A lo largo del año pasado, escribí varios artículos en defensa del Evangelio Restaurado. Ellos atrajeron un tanto la atención de las comunidades SUD como de las ex mormonas. Como resultado, recibí más correos de odio de lo que pudieras imaginar, al tiempo que también llegaba a escuchar de hermanos y hermanas sinceros agradecimientos en ambos campos.
Pero nada de lo que he escrito puede compararse a lo que estoy a punto de compartir.
Esta vez, en realidad no voy a defender la Restauración, tanto como la intención que tengo de exponer lo qué es el antimormonismo y cuáles son realmente sus objetivos.
A veces sólo necesitamos una buena dosis de una dura y clara verdad, para ver por qué las dudas que a veces parecen ser tan monumentales son más una ilusión que cualquier otra cosa.
Sé que estamos acostumbrados a leer un montón de artículos suaves y ligeros, pero te pediré que abroches tu cinturón de seguridad y leas este artículo con cuidado.
Hay un importante “ajá” en el punto #4 que no experimentarás a menos que hayas leído cuidadosamente todo lo que viene antes de él.
Vamos por ello:
1. Solo hay una alternativa creíble al evangelio restaurado
La mayoría de los miembros probablemente nunca han considerado lo que harían si perdieran sus testimonios sobre la Restauración. ¿Serían todavía cristianos? ¿Se convertirían en evangelícos o católicos? Podrías esperar que fuese así, pero en realidad los ex-mormones generalmente no pueden encontrar una alternativa cristiana creíble a La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días.
Es muy difícil dejar el Evangelio Restaurado por otra versión del cristianismo sin darse cuenta de que se han perdido tantos de sus elementos esenciales. ¿Qué pasó con los profetas, la revelación, la autoridad del sacerdocio, el plan de salvación, los templos, etc.? ¿Y cómo podría el Dios de la Biblia decidir de repente que cada uno debe ser libre para interpretar las Escrituras como ellos deseen, creando una iglesia para cada opinión?
Tal vez aún más importante, sin embargo, es que básicamente todas las razones para dudar del mormonismo son una buena razón para dudar del cristianismo. ¿No hay suficiente evidencia arqueológica del Libro de Mormón? ¿Sienten que algunas de las pruebas arqueológicas podrían contradecir el Libro de Mormón? Lo mismo ocurre con la Biblia.
¿No les gusta la poligamia o que dos de las esposas plurales de José Smith hayan sido 20 años más jóvenes? Verán la misma tendencia en los profetas de la antigüedad.
¿José Smith ofende la sensibilidad occidental? No tanto como profetas como Noé, Abraham, Moisés y Josué. Un vistazo rápido en el Antiguo Testamento muestra que José Smith tiene un registro relativamente inmaculado (basado en los estándares occidentales) en comparación con muchos de los profetas que vinieron antes que él.
El Profeta José Smith.
Y así encontramos que los argumentos en contra de José Smith son realmente argumentos contra todos los profetas, los mensajeros de quienes aprendemos de Cristo y de quienes Cristo testificó. Es por eso que casi todos lo que conozco que se han alejado de la Iglesia se han convertido en una versión de ateo.
Y es por eso que una encuesta grande de ex-mormones encontró que sólo 1 de cada 10 ex-mormones se convierten a otra religión cristiana.
Verás, al principio deciden que José Smith no podría haber sido llamado por Cristo. Entonces descubren que ya no pueden creer que Cristo es realmente el Hijo de Dios.
Por lo tanto, para los miembros SUD (particularmente para los recién conversos y miembros de toda la vida), el cristianismo mismo depende de la pregunta, “¿Fue José Smith realmente un profeta?”
El anti-mormonismo no se trata sólo de hacer que la gente pierda la fe en nuestra Iglesia, sino de hacer que la gente pierda la fe en Dios, en Cristo, en la revelación, en la religión. Una vez que hayas probado la forma más dulce y perfecta del cristianismo, ¿adónde irás cuando te vayas?
