Matthew Gong, hijo del élder Gerrit W. Gong, miembro del Cuórum de los Doce Apóstoles de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días publicó una carta en Facebook sobre su experiencia siendo homosexual, crecer en la Iglesia de Jesucristo y su posición actual, aun cuando creemos que muchas partes de la siguiente carta es sincera y clara, masfe.org no comparte ni se hace responsable por las declaraciones vertidas en la siguiente carta.
Feliz cumpleaños a mí
Tuve la tentación de cambiar el título de “Carta de cumpleaños” a “El estado de Matt”, porque no han estado en mi cumpleaños desde hace… varios años. El año pasado, no publiqué una carta, tampoco escribí una. No es que no quisiera; es sólo que el año pasado fue… complicado.
Cuando me quedo muy absorto en mis pensamientos, mi novio de broma me recuerda que “otras personas también sienten cosas y que [mis] emociones no son únicas”, y por lo general tienen razón. Sin embargo, no creo que haya muchas personas que sean abiertamente homosexuales, con un padre que ahora ocupa una de las más altas posiciones de autoridad en la Iglesia de Jesucristo.
Si es así, me encantaría conocerlos para tomarnos una buena taza de terapia grupal. Tenemos mucho de que hablar.
El camino a casa / 我 的 父亲 母亲, 2017
“Los matrimonios y las familias que logran tener éxito se establecen y se mantienen sobre los principios de la fe, de la oración, del arrepentimiento, del perdón, del respeto, del amor, de la compasión, del trabajo y de las actividades recreativas edificantes.” – La familia: Una Proclamación para el mundo
Mi familia es conocida por nuestras conversaciones analíticas y serias sobre la cena, llenas de declaraciones como “Pienso que”. A veces tenemos problemas con las conversaciones tipo “siento que” porque somos muy analíticos. Mi confesión sobre mi sexualidad fue definitivamente una conversación de tipo “Siento que”.
Se lo conté a mi familia hace siete años. Mi relación con mis padres inmediatamente llegó a un punto difícil. No fue porque me rechazaron. No sabían si era “solo una fase” o lo qué debían hacer en general.
Lo bueno de mis padres es que siempre dejaron en claro que me amaban, incluso cuando lo que me decían no me era útil. En mi estado de ansiedad y depresión, me fue difícil entender que todavía me amaban.
Tuvimos que volver a aprender cómo hablar entre nosotros. Era simultáneamente el hijo que siempre habían conocido y un extraño. Tuve que aprender a comunicar una parte de mí que había mantenido guardada.
Tenían que aprender a hablar con el “nuevo” yo y no el “yo” que creían que era. Fue una tarea emocionalmente intensa. La relación que tenemos ahora nos ha tomado varios años y muchas conversaciones incómodas. Ahora estamos más cerca que nunca. Estoy muy contento de que mis padres sean una parte importante de mi vida.
Tengo suerte, no todos los hijos Santos de los Últimos Días gays obtienen una buena respuesta cuando confiesan su atracción hacia personas del mismo sexo. Confesarlo es bastante difícil y confesarlo cuando eres miembro a menudo va acompañado de una fricción adicional entre tu identidad e ideología.
Esa tensión no es exclusiva de la Iglesia de Jesucristo, pero generalmente es más fuerte debido a que los Santos tienden a aceptarlo todo o nada en cuanto a sus creencias.
Esa sensación que sientes en el estómago, 2017
“Ser valiente no significa que no tengas miedo. Ser valiente significa que tienes miedo, que estás realmente asustado, muy asustado, pero que haces lo correcto de todos modos.”- Neil Gaiman, Coraline
Lo descubrí al mismo tiempo que el resto del mundo. No sabía lo que estaba sucediendo hasta que se leyó el nombre de mi padre desde el púlpito. Tenía mis sospechas, mi mamá parecía estresada y mi papá hizo que su serenidad diplomática aumentara desde la semana previa al anuncio, pero en realidad yo no sabía nada.
Los mensajes de texto de mis amigos y conocidos comenzaron a llegar antes de que hubiera asimilado las palabras que había escuchado. La mayoría de los mensajes que llegaron fueron de felicitación: “¿Acoso no es genial?”, “Hará un gran trabajo”, y “Felicidades para ti y tu familia”. El murmullo de los simpatizantes se sumó al torbellino que sentía en mi cabeza.
