Fue una semana antes de conocer a mi prometida, pero por lo que sabía, iba a estar esperando otros diez años.
Me sentía desalentado, descorazonado y simplemente cansado.
“Vendrá el día cuando sentirás que has conocido a tu compañero(a) eterna”
Estaba escrito en mi bendición patriarcal.
Sabía que mi bendición patriarcal decía que me casaría. Sentía que las bendiciones que había recibido eran reales cuando se me prometió que me casaría. Sentía que si era obediente, todo funcionaría, al menos de alguna manera el Señor sabe que es lo mejor para mi.
Pero aun sabiendo esas bendiciones no cambiaba el hecho de que me sentía solo. Me distraje con citas, en vez de aislarme, dedicarme a los negocios era mi consuelo.
Intenté cansar al Señor, traté de jugar el juego de las citas exactamente bien, ore, ayuné, fui al templo. Pero a pesar de salir en más de 1000 citas, mis intentos fueron completamente infructuosos.
Me sentí como Sheri Dew cuando dijo, “creanme, si ayunar, y orar y asistir al templo automáticamente resultara en tener un [esposo], ya tendria uno”. (You Were Born to Lead, You Were Born to Glory” Discursos BYU, Dic, 2003).
Trate de pensar en el día en que mi bendición vendría. Tan pronto cuando intentaba imaginarlo, una cita inundaba mi mente y extinguía el fuego de la duda, solo para ahogar mi esperanza del tiempo: “algunas bendiciones vendrán pronto, algunas vendrán más tarde, y otras no vendrán hasta en los cielos” Jeffery R. Holland, “Sumo Sacerdote de los Días Venideros”, Conferencia General Oct, 1999).
Sé que se suponía que debería sentir consuelo, pero tan sólo pensar que tal vez nunca me casaría fue impactante al principio pero después se volvió como una verdad incómoda antes de filtrarme en un profundo entendimiento de mi propósito aquí en la vida.
Pero los pensamientos seguían, tal vez mi esposa murió con los pioneros, tal vez, no estoy destinado a casarme en esta vida, había tratado, estaba cansado… simplemente cansado.
Me conformé con saber que mi futuro estaba en las en las manos del Señor mientras que mi presente estaba en las mías. Escogí hacer todo lo que podía hacer, encontrar una actitud positiva, y seguir adelante. Decidí continuar con mi vida.
Quería renunciar, (lo que sea que eso signifique), pero en vez de eso, obtuve esperanza, de héroes como Sheri Dew, de que hay más en la vida que sólo estar casado.
Y fue entonces que me hubiera gustado escuchar lo que el Élder Dallin H. Oaks dijo en una conferencia de área a 225 estacas al sureste de los Estados Unidos, “no debemos sentirnos desalentados si las cosas por las que oramos no han sucedido… No debería importar si somos solteros o no… Si sólo damos lo mejor y confiamos en el Señor y en Su tiempo”. (Notas personales, Dic, 2015).
Pero como muchas personas dicen, encontrar una pareja sucede de una manera totalmente inesperada. Quiero decir, conocí a una chica en una caminata y le propuse matrimonio dos meses después.
No puedo decir que fue la manera que se suponía que debería de suceder, o que el destino nos unió, pero sólo sucedió.
El punto no es que se conformen con que nunca se casarán, el punto es que no importa cual sea su situación en esta vida, asegurense de vivirla.
Hay mucha belleza en la vida y si solo buscamos en llenar un deseo, nos perderemos de todas las riquezas que nos aguardan. Al igual que la historia del hombre en un crucero que no participó de ninguna actividad porque estaba demasiado enfocado en otras cosas y no tomó tiempo de descubrir las posibilidades que estaban disponibles para él. No dejen que el estar soltero los detenga, no dejen que el no estar casados sea la razón por la cual vivan por debajo de su potencial.
“Vendrá el día” no debería ser una frase desalentadora, pero si una carrera animada para absorber cada día que podamos. No sabemos cuando llegará ese día, o lo que nos llevará a ese día, pero lo encontraremos si seguimos adelante.
¿Qué estás esperando? ¡El mundo te está esperando!
Este artículo fue escrito originalmente en inglés por Zack Oates y fue publicado en ldsliving.com, como “A message to those tired of being singles”
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