Si realmente entienden las enseñanzas del Evangelio Restaurado, decidir que el mormonismo es falso significa aceptar alguna forma de ateísmo (incluyendo el agnosticismo, el humanismo y el espiritismo no religioso).
2. La crisis de fe en las comunidades mormonas son realmente solo un síntoma de un problema más grande
* Nota: Cuando me refiero al ateísmo en el resto de este artículo también me refiero a sus primos-Agnosticismo, Naturalismo, Humanismo, etc.
Hay muchos críticos que aman resaltar a los Santos de los Últimos Días que eligen dejar la Iglesia. Dicen que el resto de nosotros está en negación, que pertenecemos a una cierta clase de secta loca y fraudulenta y tenemos nuestras cabezas enterradas demasiado en la arena para ver cuánta gente está llegando a esa misma conclusión.
Quieren que veamos a nuestros amigos y familiares que están dejando la Iglesia y estemos alertas a la idea de que hay algo mal con la Iglesia Mormona.
Pero si nos fijamos en los extensos datos de encuestas que PEW ha recopilado sobre la religión en general en los Estados Unidos, lo que vemos es lo que nunca antes, se había visto, la gente (especialmente los Millennials) está abandonando la religión en la que creció.
La personas no solo se están alejando de la Iglesia de Jesucristo ( Iglesia Mormona) lo están haciendo en todas las iglesias.
Mientras que los mormones son mucho más propensos que los otros cristianos a convertirse en ateos cuando abandonan la fe en la que crecieron, el número de cristianos que se está convirtiendo a la religión no organizada está creciendo dramáticamente.
La tendencia más preocupante es entre los Millennials:
En el tablero (entre los SUD y otras iglesias cristianas ), aproximadamente 1 de 3 Millennials están dejando la fe en la que fueron criados por algo más. Para los Millennials mormones, ese “algo más” es generalmente una forma de ateísmo, y para otros Millennials es en gran parte una mezcla de ateísmo y no-denominacionalismo (lo que podría llamarse una puerta de entrada al ateísmo).
Así que, para ser claros, no es que hayamos descubierto nueva información sobre José Smith que ha cambiado de repente las muchas mentes de las personas acerca de la Restauración. Las críticas que oyes hoy son las mismas críticas que se han vendido durante décadas y más. No hay nada nuevo en las criticas al mormonismo.
No, las crisis de fe no son un problema mormón. Son un problema de la humanidad, un problema de civilización.
La fe misma se está debilitando en la sociedad occidental.
Tal vez hemos aprendido tanto a través de la ciencia que nos sentimos tontos confiando en creencias que no podemos confirmar científicamente. Tal vez con todas las tentaciones que abundan, es más fácil no tener que preocuparse por un Dios que nos hará responsables de nuestras elecciones. Tal vez es algo más.
Pero lo que sí sé es que antes de morir, Cristo dijo una parábola acerca de confiar en Dios versus depender del hombre. Lucas escribe que el propósito de esta parábola es recordarnos “orar siempre y no desmayar”. Y después de contar la parábola, Cristo pregunta, quizá con tristeza en su voz: “Cuando venga el Hijo del Hombre, hallará fe en la tierra?”
Tal vez estamos comenzando a presenciar el porqué Cristo estaba preocupado cuando planteó esa pregunta.
Entonces, ¿por qué el adversario podría sentar las bases para hundir la sociedad occidental en el ateísmo? La razón es más profunda de lo que pudieras haber imaginado.
Ahora que entendemos el papel central que el ateísmo está jugando en la crisis de fe de los mormones y otros cristianos, es hora de entender sus profundas implicaciones.
3. El ateísmo posmoderno está pavimentando el camino para un nuevo orden moral y destructivo
Para ser claro, las personas que se convierten en ateos no se convierten repentinamente en monstruos morales.
