“Si los hombres y las mujeres son verdaderamente iguales, ¿por qué se cree que las mujeres siempre deben de ser las que cuidan de los hijos?”
Pregunta
Mi mamá me dijo que una de las cosas más importantes que existe es casarse y formar una familia. Yo también quiero una carrera exitosa para sentirme más realizada en la vida.
Si los hombres y las mujeres son verdaderamente iguales, ¿por qué se cree que las mujeres siempre deben de ser las que cuidan de los hijos?
Tanto los hombres como las mujeres pueden tener carreras, pero mi madre me dio a entender que casarme es más importante que la universidad y tener una carrera. ¿No debería procurar la mejor educación posible y asegurarme de poder proveer a mi familia de ser necesario?
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Respuesta
Gracias por la pregunta. Por lo que has compartido, me parece que la preocupación de tu madre proviene de sus buenas intenciones y amor por ti. No tengo la impresión de que tu madre esté tratando de limitar tus metas o aspiraciones, sino más bien tratando de ayudarte a ponerlas en un orden más sagrado, y quizás, con una perspectiva eterna más clara en mente.
La vida nos presenta repetidamente múltiples decisiones y elecciones. Algunas opciones pueden identificarse fácilmente como “malas” o “buenas”. Otras decisiones a las que nos enfrentamos pueden ser quizás más difíciles de tomar. A veces, las opciones que tenemos ante nosotros no son malas o buenas, sino que son opciones que van de cosas buenas, mejores o excelentes para nosotros.
La capacidad de ver claramente en estos casos puede, a veces, verse más difícil ya que cada camino podría conducirnos a un esfuerzo positivo y valioso. En estos tiempos, cuando todas las elecciones a considerar parecen tener un valor positivo, es bueno recurrir al Señor y escuchar lo que tiene que decir al respecto.
Permíteme responder una de tus preguntas: “Si los hombres y las mujeres son verdaderamente iguales, ¿por qué se cree que las mujeres siempre deben de ser las que cuidan de los hijos?”
A veces confundimos los términos “igualdad” con “ser iguales”. Los Hombres y mujeres no son iguales, somos diferentes. De hecho, somos diferentes por designio divino y nuestro Padre Celestial nos ha pedido que cumplamos diferentes roles.
El Señor comparte Su perspectiva sobre estos diferentes roles con nosotros en La Proclamación para el Mundo, se nos dice:
“Por designio divino, el padre debe presidir la familia con amor y rectitud y es responsable de proveer las cosas necesarias de la vida para su familia y de proporcionarle protección.
La madre es principalmente responsable del cuidado de sus hijos. En estas sagradas responsabilidades, el padre y la madre, como compañeros iguales, están obligados a ayudarse el uno al otro.”
Vemos casi al final que son “compañeros iguales”, pero antes de eso vemos que los roles asignados a los padres y madres son “diferentes”. Una vez más, “igualdad” no significa “ser iguales”.
Nuestro Padre Celestial tiene un plan para nosotros. Un propósito por el cual estamos aquí en este periodo terrenal:
“Existen los hombres para que tengan gozo.” (2 Nefi 2:25)
“Y con esto los probaremos, para ver si harán todas las cosas que el Señor su Dios les mandare.” (Abraham 3:25)
Parte de porqué estamos aquí es para experimentar un verdadero gozo y ver si seguiremos los mandamientos de Dios.
De todas las opciones que tenemos, seguir el plan de Dios es la “mejor” opción que podemos tomar. Otras opciones pueden ser “buenas”, pero no llegan a ser la “mejor” opción.
De tu pregunta, siento tu necesidad de justificar tus sentimientos: “¿No debería procurar la mejor educación posible y asegurarme de poder proveer a mi familia de ser necesario?” Debemos tener cuidado de no poner más atención al posible “plan de respaldo” y perder de vista nuestro verdadero “plan divino”.
El presidente Gordon B. Hinckley dijo lo siguiente:
“En estos tiempos, una jovencita necesita estudios formales; necesita los medios a través de los cuales pueda ganarse la vida en caso de encontrarse en una situación en donde tenga que hacerlo por necesidad.
La gama entera de oportunidades está a la disposición de la mujer; no hay nada que ustedes no puedan hacer si se esfuerzan por lograrlo.
Agradezco que las mujeres de hoy en día tengan las mismas oportunidades de estudiar ciencias, profesiones y cualquier otra faceta del conocimiento humano. Tienen tanto derecho como los hombres al Espíritu de Cristo, que ilumina a todo hombre y mujer que viene al mundo (véase DyC 84:46).
En el sueño de la mujer que quisieran llegar a ser, podrían incluir la imagen de una que esté preparada para servir a la sociedad y hacer una importante contribución al mundo del cual forma parte.
Establezcan sus prioridades en términos de matrimonio y familia, pero también busquen formarse académicamente, de modo que las lleve a obtener un trabajo satisfactorio y empleo productivo en caso de que no se casen, o a un sentimiento de seguridad y satisfacción en el caso de que se casen. La formación académica aumentará su valor y refinará sus talentos.”
Estoy de acuerdo con tu mamá. Pero más importante aún, estoy de acuerdo con tu mamá porque ella está de acuerdo con el plan de nuestro Padre Celestial. Tener una educación es una buena meta, un gran objetivo. Tener una carrera también puede ser una gran meta. Sin embargo, cumplir con el designio divino del plan de nuestro Padre Celestial es la mejor meta que puedes alcanzar.
Si yo fuera tu padre, yo también te alentaría a concentrar tus esfuerzos en la mejor meta en lugar de simplemente alcanzar una buena meta. Si puedes encontrar felicidad en una carrera, te prometo que podrás encontrar mayor felicidad y satisfacción duradera en ser una madre que cuida a sus hijos.
Todos los mandamientos están diseñados para elevarnos a un plano superior de felicidad y gozo verdadero y duradero. Todos los mandamientos tienen la intención de ayudarnos a poner a los demás antes que nuestros propios deseos.
Hay personas que en esta vida nunca tuvieron la oportunidad de casarse, no por culpa propia. También puede haber personas que simplemente no pueden tener hijos. Para aquellos que están limitados temporalmente en esta vida, quizás para ellos una educación y una carrera son la mejor opción.
Sin embargo, quisiera brindar un consejo para aquellos que pueden casarse y tener hijos, pero que simplemente eligen no hacerlo por alcanzar su propia satisfacción. La decisión de seguirlo es suya: Acércate al Señor en ayuno y oración para buscar Su guía y dirección al tomar algunas de las decisiones más importantes de tu vida, trata de ponerlas en un orden más sagrado para ti.
Este artículo fue escrito y publicado originalmente por askgramps.org bajo el título “Why is there a stigma that women always have to be the caretakers?”