La reunión sacramental es genial, pero nunca se sabe realmente lo que va a suceder, especialmente durante un domingo de ayuno y testimonio alguien puede decir lo que piensa desde el púlpito.
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Aquí hay 15 historias graciosas y vergonzosas de cuando las cosas salieron no tan bien durante la reunión sacramental:
1. Los niños siempre serán niños
“Tengo dos historias:
1. Vivimos en Israel durante años, y, antes de que se construyera el Centro de Jerusalén, nos reuníamos en el sótano de la embajada sueca. Teníamos un batín portátil muy simple en la guardería para nuestro hija de 2 años, en realidad era sólo un basín de plástico de lados rectos con un borde ancho y un asa. De pronto ella salió corriendo de la reunión sacramental y se apareció unos minutos más tarde con la trusa alrededor de los tobillos y el basín con todo lo que había hecho. Ella estaba tan orgullosa que quería mostrárselos a todos.
2. Un amiga mía tenía un bebé muy fuerte. Tenía un biberón de vidrio lleno hasta el borde con leche. Agarró el biberón y luego le dio un golpe en la cabeza a la hermana que tenía delante. Ella se desmayó. Vino la ambulancia y se la llevaron.”- Gale Boyd
2. Tal vez esta es la razón por la cual ya no hay reunión de sólo Sumo Sacerdotes
“Un hombre mayor dio una oración de 10 minutos que trató de lo siguiente: Pedirle a Dios que abra nuestros ojos a los medios de comunicación engañosos, que proteja a Donald Trump de las balas de asesinos y ayude al Presidente Monson a exponer a los Illuminati. Me hubiera gustado grabarlo. Fue la clásica oración de un sumo sacerdote de la vieja escuela de Utah.” -Anonimo
3. Momento Incómodo
“Tal como me lo dijo Richard Holzapfel, Gobernador estadounidense en el 2006:
Pasó en un barrio de estudiantes casados de BYU. Un hombre se levantó en una reunión de ayuno y testimonio y se refirió a una escritura de Doctrina y Convenios, en donde se nos dice que confesemos nuestros pecados a la congregación.
‘Hermanos y hermanas, He cometido adulterio.’
(Las mandíbulas de toda la congregación cayeron al piso. Luego, por supuesto, voltearon a mirar a su esposa.)
‘EN. MI. CORAZÓN.’” -Portia (nombre de usuario)
4. El regreso de un sacrificio de sangre
El sumo consejero de estaca se olvidó de prepararse para dar un discurso, así que sólo leyó y habló la doctrina detrás de los himnos, que incluyendo a “Si a Kolob pudieras ir”, “Oh mi padre”, etc., cuando los misioneros había traído a investigadores que por primera vez visitaban la capilla.
Uno de los miembros más antiguos del barrio finalizó la reunión de testimonios poniendo un himno desde su teléfono mientras lo sostenía contra el micrófono exigiendo que todos cantáramos. El nuevo Presidente de rama no tenía ni idea de qué hacer.
La madre del Obispo decidió usar su discurso como la oportunidad de anunciar que el sacrificio de sangre se restablecerá en el milenio.” -HoodooSquad (nombre de usuario)
5. La terminología lo es todo
“Hace unos 10 años tuvimos un misionero dando su último discurso antes de regresar a casa. Nos contó sobre su experiencia abriendo su llamamiento misional. Estaba tan emocionado y no podía esperar a saber a dónde se iba. Hasta que lo leyó y vio que venía a Atlanta. Él dijo: “Estaba tan emocionado, hasta que vi a dónde iba. Realmente esperaba ir a un lugar más erótico…” El obispo se inclinó hacia delante, “Creo que quisiste decir exótico” . Él continuó: “Exótico, erótico. ¿Cuál es la diferencia?” Es seguro decir que el 100% de la congregación estaba muriendo de la risa.” -nhmejia (nombre de usuario)
6. Es un poco largo, pero vale la pena leerlo
“Imagínate esto:
Vivíamos en un barrio de casados universitarios (mi esposo y yo con nuestras dos hijas pequeñas, de probablemente 4 y 6 años en ese momento). Mi esposo se contracturó la espalda el día anterior, así que sólo fui yo a la capilla con las niñas, confiando en que podría manejar todo por mí misma.
En ese tiempo yo era la pianista del barrio, así que mi plan era que las niñas se sentaran conmigo en el estrado. Conocían las reglas: no presionar las teclas, permanecer en su asiento, ser reverentes, etc., así que yo no esperaba tener ningún problema.
Estaba tocando la música de preludio (las mismas canciones que cantaríamos durante la reunión sacramental; (¿por qué no usar el preludio para practicar las canciones una última vez?) Cuando mi hija menor me indicó que necesitaba usar el baño. Todavía teníamos unos 5 minutos antes de que comenzara la sacramental y mi hija mayor ya estaba en camino al baño, así que le pedí que llevara a mi hija menor.
Se fueron, y con felicidad concentré mi atención en la música de preludio, sin distracciones. Luego terminó el preludio, se hicieron los anuncios de apertura, se dio el himno de apertura. Luego se relevaron a algunos hermanos y se sostuvieron otros, y finalmente llegó el momento del himno de la Santa Cena.
Y mis niñas no habían vuelto todavía.
Estaba empezando a preocuparme mucho, ¿15 minutos en el baño? ¿Qué podría estar pasando? ¿Se perdieron? ¿Estaban en problemas? ¿Dónde estaban mis hijas?
