Por Terrie Lynn Bittner
Una reciente encuesta de Pew sobre los mormones encontró que la mayoría de los mormones, el 87 por ciento, considera inmoral a la poligamia. Los mormones creen que una esposa es el estándar normal de Dios, pero que la poligamia es aceptable cuando es ordenada por Dios para Sus propósitos.
Además, el 25 por ciento cree que el divorcio es inmoral. Oficialmente, los mormones (un apodo para los miembros de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días) creen que el divorcio es inmoral excepto bajo ciertas circunstancias, tales como el abuso o la infidelidad.
El 54 por ciento de los mormones cree que beber alcohol es inmoral. Los mormones practican un código de salud, llamado la Palabra de Sabiduría, ampliamente admirada por expertos la cual incluye evitar el alcohol, tabaco, té, café, y drogas ilegales. Alienta a comer frutas, vegetales, y granos enteros y recomienda el consumo medido de carne. No prohíbe, a pesar de la creencia común, la cafeína, aunque muchos mormones si la evitan como forma de salud y un deseo de evitar sustancias adictivas. Tampoco prohíbe los mates de hierbas, los cuales no son realmente té. Aunque estas son sugerencias de sentido común hoy en día, se les consideraba completamente extrañas en el momento que la Palabra de Sabiduría fue revelada por primera vez y la mayoría de las personas trataban a la carne como el alimento principal y el tabaco no era más que un pasatiempo descuidado. Aunque los mormones no beben, rara vez tienen sentimientos negativos hacia los demás que sí lo hacen, cuando lo hacen responsablemente. Sus sentimientos acerca del alcohol se refieren más a cómo ellos escogen vivir sus vidas.
El 74 por ciento de mormones considera inmoral el aborto. Los mormones no aprueban el aborto como una forma efectiva de control de natalidad, aunque se permite, cuando es considerado por oración, luego de una violación o incesto o cuando la vida de la madre está en riesgo.
El sexo entre adultos solteros es considerado inmoral por el 79 por ciento de mormones. El mormonismo tiene normas estrictas con respecto a la santidad del matrimonio y con respecto a cómo mostramos respeto a nuestros cuerpos, los cuales son un regalo de Dios y están hechos a Su imagen. Enseñan que debemos vestir con modestia (un estándar que les permite seguir comprando en tiendas comunes y armonizar, pero lo que cubra el cuerpo responsablemente). Los mormones también reservan la intimidad para el matrimonio.
El 65 por ciento de los mormones sienten que la homosexualidad debe ser disuadida. Oficialmente, la Iglesia diferencia entre la homosexualidad y las prácticas homosexuales. No es un pecado ser homosexual, pero practicar la conducta homosexual sí lo es. En una línea similar, no es pecado ser alcohólico, aunque sí es un pecado beber alcohol. La Iglesia no toma posición sobre qué causa la homosexualidad, porque no hace una verdadera diferencia en el esquema eterno de las cosas. Los mormones no creen que exista la homosexualidad después de la muerte, lo cual es una razón por la que se oponen al matrimonio homosexual. Los mormones creen que los matrimonios están destinados a durar una eternidad, no sólo por esta vida.
La poligamia fue descontinuada hace más de 100 años. Siempre fue una práctica minoritaria, con una pequeña cantidad de miembros practicándola. Así como los protestantes no son católicos sólo porque son una secta separatista de la religión católica, los polígamos modernos no son miembros de la corriente principal de la Iglesia. Algunas sectas polígamas se separaron de la corriente principal de la Iglesia, pero la Iglesia hoy en día no tiene control sobre ellas y cualquiera que practique la poligamia hoy en día es excomulgado.
Se debe tomar en cuenta que la encuesta involucró a gente que se identificaba a sí misma como mormones, pero que tenían diferentes niveles de compromiso, actividad religiosa y testimonio. Algunos que tomaron la encuesta aceptaban todas las enseñanzas de la Iglesia, y otros no.
La poligamia es la parte de esta encuesta que parece de mayor interés para la gente. En 2 Samuel 12:8, aprendemos que Dios mismo le dio a David múltiples esposas, pero le advirtió que se había equivocado en el caso de uno de sus matrimonios. Sin embargo, las otras esposas no fueron el resultado del pecado, dado que Dios mismo le dio a David estas esposas. Abraham, por supuesto, tuvo una cantidad de esposas, y sabemos que Dios lo consideraba un hombre muy justo. Sus varios matrimonios cumplieron sus profecías. Otros profetas también la practicaron bajo mandamiento.