Uno de mis mejores amigos me envió un mensaje de texto con un “Lo siento mucho”. En ese momento pensé “Hoy es el día en que perdí a mi padre. Su vida ya no es suya, estamos en lados opuestos de una gran división”. Estaba furioso. Estaba orgulloso de él. Estaba en conflicto. Estaba dolido. Quería estar a solas con mi dolor.
Mi temor era que la gente se enfocara en mí y en mi papá. Que nuestras interacciones fueran criticadas para calificarnos como ciertos personajes en base a nuestras ideologías. A pesar de mi reacción intestinal melodramática, él todavía era mi padre. No importaba si estábamos de acuerdo en todo; seguíamos siendo familia. Así que, cuando hablo de la Iglesia, me refiero a la Iglesia. Cuando hablo de mi padre, hablo solo de mi padre. Ese es el punto de toda esta carta.
Antes de que hable sobre la Iglesia, quiero hablar sobre por qué estaba orgulloso de que mi padre aceptara su llamamiento. No estoy muy feliz con su decisión, pero la respeto.
Lo he conocido toda mi vida. Lo he visto cometer errores. Lo he visto cambiar de opinión. Lo he visto luchar para entender mejor. Lo he visto volverse más compasivo. Nunca lo he visto desear una posición de poder. Es humano e imperfecto, pero se esfuerza.
Mi padre es un buen hombre. Si se le da poder para ejercer, confío en que ejercitará su buen juicio y ejercerá dicho poder de la mejor que pueda para el mejoramiento de aquellos bajo su mayordomía. Espero que siempre sea una fuerza para bien.
Hiraeth, 2018
“Padre, mis preguntas son justas. Huí de mis miedos por mucho tiempo.
Si voy a llamarme tu hijo, te cantaré mejor una canción honesta.
Tengo que creer que está bien. Ver, pero aún cuestionar mi vista,
Buscar paz, pero todavía luchar, todavía batallar, porque aún no puedo dormir.
Todavía escucho a mis lobos aullar de noche.” -Timid the Brave, “It’s Alright”
La Iglesia… Ese es un tema complicado… Necesita contexto. En mi cabeza, la Iglesia es tres entidades distintas: la organización, la religión y la cultura.
La organización está encarnada por la jerarquía institucional: las autoridades generales, la Primera Presidencia y el Quórum de los Doce.
La religión es el conjunto de creencias, dogmas y prácticas que comprenden la adoración y la vida diaria de los Santos de los Últimos Días.
La cultura es dictada por las congregaciones locales, y a menudo es el lente por el cual se filtra la organización.
A veces desearía no ser tan mesurado. Sería más fácil si pudiera hablar en términos absolutos. Pensar en blanco y negro es más fácil, es concreto y es muy bien definido. También es frágil y minimalista. Veo mucho potencial dentro de la organización que puede causar un cambio poderoso y bueno en la vida de los miembros y las personas.
En muchos lugares, los barrios y las estacas funcionales son comunidades fuertes que se cuidan entre sí. He visto que la participación en el servicio religioso inspira a las personas a ser más bondadosas, más compasivas y cambiar a pesar de la inmutabilidad de su propio pasado. Estos aspectos positivos no son exclusivos de la Iglesia de Jesucristo, pero son comunes.
Creo que la mayoría de los miembros de la Iglesia hace todo lo posible por vivir de acuerdo con sus creencias. Desde una perspectiva básica, la Iglesia de Jesucristo ha sido creada sobre buenas intenciones y tiene éxito de muchas maneras. Sin embargo, la Iglesia es una jerarquía, una estructura de poder. Las estructuras de poder siempre son vulnerables a los errores de personas imperfectas y la corrupción de los inicuos.
La rigidez de la religión de hoy en día me pone muy triste. La doctrina de la vieja escuela era increíble. ¿La idea de que todos somos un dios en embrión? Era asombrosa. ¿Cuándo dijeron que valía la pena salvar a todos y que lo decían en serio? Era algo universal y sin reservas.