Pero entonces, a mitad de la segunda estrofa, las oigo. Abren de golpe la puerta de la capilla, mi hija mayor arrastrando a su hermana mientras que la menor gritaba y lloraba mientras se acercaban al estrado.
Traté de concentrarme en la música, tocando mal algunos acordes, y cuando finalmente se acercaron, les susurré con dureza que sean reverentes y que simplemente se sentaran.
Y fue entonces cuando, al comienzo de la tercera estrofa, mi hija mayor gritó: “¡Pero mamá, ella se estaba demorando una eternidad!”
Y la más joven respondió, con más fuerza: “¡NO HABÍA TERMINADO DE LIMPIARME!”
Terminé el himno de la mejor manera que pude, estoy segura de que mi cara estaba morada en ese momento. Lo siento, arruiné el espíritu de la Santa Cena.” -ZucchiniMiss (nombre de usuario)
7. No vi venir esto
Esta historia es terriblemente triste. ¡Sólo demuestra que nunca se sabe lo que podría pasar en la reunión sacramental!
“Un domingo nuestro directora de música falleció entre el espacio de los himnos de la reunión sacramental. Nadie se dio cuenta hasta que ella no paró para dirigir el siguiente himno. Su hijo era el Obispo del otro barrio en nuestro edificio. Por suerte, su sacramental comenzó a las 9 y el nuestro a las 11, así que alguien pudo correr y llamarlo sin problemas. El resto de la congregación esperó en el salón cultural hasta que algún profesional médico se llevara el cuerpo. Luego volvimos a entrar y pasaron la Santa Cena. Fue raro.”-DramaRobyn (nombre de usuario)
8. Buenos recuerdos…
“Cuando mi hermano tenía aproximadamente 2 años, mi madre lo dejó en la guardería y regresó unos minutos más tarde para ver cómo estaba, pero él no estaba allí y la maestra le dijo a mi madre que nunca vino.
Mi madre pensó que él se había ido mientras ella estaba de espaldas y comenzó a buscar frenéticamente en la capilla cuando escuchó en los altavoces la voz de mi hermano. “¡Odio la iglesia! ¡Los odio a todos!”. Mi madre estaba absolutamente mortificada y lo encontró siendo llevado fuera de la capilla gritando y llorando en los brazos del obispo de ese barrio. Ella se aseguró de que él se quedara en la guardería desde ese momento.” -Anónimo
9. Me dolió
“Estaba sentado en los asientos del coro después de una presentación musical y durante el segundo discurso, parecía haber cierta “conmoción” en las bancas de la derecha. Cada persona en los bancos ponía una mirada extraña en su rostro y luego, rápidamente (y en silencio) salían de la capilla. Otras personas miraron a su alrededor, pero la reunión continuó. En pocos minutos, todo el lado derecho de la capilla estaba completamente vacío. Fue realmente extraño, pero la reunión terminó de forma normal.
Pronto descubrimos que una hermana en esos bancos tenía un spray de gas pimienta que se había derramado. La nube de gas se expandió a través de la fila de bancos y un par de docenas de personas terminaron en los pasillos, tosiendo y llorando. Varios adultos mayores y padres con niños pequeños estaban particularmente descontentos ese día. La miembro del barrio con el spray de gas pimienta roto se escondió y se fue a casa temprano.” -Corsair64 (nombre de usuario)
10. Hablar en lenguas
“Era un domingo de uno y testimonio cuando una mujer se salió y comenzó a contar la historia de su vida mientras lloraba, no se le entendía nada de lo que decía. Después de unos 30 segundos, ella dijo: “Ni siquiera sé qué idioma estoy hablando”, y luego volvió a hablar sin que nadie la pudiera entender.
El obispo se quedó allí sentado. Los barrios de Filadelfia son diferentes. Cosas raras sólo suceden de vez en cuando.” DanAliveandDead (nombre de usuario)
11. Umm… que asco
“En mi misión, un día se suponía que debían de haber tres discursos, pero dos personas no se presentaron. El único hermano que se apareció habló todo ese tiempo, pero casi el final de su discurso, comenzó a hablar muy lento y tomando pausas después de cada oración. Mi compañero y los otros Elderes pensaron que era por el tiempo o porque estaba cansado. El hermano terminó vomitando por todo el púlpito.” -Aaron Waters
12. Sólo un poco embarazoso
“Una vez, una madre se levantó y cargó a su niño en brazos mientras él gritaba. Justo antes de que llegue a la puerta, el niño pequeño extendió su mano hacia el estrado y gritó: “¡Obispo, AYUDA!”” -StoryHack (nombre de usuario)
13. A veces pasa
“Mientras era Obispo, la falda de una hermana que daba su testimonio cayó por completo al piso. Era un edificio antiguo, y los asientos en el estrado estaban muy cerca del púlpito. El rostro de mi consejero estaba a sólo unos metros de la hermana, quien ahora estaba en su ropa interior. Ella no vaciló y cuando vio lo que había sucedido, se agachó, se levantó la falda y continuó dando su testimonio.
Hasta el día de hoy, la gente del barrio todavía se me acerca y me recuerda el incidente. Afortunadamente la hermana se ha mudado.” -Sheldon (nombre de usuario)
Este artículo fue escrito originalmente por David Snell y fue publicado por thirdhour.org bajo el título “Cringey, Embarrassing, and HILARIOUS Sacrament Meeting Stories”