5 discursos que me ayudaron en la misión (y que también podrían ayudar a los misioneros que conoces)

misioneros

Estando en la misión, mi parte favorita del día era la hora que tenía por la mañana como estudio personal.

Durante esos 18 meses, leí muchos discursos inspiradoras de Apóstoles y Profetas, y desde entonces nuestros líderes de la Iglesia han continuado dando mensajes inspiradores sobre la misión. Pero los siguientes cinco siguen siendo mis favoritos y fueron los que me ayudaron mucho en mi misión.

También te puede interesar: 5 preguntas que puedes hacer que sorprenderán (y agradarán) a los misioneros retornados

1. “La obra misional y la expiación”: Jeffery R. Holland

misioneros

Un misionero pueden leer ese discurso cuando llega a casa después de un día largo y difícil, y recordar el amor que el Salvador tiene para ellos como misioneros. Este discurso es lo que me hizo sobrellevar los tiempos difíciles. ¡Me salvó! Mi recomendación sería que cada misionero tenga una copia impresa del discurso.

“Estoy convencido de que la obra misional no es fácil porque la salvación no es una experiencia ordinaria. La salvación nunca fue fácil. Nosotros somos la Iglesia de Jesucristo, ésta es la verdad, y Él es nuestro Gran y Eterno Líder. 

¿Cómo podemos creer que podría ser fácil para nosotros cuando nunca fue fácil para Él? Opino que tanto los misioneros como los líderes de la misión deben pasar, aunque sea unos momentos, en Getsemaní. Tanto los misioneros como los líderes de la misión deben dar aunque sea uno o dos pasos hacia la cima del Calvario.”

2. “La bendición de ser misionero”: Elder Vaughn J. Featherstone

planificacion misional

Este discurso se centra en las bendiciones y sacrificios de los misioneros, los cambios que realiza, su amor por la obra y su trabajo consagrado a nuestro Padre Celestial.

“Cada misionero tiene una historia de amor y sacrificio. Su gran devoción a la causa, su amor por el Señor y su voluntad de servirle a Él, a quien pertenece esta obra, bendecirá’ su vida y su posteridad para siempre.”

3. “Permaneced en mí”: Jeffery R. Holland

misión

Este discurso les dará a los misioneros una perspectiva de lo que requiere una conversión y actividad en la Iglesia. Me encanta este discurso porque el Elder Holland habla de sus experiencias en Chile (donde serví mi misión), sin embargo los principios son poderosos para todos los misioneros.

“Cuando nos unimos a La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, subimos a bordo del Buen Buque de Sión y empezamos a navegar a dondequiera que éste vaya hasta llegar al puerto del Milenio. 

Permanecemos en el buque en días de tempestad y también de calma, bajo lluvia y sol, pues ése es el único camino hacia la tierra prometida. 

Esta Iglesia es el medio por el cual el Señor expone Sus doctrinas, ordenanzas y convenios de importancia crucial, y otorga las llaves que son esenciales para la exaltación; y nadie puede ser plenamente fiel al Evangelio de Jesucristo sin esforzarse por ser fiel en la Iglesia, la cual es su manifestación institucional en la tierra.”

4. “El divino don de la Gratitud”: Thomas S. Monson

sumisión

Este discurso se centra en lo que un misionero posee en lugar de lo que le falta, transformando a cada misionero permitiéndole enfocarse en los demás. Leí este discurso en el momento más difícil de mi misión y me permitió olvidarme de lo que me hacía falta centrándome en las cosas por las que estaba agradecida.

“Mis hermanos y hermanas, ¿nos acordamos de dar las gracias por las bendiciones que recibimos? El dar sinceras gracias no sólo nos ayuda a reconocer nuestras bendiciones, sino que también abre las ventanas de los cielos y nos ayuda a sentir el amor de Dios.”

5. “El milagro de la misión”: Jeffery R. Holland

Este discurso ayudará a los misioneros a olvidar sus deficiencias, las dificultades del idioma y las otras pruebas que enfrente en el campo misional. Leía este discurso cada semana de mi misión.

A menudo, mientras caminaba por las calles de Chile, las palabras de este discurso venían a mi mente y me ayudaban a continuar trabajando a pesar de los desafíos y las pruebas.

“No se preocupen por el idioma. Nada de eso importa. No importará. Dios les ama y esa es la verdad y ustedes pueden lograrlo. Solo agáchense, súbanse los calcetines y salgan a trabajar.

Este es un tiempo para que salgan. Se los suplico. ¡Les pido, en el caso de los Elderes, que tengan una misión de 24 meses! ¡No de 23, ni de 22, ni de 19, ni 1 de 6, ni de 14… sino que tengan una misión de 24 meses! 

Hermanas, tengan una misión de 18 meses, no de 15, no de 11, no de 6. Comiencen rápido. Corran afanosamente hasta llegar a la meta! Pueden descansar después.”

Este artículo es una adaptación y fue escrito originalmente por Aubrey Porter y fue publicado originalmente por ldsliving.com bajo el título “5 Talks That Helped Me on My Mission (And Could Help Your Missionary, Too)

Deja Tu Comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *