Pregunta
¿Por qué es tan importante ser miembro de la iglesia mormona? ¿No es suficiente ser una buena persona y creer en Cristo? ¿No son todas las iglesias verdaderas mientras enseñen de Cristo? Estas son las preguntas que la madre y la tía de mi sobrino le han hecho para intentar disuadirlo de servir en una misión.
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Respuesta
¿No son todas las iglesias verdaderas mientras enseñen de Cristo? ¿A qué te refieres con iglesia verdadera? En mi opinión, para que una iglesia sea verdadera, primero debe creer y enseñar la verdad. Segundo, la iglesia verdadera debe haber incorporado en su estructura las ordenanzas y los convenios que el Salvador enseñó como esenciales para la salvación. Tercero, la iglesia verdadera debe tener la debida autoridad otorgada por Dios para actuar oficialmente en nombre de Dios en la administración de las ordenanzas y la predicación del evangelio de Jesucristo a las personas. Veamos cómo las diferentes iglesias enfrentan estos criterios.
“¿No son todas las iglesias verdaderas mientras enseñen de Cristo?” – Podríamos examinar todos los principios del evangelio y definirlos uno por uno según se revelan en las escrituras y terminaríamos escribiendo un libro. Pero, probemos uno o dos como ejemplos.
El principio de la fe
Hermanos míos, ¿de qué aprovechará si alguno dice que tiene fe, y no tiene obras? ¿Podrá la fe salvarle?
Y si un hermano o una hermana están desnudos, y tienen necesidad del sustento de cada día,
Y alguno de vosotros les dice: Id en paz, abrigaos y saciaos, pero no les dais las cosas que son necesarias para el cuerpo: ¿de qué aprovechará?
Así también la fe, si no tiene obras, es muerta en sí misma.
Pero alguno dirá: Tú tienes fe, y yo tengo obras; muéstrame tu fe sin tus obras, y yo te mostraré mi fe por mis obras. (Santiago 2: 14 -18)
Vemos aquí que la fe es un principio de acción. Esta escritura implica que la fe es necesaria para la salvación y aprendemos eso directamente de Timoteo y Pedro:
Y que desde la niñez has sabido las Sagradas Escrituras, las cuales te pueden hacer sabio para la salvación por la fe que es en Cristo Jesús. (2 Timoteo 3:15).
Que sois guardados por el poder de Dios, mediante la fe, para alcanzar la salvación que está preparada para ser manifestada en el tiempo postrero. (1 Pedro 1:5)
Toda iglesia que predica que todo lo que necesitamos hacer es confesar a Jesús y así seremos salvos, no puede ser la iglesia verdadera y por eso, no puede proveer para la salvación de sus miembros porque enseña falsedades que no pueden ser honradas por Dios.
El principio del bautismo
¿El bautismo es esencial para la salvación? Juan nos dice:
Respondió Jesús y le dijo: De cierto, de cierto te digo que el que no naciere de nuevo no puede ver el reino de Dios.
Nicodemo le dijo: ¿Cómo puede el hombre nacer siendo viejo? ¿Acaso puede entrar por segunda vez en el vientre de su madre y nacer?
Respondió Jesús: De cierto, de cierto te digo que el que no naciere de agua y del Espíritu no puede entrar en el reino de Dios. (Juan 3: 3-5)
Juan nos dice que no se puede entrar al reino de Dios sin ser bautizado. Entonces, si cualquier iglesia enseña que no se necesita del bautismo para la salvación, no puede ser la iglesia verdadera porque el que no naciere de agua y del Espíritu no puede entrar en el reino de Dios.
La autoridad para representar a Dios por medio del poder del Santo sacerdocio de Melquisedec
Y aconteció que mientras Apolos estaba en Corinto, Pablo, después de recorrer las regiones superiores, vino a Éfeso, y hallando a ciertos discípulos,
Les dijo: ¿Habéis recibido el Espíritu Santo después que creísteis? Y ellos le dijeron: Ni siquiera hemos oído si hay Espíritu Santo.