Sus opiniones morales cambian, pero generalmente tienen más en común con las creencias morales de sus amigos religiosos que tienen en contraste. Sin embargo, uno de los problemas con el surgimiento del ateísmo es que viene con consecuencias retrasadas.
Al igual que la rana en la olla de agua que no salta porque el calor sólo aumenta gradualmente, la mayoría de los ateos no son conscientes de hacia donde su sistema de creencias conducirá a la sociedad.
La razón de esto es simplemente que la mayoría de los ateos han tenido una educación religiosa y viven en un ambiente que ha sido profundamente influenciado por el cristianismo.
Una cosa es rechazar la religión revelada, y otra abandonar mentalidades, actitudes y valores
Que ni siquiera se dan cuenta que han sido socializados dentro de sí desde el nacimiento.
Por lo tanto, muchos ateos no se dan cuenta de que si bien han rechazado a Dios, todo lo relacionado con la forma en que ven el mundo sigue siendo profundamente influenciado por la religión.
Por ahora, muchos ateos pueden mirar alrededor y decir: “estamos libres de las tradiciones necias de nuestro padres” y sienten el contentamiento de que nada drástico ha cambiado en el proceso. Pero a largo plazo, mucho cambiará en una sociedad impulsada por el ateísmo.
Afortunadamente, seguir la lógica del ateísmo hasta sus conclusiones naturales está lejos de ser una tarea imposible.
Durante 150 años, los pensadores, filósofos e intelectuales ateos pioneros han estado describiendo el orden moral que surge naturalmente del ateísmo postmoderno. Mientras que muchas escuelas de pensamiento existen dentro de la filosofía, un consenso está convergiendo en el rechazo a la verdad que no puede ser científicamente confirmado o evaluado (que como veremos tiene consecuencias de transformación).
Esto es lo que sabemos:
Durante miles de años, la moralidad – incluyendo la no cristiana – se ha basado en creencias acerca del propósito humano, la inmortalidad del alma y otras verdades trascendentes – todas las creencias que son religiosas por naturaleza, ya que no pueden ser científicamente evaluadas. Sin embargo, el ateísmo postmoderno rechaza todas estas nociones, a largo plazo, por la misma razón que rechaza la religión: no pueden ser estudiadas o confirmadas por la investigación científica.
En cambio, el ateísmo reemplaza los fundamentos de la moralidad por lo que puede verse, oírse, tocarse, o de otra manera medirse. Puesto que esto elimina las nociones de Dios y la interacción entre el bien y el mal, podemos dejar de mirar hacia afuera para preguntarnos, “¿qué exigen de nosotros las leyes de Dios o las leyes del Universo?” Y en vez de eso, podemos empezar a mirar hacia adentro y preguntar más plenamente que antes “espera, ¿qué es lo que yo quiero?”.
En lugar de que la moral esté impulsada por la creencia en los estándares de lo correcto y lo incorrecto, el bien y el mal, y otros tales dualismos, la moral será finalmente conducida únicamente por deseos, antojos e impulsos humanos, ya que estos son en realidad palpables. En pocas palabras, la sociedad será gobernada completamente por lo que los individuos piensan que quieren y necesitan – en oposición a un sentido del deber y obligación hacia alguna verdad superior sobre el bien y el mal o las directivas del cielo.
Para entender lo que todo esto significa, debemos identificar el necesidad principal que impulsa la sociabilidad humana. La respuesta, según los grandes pensadores de las épocas, es ésta: el respeto. Más que cualquier otra cosa, las personas anhelan respeto. Pueden querer sexo, pero sexo de alguien que no piensa en ti, es insatisfactorio. Pueden desear amor, pero ser amado por alguien que no te ve como un igual es humillante. Pueden ansiar empatía, pero sin respeto, no es una real empatía.
La razón por la que el estatus, la riqueza y el poder importan tanto a tantas personas es porque ganan el respeto de los demás.
