Seis misioneros de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días fueron retenidos por un hombre con pistola en una casa el pasado jueves por la noche durante una visita para una lección, informó la policía.
Alrededor de las 8:30 p.m., los misioneros visitaron a Paul Gutiérrez Márquez, de 45 años, en el área de West y Coventry Park Drive en West Valley City cuando ocurrió el incidente, según una declaración jurada de la policía presentada en el Tribunal del 3er Distrito.
“El individuo con el que se estaban reuniendo sacó un arma de fuego y los retuvo mientras los apuntaba, les dijo que no podían salir de la residencia”, dijo el sargento de la policía de West Valley, Sean McCarthy. “Fueron retenidos en la residencia por un poco más de una hora, entre tanto el sospechoso mostró un comportamiento emocional muy errático.”
Los misioneros le dijeron a la policía que trataron de salir de la casa después de los primeros 10 minutos de estar allí.
Durante el incidente, Márquez les hizo a los misioneros “preguntas genéricas” sobre la obra misional y la vida antes de su servicio misional, dijo McCarthy.
Márquez se enojaba sin razón y los apuntaba con el arma, según el sargento. “Pasó lo mismo una y otra vez, estaba tranquilo en un momento y luego se ponía muy agresivo y enojado”, dijo.
“[Márquez] los amenazó varias veces diciéndoles de que no podían irse. Apuntó el arma de fuego a las seis víctimas retenidas en la residencia durante más de una hora”, se afirmó en la declaración jurada.
Después de aproximadamente una hora, los misioneros “pudieron tranquilizarlo”, dijo el teniente M.T. Johnson de la policía de West Valley. Después de que se fueron, los misioneros llamaron al presidente de su misión y luego llamaron al 911.
Le dijeron a la policía que Márquez había estado bebiendo durante el incidente y que “apuntaría con un arma de fuego a las personas si es que no le gustaba lo que estaban hablando”, se afirmó la declaración jurada.
Los misioneros “parecían jóvenes de 19 ó 20 años de edad que se habían asustado y sorprendido bastante”, dijo McCarthy.
Márquez le dijo a la policía que “sacó el arma de fuego para mostrársela a las víctimas”, según documentos judiciales. Le dijo a la policía que encontrarían la pistola en su sofá.
La policía también encontró recipientes vacíos de cerveza y whisky, según McCarthy.
Márquez fue llevado a la cárcel del condado de Salt Lake para ser investigado por seis cargos de secuestro agravado, seis cargos de asalto agravado y tres cargos de posesión de un arma peligrosa por parte de una persona restringida.
“Estamos agradecidos de que estos seis misioneros pudieron afrontar esta situación con calma y de manera apropiada y poder salir sin lesiones. La Iglesia está trabajando para brindarles el apoyo y el asesoramiento necesario para recuperarse de esta situación tan alarmante”, dijo el portavoz de la Iglesia, Daniel Woodruff en una declaración el pasado viernes.
Los registros judiciales muestran que Márquez fue procesado por un cargo de intoxicación por un delito menor en el 2017. Un cargo de agresión por un delito menor contra él fue desestimado.
En ese incidente, el hijo de Márquez informó a la policía que Márquez lo empujó y lo pateó en las piernas después de “beber vodka y cerveza todo el día”, según los cargos.
Este artículo fue escrito originalmente por Ashley Imlay y fue publicado originalmente por deseretnews.com bajo el título “6 Latter-day Saint missionaries held at gunpoint in Utah, police say”