Las creencias estaban fluidas, cambiantes y en evolución, de maneras fascinantes y extrañas. La posibilidad de cambio era emocionante y esperanzadora. Pero la inercia de la tradición apagó el espíritu increíble que cada generación dejaba en la Iglesia. La religión se cimentó (la rigidez reemplazó a la flexibilidad) y la organización quedó anclada en su posición conservadora.
La relación entre la organización y la cultura de la Iglesia de Jesucristo me fascina. A pesar de sus esfuerzos por parecer homogénea, la Iglesia es todo lo contrario. Hay miembros de la costa oeste que son diferentes de los miembros de Utah, que son diferentes de los miembros a nivel mundial. La experiencia vivida por la gente de la religión es tan variada, y en algunos casos, mucho más extravagantes.
Dentro de cada región, también existe diferencias en las culturas de un barrio. Los obispos autoritarios son algo real, y el manual “estandarizado” se interpreta según el criterio de un líder local. Una verdad detrás de cualquier estructura de poder es que el poder del sistema es proporcional a la creencia o adhesión de la gente al sistema.
Por mucho que la organización parezca ir de arriba hacia abajo, los cambios significativos en la vida de las personas comienzan de abajo hacia arriba. Esto me da la esperanza de que, incluso si la organización y la religión siguen siendo inflexibles, la cultura puede ser el impulso para el cambio.
Hay partes de la religión que aún aprecio y amo. Soy un humanista consumado y ferozmente dedicado a la creencia de que tenemos un verdadero albedrío. Si bien creo que sus usos reales son escasos, afirmo que eso es posible. Por extensión, valoro mi propia capacidad para tomar decisiones y aceptar las consecuencias de mis actos. Creo que somos responsables de algo más que nuestra propia felicidad. Creo que los humanos son imperfectos, pero no que somos inherentemente corruptos.
A pesar de nuestras imperfecciones, existe un valor inherente en la humanidad y ese valor no es infringido por una letanía de etiquetas y asteriscos. La religión me enseñó a ser intencional, paciente, compasivo, indulgente, a arrepentirme y esforzarme por ser mejor.
Creo que en el núcleo de la religión hay un conjunto de valores inmensamente poderosos que impulsan el progreso de los seres humanos. En ese núcleo, veo una elegancia que está más allá de la intención humana.
He visto también la manera en que las intenciones de los seres humanos se introducen en la historia de la religión y la convierten en algo dañino. La religión también me enseñó que la atracción hacia personas del mismo sexo, es una enfermedad mental, es vil o que simplemente no existe. Aprendí eso de manera explícita desde un púlpito, y de forma implícita a través de las acciones de los miembros de mi congregación.
Mucha gente dice que la doctrina es inclusiva o, si no lo es ahora, que podría serlo. Algún día… si la gente fuera un poco más como Cristo… si los líderes estuvieran un poco más inspirados… si Dios cambiara de opinión. Todavía espero el día en que se reavive ese espíritu increíble y libre y que la Iglesia de Jesucristo se libere de su rigidez. Tal vez algún día, la religión cambiará.
La lucha por reconciliar mi historia con mi realidad me ha moldeado de una manera más profunda de la que puedo comprender. Llevaré esas marcas, tanto buenas como malas, para siempre. Siempre jugará un papel en mi vida debido a mi familia, y así es como son las cosas.
No odio a la Iglesia porque, en su esencia, la Iglesia son sus miembros, que luchan por un sentido y una vida mejor. Hermosa en sus intentos, aterradora en su potencial, y humana en sus esfuerzos.
“Un mundo feliz”, 2018
De repente, todo comenzó a danzar al ritmo de una extraña canción.
Encontramos nuestra canción y nuestra verdad. Y, ahora, es que llegamos a saber lo que siempre supimos. Adiós a las cadenas con las que nacimos.
Mientras bailábamos entre las cenizas de nuestras vidas, nos reímos y, después, hicimos que nuestros pequeños mundos ardieran en llamas y encontramos el océano un poco más allá de esos muros de papel. (Ben Cooper, “Ship in Port”)
Mientras crecía, no podía contemplar un futuro en el que fuera feliz. Observaba el modelo de la típica familia feliz con una esposa y dos hijos o el modelo del gay exitoso y soltero sin amigos verdaderos. Incluso, escuché sobre un futuro incierto en compañía de un perro.