Este deseo de ser respetado es la misma razón por la que los estudios han demostrado que la gente preferiría tener un salario bajo si es más alto que la mayoría de sus pares en lugar de aceptar un salario alto que es inferior a sus pares. Prefieren luchar financieramente, que ser el hombre debajo del tótem social. Valoran el respeto por encima del dinero.
¿Y por qué Caín cometió el primer asesinato? Porque Caín no podía soportar que Dios “miró Jehová con agrado (en inglés la palabra original es respeto) a Abel y a su ofrenda, más no miró con agrado a Caín ni a la ofrenda suya…”.
Este poderoso deseo de respeto es controlado por una creencia en Dios, pero se desata una vez que los últimos vestigios de influencia religiosa son eliminados de la sociedad.
Para entender lo que quiero decir con esto, considera la reciente campaña para legalizar el matrimonio entre personas del mismo sexo. Los defensores del matrimonio entre personas del mismo sexo proclamaron en alta voz que “el amor gana”. Pero esto nunca fue sobre el amor. Las parejas del mismo sexo ya tenían el derecho a amar a quien quisieran. Podrían haber estado satisfechos con las leyes contra la discriminación o las uniones civiles, pero no era suficiente. No, lo que realmente querían era que su sindicato fuera tan respetado como el de cualquier otro. El matrimonio era un honor concedido sólo a las parejas heterosexuales y las parejas del mismo sexo iban a sentirse menospreciadas hasta que eso cambiara.
Verás, cuando la gente empieza a rechazar los códigos morales (porque están basados en verdades trascendentes), cambian de sentir vergüenza de quedarse cortos sobre los estándares morales y se enojan de que cualquiera pueda condenar sus acciones en primer lugar. Comienzan a sentirse indignados porque cualquier persona o institución en la sociedad se atrevería a decir que una elección, un estilo de vida o una creencia tiene mayor mérito moral que otro.
La consecuencia es que la sociedad comienza a gravitar alrededor de la igualdad radical. Es decir, la gente luchará y luchará hasta que la sociedad no pueda reconocer que cualquier elección es mejor que otra, que cualquier estilo de vida, creencia o acción tiene más mérito moral que otra.
(Por supuesto, la igualdad es un valor social importante, pero la igualdad cristiana es muy diferente a la igualdad atea por razones listadas aquí).
Muchos filósofos ateos posmodernos, siguiendo la lógica del ateísmo, dicen que todas las diferencias, como el género y la jerarquía familiar, deben ser eliminadas en el proceso. Afirman que una vez que las fuerzas de la igualdad radical se desaten sobre el antiguo sistema de la moralidad tradicional y las instituciones, nuestro mundo se transformará en algo que ni siquiera pueden concebir plenamente.
Lo que está claro es que cada vez que la sociedad permite una opción, un estilo de vida, una creencia para ser honrada sobre otra, alguien debe sentirse deshonrado. Y nada crea más ira e inquietud que ser deshonrado, ser respetado menos que a sus compañeros. Y así, una sociedad atea continuará luchando y luchando bajo la bandera de la igualdad hasta que el mundo no pueda notar la diferencia moral entre dos opciones.
4. El Libro de Mormón responde poderosamente a esta mentalidad
¿Recuerdas cuando Lehi dice que “debe haber una oposición en todas las cosas”? Los Santos de los Últimos Días a menudo asocian ese sermón con el propósito de los juicios y las dificultades. Pero hay mucho más que eso. En una conferencia reciente, el Presidente Oaks afirmó que Lehi no sólo hablaba de oposición en el sentido de dificultad, sino más particularmente de oposición en el sentido de diferencias, o de opuestos.
Con este conocimiento, observa cómo las palabras de Lehi responden a la meta del ateísmo postmoderno:
“Y para realizar sus eternos [de Dios] designios en cuanto al objeto del hombre,… era menester una oposición; sí, el fruto prohibido en oposición al árbol de la vida … Por lo tanto, el Señor Dios le concedió al hombre que obrara por sí mismo. [De modo que] el hombre no podía actuar por sí a menos que lo atrajera lo uno o lo otro”.
