Por segunda vez consecutiva, la Conferencia General de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días se impartió a través de los diferentes canales de difusión a nivel global.
A pesar de que el Centro de Conferencias sigue estando vacío y que el Templo de Salt Lake y las áreas que rodean la Manzana del Templo se encuentran bajo remodelación y renovación, la histórica conferencia semestral Nº 190 se transmite a los 16 millones de Santos de los Últimos Días en todo el mundo.
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Los esfuerzos del presidente Russell M. Nelson y las autoridades generales de la Iglesia continúan ejemplificando el pasaje de Doctrina y Convenios 84:62:
“Id, pues, por todo el mundo; y a cualquier lugar a donde no podáis ir, enviad, para que de vosotros salga el testimonio a todo el mundo y a toda criatura”.
El mensaje del Evangelio y la Tecnología
Desde el brote del coronavirus, la tecnología se ha implementado de manera creativa para enviar mensajes que unen a las personas de manera significativa.
Esto no es nada nuevo.
La Iglesia de Jesucristo ha estado difundiendo su mensaje a los lugares donde no ha podido llegar desde sus inicios.
En una entrevista reciente, el élder M. Russell Ballard, presidente interino del Quórum de los Doce Apóstoles, compartió sobre cómo la Iglesia ha enviado a sus Santos y el mensaje del Evangelio al mundo durante décadas.
En los primeros años de la Iglesia, los mensajes se enviaban a caballo y luego por carreta.
“Luego las cosas empezaron a cambiar. Henry Ford se decidió a descubrir cómo crear un motor y colocarle algunas ruedas, y lo llamó automóvil… Y ahora, estamos en todo el mundo”.
Existe un paralelo interesante entre los avances tecnológicos y el crecimiento de la Iglesia de Jesucristo.
Un apóstol de la Iglesia en sus inicios, Orson Pratt, se dirigió a un grupo de personas en 1873, tres años antes de que Alexander Graham Bell presentara su patente para el teléfono, y comentó que, aunque en 1873 ningún sonido creado por el hombre no podía extenderse ni ser escuchado a más de una distancia moderada, el futuro permitiría que la Iglesia enviara su mensaje para que “sea escuchado por todos los pueblos, naciones, tribus y lenguas en los cuatro rincones de nuestro mundo”.
Pratt continuó diciendo:
“No sé si el sonido será mucho más fuerte que algunos de los que hemos escuchado, pero será transmitido por algún poder milagroso para que todas las personas lo escuchen”.
El presidente Ballard aplicó los avances a los desafíos de 2020:
“Ahora atravesamos una pandemia y no podemos movernos. ¿Qué hacemos?
Nos dirigimos a [las oficinas generales] y nos sentamos, y de pronto estamos… en Cusco, Perú… y llevamos a cabo una reunión de capacitación de liderazgo del sacerdocio, nos reunimos con las hermanas, nos reunimos con los misioneros y no tenemos que salir del edificio”.
El presidente Ballard concluyó:
“El Señor ha sido muy bueno con nosotros al ayudarnos a mantener nuestros brazos alrededor de Su reino al brindarnos la tecnología casi al mismo tiempo que las necesidades y el crecimiento de la Iglesia”.
Un mensaje que no tendrá fin
Los discursos y mensajes transmitidos por medio de la tecnología, en lugar de persona a persona, todavía incluyen la invitación de congregarse en buena voluntad, fe, ayuno y oración.
Durante los últimos dos años, los líderes de la Iglesia han dirigido a sus miembros hacia un enfoque más centrado en el hogar, apoyado por la Iglesia con el fin de seguir a Jesucristo. Esta Conferencia General también será una reunión global centrada en el hogar.
Es probable que los desafíos en el mundo continúen a medida que la tecnología continúa evolucionando y progresando, pero La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días seguirá enviando su mensaje a donde no pueda ir.
Fuente: deserest.com