“Allí será el llanto y el crujir de dientes cuando veáis a Abraham, y a Isaac, y a Jacob y a todos los profetas en el reino de Dios, y vosotros estéis excluidos” (Lucas 13:28). Esto demuestra que Dios no encontraba error en la poligamia de Sus siervos, quienes estuvieron practicándola en el tiempo que Dios les dio instrucción de hacerlo. Sin embargo, la práctica de la poligamia cuando no es ordenada es un pecado, aún si es legal en el país de esta persona.
La poligamia, como se practicó en la historia mormona, es muy diferente de la poligamia que vemos en las sectas separatistas actuales. En la Biblia, la esposa de Abraham escogió a la segunda esposa. Los polígamos en la historia mormona no eran permitidos de tomar esposas adicionales sin el permiso de la Iglesia y sin el permiso de la primera esposa, quien también tenía la aprobación de la mujer escogida. Algunas mujeres mormonas fueron en realidad las instigadoras, convenciendo a sus esposos de tomar otra esposa y en ocasiones incluso eligiendo a la esposa que sentían encajaría mejor en su familia. Brigham Young no seleccionaba esposas para los hombres a menos que se lo pidieran. Cada familia elegía a sus propios miembros.
Las mujeres no estaban obligadas a entrar en la poligamia y a los miembros no se les enseñaba que negarse a participar les impediría ser salvos después de la muerte. Era un programa voluntario tanto para hombres como para mujeres. Una mujer que elegía la poligamia y luego se daba cuenta que no podría lidiar con ella después de todo, casi siempre recibía el divorcio por Brigham Young. Los hombres, sin embargo, eran mandados a regresar a casa y trabajar en sus matrimonios. Si le pedían a una mujer que se casara con ellos, se esperaba que hicieran que el matrimonio funcionara.
El treinta por ciento de mujeres en matrimonios polígamos estuvieron casadas anteriormente. En la década de 1800, las mujeres tenían algunos derechos legales y muchas no estaban preparadas para sostenerse a sí mismas o a sus hijos si sus esposos morían o las abandonaban. La poligamia ofrecía protección y seguridad legal para muchas de estas mujeres. La mayoría de matrimonios mormones involucraron sólo dos esposas, y sólo un tercio de todas las mujeres mormonas que estaban en edad de contraer matrimonio estuvieron en matrimonios polígamos.
Se debe tener en cuenta que en un tiempo cuando las mujeres sentían la necesidad de estar casadas, la poligamia ofrecía mayores oportunidades de hacerlo. Había más mujeres que hombres mormones. Los hombres, ahora teniendo que competir por las mujeres disponibles, tenían que demostrar que serían buenos esposos. Las posibles esposas podían ver cómo un hombre trataba a su primera esposa y decidir si estaría cómoda en esa clase de relación. Las mujeres tenían un control total sobre su elección de esposo, y los hombres tenían que demostrar que eran buenas elecciones.
Las mujeres mormonas se opusieron a la idea de que eran víctimas en estas relaciones. Ellas –y los negros– tenían el derecho de votar en Utah y en comunidades mormonas anteriores. Se les permitía tener propiedades. Brigham Young las alentó a cursar carreras normalmente realizadas por los hombres, diciendo que no había razón en absoluto para que no pudieran ser doctoras, bibliotecarias o incluso políticas. La primera mujer senadora de estado fue una mujer de Utah, una doctora, que postuló compitiendo con su esposo polígamo y ganó. Las mujeres que estaban en matrimonios polígamos fueron alentadas a regresar a la escuela o realizar una carrera si otra esposa se preparaba para cuidar del hogar y los hijos.
Cuando el gobierno federal tomó Utah, eliminó todos esos derechos legales. Las mujeres mormonas perdieron el derecho al voto y otros aspectos de sufragio. Ellas lucharon enérgicamente para recuperar estos derechos, llevando sus batallas por medio de la Sociedad de Socorro, una organización auxiliar mormona oficial para mujeres. Esta batalla fue dirigida por una de las esposas de Brigham Young. Algunas viajaron a Washington DC con el apoyo de sus esposos para trabajar con Susan B. Anthony y otros líderes. Una vez que el sufragio femenino se hizo legal, Utah fue el segundo estado en brindárselo a las mujeres.
Para leer más acerca del estudio Pew sobre los mormones, visite el análisis de Deseret News sobre la parte de la moralidad de este estudio.
Mormons say polygamy morally wrong, Pew poll shows (Los mormones dicen que la poligamia es moralmente incorrecta, muestra encuesta Pew), por Amy Choate-Nielsen, Deseret News, Pulblicación: 15 de enero de 2012 7:00 p.m. MST.