Lehi explica que para que el albedrío funcione, el hombre no sólo debe tener libertad, sino elecciones. El objetivo del ateísmo, sin embargo, es destruir la distinción moral entre las elecciones. O, en otras palabras, el objetivo del ateísmo es destruir el albedrío del hombre. Al menos, en la medida de lo posible.
En última instancia, esto es lo que pretende el antimormonismo.
“…Porque es preciso que haya una oposición en todas las cosas. Pues de otro modo, mi primer hijo nacido en el desierto, no se podría llevar a efecto la rectitud ni la iniquidad, ni tampoco la santidad ni la miseria, ni el bien ni el mal. De modo que todas las cosas necesariamente serían un solo conjunto; por tanto, si fuese un solo cuerpo, habría de permanecer como muerto, no teniendo ni vida ni muerte, ni corrupción ni incorrupción, ni felicidad ni miseria, ni sensibilidad ni insensibilidad….”
“Esto, pues, habría destruido la sabiduría de Dios y sus eternos designios…”
5. Una conclusión importante y final
Si has luchado con la duda, o sabes de alguien que la tiene … así también la tuvieron los apóstoles y profetas antes de que se convirtieran en tales. La duda no solo la enfrentan los débiles.
He experimentado personalmente una duda abrumadora. En mis momentos más oscuros, cuando sentía que estaba perdiendo el contacto con la realidad, ya no sabía lo que era real y lo que era cierto, lo único que me permitía aguantar un poco más, era lo que acababa de compartir en este artículo.
En mis momentos de desesperación, esto es lo que imagino:
Me veo mirando hacia un mundo oscuro y tormentoso donde dos caminos se encuentran ante mí. Me siento confundido en cuanto al que debo tomar. No tengo forma de saber realmente qué camino me gustaría tomar, porque no puedo estar seguro de hacia dónde conduce.
A medida que la confusión se asienta, miro para ver dónde parece que el camino a la izquierda puede conducir.
Mientras miro hacia la distancia, parece haber un abismo oscuro y horrible. Y parece como si este camino me llevara allí.
Pero cuando me dirijo a la derecha, miro para ver a dónde lleva el otro camino. Parece que no hay nada a la distancia. Pero de repente, veo lo que parece ser un parpadeo de luz. Parece que puede ser sólo una pequeña llama de vela.
Es difícil saber si es sólo mi imaginación, pero algo me dice que es real, y esto me llena de esperanza.
En última instancia, debo decidir tomar un camino o el otro. De cualquier manera, la decisión es realmente una cuestión de fe: ¿cuál camino creo que me llevará a donde quiero ir, qué camino traerá la felicidad que busco?
Me queda elegir entre el camino que parece conducir a un inmenso abismo o el camino que parece conducir a ese parpadeo de luz. Y como he elegido acercarme a esa luz parpadeante, a pesar de la confusión y la duda que a veces me asaltan, invariablemente me quedo con ese destello de luz, y veo que no es una luz de velas, sino una estrella ardiente de proporciones gigantescas. A través de la neblina y la oscuridad, era a veces difícil de ver.
Añado mi testimonio a millones de otros que Cristo vive. He tenido demasiadas experiencias con la luz parpadeante y la estrella ardiente para creer lo contrario. Creo que la humanidad tiene un propósito. Creo que hay un bien y un mal, y creo que hay un Dios y una ley eterna. Y debido a estas cosas, yo soy un Santo de los Últimos Días. La alternativa, es el ateísmo que guiaría a nuestra civilización al abismo si alguna vez le damos la oportunidad.
Este artículo fue escrito por Dustin Phelps y fue publicado en happiness-seekers.com, con el título THE ALARMING TRUTH BEHIND ANTI-MORMONISM y fue traducido, adaptado y editado por Isaac Angulo para mormonsud.org Español ©2018