se ponen difíciles, tal como lo aprendemos en Santiago 2: 20 (la fe sin obras está muerta).
Dale Carnegie dijo:
“La falta de acción engendra duda y miedo. La acción genera confianza y valor. Si quieres vencer el miedo, no te sientes en casa pensando al respecto. Ve y busca algo qué hacer.”
Si los milagros y las bendiciones están esperando al otro lado del rechazo, tal vez sea hora de que empecemos a buscarlos. Lo que queremos, o la bendición que Dios tiene para nosotros, está justo al otro lado de un número indeterminado de “nos”.
Mi deseo es que te rechacen y que tomes ese rechazo como una señal de que eres valiente, que lo estás intentando, que estás buscando activamente las bendiciones que Dios tiene para ti y que estás un paso más cerca de tenerlas.
Cuando tengas ganas de rendirte, recuerda que existió un hombre que fue rechazado por el bien de cada uno de nosotros, que te está esperando por ti y que te alienta a seguir y a perseverar con fe.
Ahora ve y enfrenta el rechazo con valentía, tú puedes.
Este artículo fue escrito originalmente por Nate Bagley y fue publicado originalmente por ldsliving.com bajo el título “The Unexpected Blessings of Rejection (and Facing It Head-On)”