Entonces dijo: ¿En qué, pues, fuisteis bautizados? Y ellos dijeron: En el bautismo de Juan.
Y dijo Pablo: Juan bautizó con bautismo de arrepentimiento, diciendo al pueblo que creyesen en el que había de venir después de él, a saber, en Jesús el Cristo.
Cuando oyeron esto, fueron bautizados en el nombre del Señor Jesús.
Y habiéndoles impuesto Pablo las manos, vino sobre ellos el Espíritu Santo; y hablaban en lenguas y profetizaban. (Hechos 19: 1-6)
El grupo de personas a quienes Pablo confrontó, doce en total, habían sido bautizadas pero según su propia admisión, no habían sido bautizadas debidamente por alguien que poseyera la autoridad del sacerdocio para realizar esta ordenanza, Pablo las bautizó nuevamente y en reconocimiento de la validez de Pablo bautizándolas de nuevo, vino sobre ellas el Espíritu Santo; y hablaban en lenguas y profetizaban.
Dicha lista se puede multiplicar muchas veces al demostrar que la iglesia verdadera tiene que enseñar los principios correctos y tener la autoridad de Dios para hacerlo, o no puede proveer de ninguna manera para la salvación de sus miembros.
“¿No es suficiente ser una buena persona y creer en Cristo?”:
No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos. (Mateo 7:21)
Entonces, ciertamente no es suficiente solo ser buena persona para entrar al reino de los cielos. Es necesario hacer la voluntad del Padre, para hacer Su voluntad, debemos saber qué es lo Él desea que hagamos y debemos cumplirlo.
“¿Por qué es tan importante ser miembro de la iglesia mormona?”
La iglesia mormona, la iglesia verdadera, tiene la misma organización que la iglesia primitiva. Esa organización, fundada por el Salvador, desapareció de la tierra debido a la apostasía de sus miembros y la muerte de sus autoridades. Esa apostasía fue incluso profetizada por los primeros apóstoles:
Pero os rogamos, hermanos, en cuanto a la venida de nuestro Señor Jesucristo, y a nuestro recogimiento con él,
Que no cambiéis fácilmente vuestro modo de pensar, ni os conturbéis, ni por espíritu, ni por palabra ni por carta como si fuera nuestra, en el sentido de que el día del Señor está cerca.
No os engañe nadie de ninguna manera, porque no vendrá sin que antes venga la apostasía, y se manifieste el hombre de pecado, el hijo de perdición. (Tesalonicenses 2: 1-3)
La restauración del evangelio de Jesucristo en los últimos días también fue profetizada en el nuevo testamento. Según las palabras de Pablo:
Así que, arrepentíos y convertíos para que sean borrados vuestros pecados; para que vengan tiempos de refrigerio de la presencia del Señor,
Y él envíe a Jesucristo, que os fue antes anunciado;
A quien de cierto es menester que el cielo reciba hasta los tiempos de la restauración de todas las cosas, de que habló Dios por boca de sus santos profetas que han sido desde tiempos antiguos.
Porque Moisés dijo a los padres: El Señor vuestro Dios os levantará de entre vuestros hermanos un profeta como yo; a él oiréis en todas las cosas que os hablare.
Y acontecerá que toda alma que no oiga a aquel profeta será desarraigada del pueblo.
Y todos los profetas desde Samuel en adelante, todos los que han hablado, también han anunciado estos días. (Hechos 3: 19 – 24)
Esas declaraciones poderosas de Pablo demuestran inequívocamente, la necesidad de la restauración del evangelio de Jesucristo por medio de un profeta de Dios. Ese profeta fue José Smith, que fue visitado en una de sus visiones más memorables de todos los tiempos por el Padre y el Hijo, y fue comisionado por Dios para restaurar el reino de Dios en la tierra. Esa restauración sucedió el 06 de abril de 1830 y se llama “La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días.” Muchas personas la conocen como la iglesia de los mormones. No nos sentimos avergonzados de utilizar ese apelativo, ya que Mormón fue un gran profeta y habla para el entendimiento de tantas personas que conocen la iglesia de Dios solo por ese nombre.
Fuente: askgramps.org