Estos patrones se reproducen en las películas, las historias, las celebridades y la vida de nuestros amigos. A veces, son historias de alerta, como la del hombre vengativo que es consumido por su propio odio, las personas con sentimientos encontrados. Otras historias, incluso se tratan sobre ciertas aspiraciones, como la del adolescente obsesionado con los lujos que se vuelve famoso por una casualidad en las redes sociales.
Se toman muchas decisiones importantes en la vida con la finalidad de seguir un modelo en especial. Esta acción no tiene como finalidad subestimar la importancia de las decisiones de las personas. Solo un comentario, existen patrones en la urdimbre y la trama de la vida de las personas.
Por supuesto, todas estas son caricaturas sobre las experiencias de vida de las personas. Pero, forman la columna vertebral de las historias de las personas.
Durante mucho tiempo, intenté encajar a la fuerza en los diferentes patrones “heterosexuales”. Viví según ese modelo y, por un tiempo, las cosas fueron bien. Pero, después, vería a una pareja besarse en público. “Siempre sentirás nervios de que besar a tu pareja en público atraiga una atención no deseada”.
Eso me regresó a mi realidad. No importaba según qué modelo intentara vivir. El carruaje siempre se convertiría en una calabaza. Aprender el significado de ser ‘homosexual’ y encontrar un camino en la vida me tomó mucho tiempo.
Los únicos patrones de vida de los que escuchaba eran trágicos: ‘muere joven con SIDA’, ‘se distancia de la familia por problemas de confianza’, ‘castidad y autodesprecio’, ‘nunca imaginé que estar feliz como lo estás fuera siquiera una posibilidad’.
El año pasado fue una revelación. Comencé a salir con alguien que realmente cambió la perspectiva de mi historia. Alguien que me ama como soy. Alguien que me ama sin reservas, en mi totalidad, con mis fortalezas y debilidades.
La mayor bendición de ser homosexual es la necesidad de construir tu propio modelo. Estamos intentándolo. Estamos escribiendo nuestra propia historia juntos. Todavía hay muchos capítulos por escribir. Pero, creo que nombraré al modelo de este capítulo: “Matt no se arrepiente de ser homosexual y feliz”.
El rugido en mi cabeza fue como un trueno, 2019
Un rostro presionado en tus manos no podría decir si estuviste llorando o riendo. Ambos suenan de manera similar cuando tu piel no está en juego.
Entonces, comencé la lucha y el rugido en mi cabeza era similar al sonido de un trueno hasta que abrí mis puños y no permití que nada me importara.
Escuché que dijiste que perdimos, perdimos, perdimos, perdimos el camino. Pero, no creo que tuviéramos mucho que perder, ese camino nunca se construyó para nosotros
No voy a bajar la cabeza por ellos. No permitiré que pinten la verdad con el pecado. No te diré que está bien. Pero, al final del día, solo eras alguien a quien culpar. (Ben Cooper, “Everything Costs”)
Ya sea por el destino, por la voluntad de Dios o por casualidad, me encuentro en una situación un poco única para una persona homosexual en la Iglesia. De hecho, nunca pedí esto. Solo soy una persona que intenta vivir su vida con integridad y lo mejor que puede. Si hubiera sido por mí, mi vida no habría sido así, pero… esta es mi realidad ahora.
Me tomó dos años sentirme lo suficientemente cómodo para escribir esta carta. Era necesario que tomara un tiempo para asimilar todo. No quería que mis reacciones emocionales e impulsivas dictaran mis acciones. Asimismo, estaba muy consciente de la cantidad de grupos que querían apoderarse de mi voz. Quería asegurarme de decir mis verdades y no repetir las palabras de alguien más.
Tenía cierta inquietud con respecto a volverme visible. Más que el miedo a la atención negativa e indeseada, no quería arriesgar todo por lo que me había esforzado tanto en recuperar. Temo que decir la verdad al poder tensará las relaciones importantes.
Al escoger volverme más visible, algunas personas pensarán que soy un disidente radical, mientras que otras personas se disgustarán porque no soy lo suficiente crítico. El trato de la Iglesia hacia la comunidad LGBTQ necesita cambiar y ya no puedo quedarme al margen.
Solo algo que culpar, 2019
“Díganles que pueden ser geniales algún día, como nosotros. Díganles que pertenecen a nosotros, independientemente de cómo los tratemos. Díganles que deben ganarse el respeto que todos reciben por defecto. Díganles que existe un estándar de aceptación, ese estándar simplemente se trata de la perfección”. – N.K. Jemisin, “La Quinta Estación”
*Esta sección contenía pensamientos sobre la Iglesia y ser parte de la comunidad LGBTQ. Trasladé ese texto a una hoja separada. A pesar de hacer eso, todavía tenía ese fuerte sentimiento de incluir esa parte en el encabezado.*
Memorias intencionales 2019
Ahora recuerda. Honra, de alguna manera, cada sacrificio puesto en el altar.
Todas las veces de alguna manera vencimos. De alguna manera seguimos adelante. De alguna manera llegamos al final y al llegar ahí poseíamos la libertad para mapear las tierras inexploradas de todo lugar.
Ya no tenemos ataduras. (Shane Koyczan, “Remember How We Forgot”)
Este año, pasé mucho tiempo intentado entender cómo una experiencia en común genera empatía. Las experiencias son únicas y no son transferibles. Pienso en esto cuando escucho que las personas hablan mal de las personas sin hogar. Pienso en esto en el contexto de los líderes de la Iglesia que intentan comprender las experiencias LGBTQ. Pienso en esto cuando veo que mis amigos se enfrentan por sus ideologías políticas diferentes.
Comprender por qué alguien es lento para confiar o rápido para sonreír o tiene una opinión diferente requiere un contexto que no siempre se puede dar. Me pregunto si hay formas de diseñar una experiencia para cerrar las brechas de comunicación, al dar a las personas recuerdos intencionales.
Cambio de perspectiva 2018
“Evalúo las decisiones y las elecciones importantes de la vida según las métricas significativas. Como ingeniero matemático, he intentado optimizar un pequeño conjunto de éstas”. – Matt
La autenticidad ha proporcionado una dimensión útil para calcular el valor de una acción en el bien neto humano. Pero, en última instancia, es una variable del bien humano. Resumo la autenticidad como una variable del bien humano.
En el pasado, automediqué mis crisis existenciales al consumir medios de comunicación que adormecieran mi cerebro. No es una solución saludable a largo plazo. Daré prioridad a la creación sobre el consumo.
El bien neto humano se centró en los resultados y no consideró las variables contextuales que rodean una acción. La intencionalidad de una acción es necesaria para evaluar completamente una decisión.
La creación de pruebas alfa internas y la intencionalidad durante el último año han demostrado un rendimiento mejorado en el sistema. Para reflejar esto, se han agregado dos nuevas métricas a la política de evaluación: la creación y la intencionalidad netas. Esto trae la métrica total en el gobierno de tres principios.
Deseos de cumpleaños
Deseo que este año traiga luz e inspiración. Deseo que este año esté lleno de nuevas historias. Deseo volverme más sabio. Deseo que este año sea el inicio de un gran cambio. Deseo ser una fuerza para el bien.
Buenos pensamientos
- ¿Qué significa un pequeño triunfo o una pequeña victoria desde hoy?
- ¿Qué cosa buena sucedió hoy?
- ¿Por qué te sientes agradecido hoy?
- ¿A quién le harías un cumplido y por qué?
- ¿Qué esperas de la próxima semana?
- ¿Tienes alguna afirmación positiva sobre ti?
- Al fin terminé esta carta.
- ¡Encontré a alguien!
- Me siento agradecido por las comodidades modernas y el privilegio de utilizarlas.
- Mi familia nuclear y extendida son increíbles y me siento fortalecido por la relación que tengo con ellos.
- Viajar a nuevos lugares y crear tradiciones juntos.
- Soy tenaz.
Conclusiones
Probablemente, me estoy dirigiendo directamente hacia una tormenta y sé que me apoyas. No podría hacer esto sin ti. Será un viaje salvaje.
Amor y gratitud
Matthew Gong
Fuente: Facebook