Ante un mundo más difícil
Por Reinaldo Mendoza
Las familias en el mundo están enfrentando las repercusiones de una economía cambiante y cada vez más compleja. Los ingresos familiares son también más escasos y la manera de llevar los egresos exige mayor precisión, y que los mismos sean más una inversión que un gasto sin beneficio real. Ello implica que la participación de todo el núcleo familiar (padres e hijos) sea integrado y tengan los objetivos bien delineados.
Los líderes de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, organización religiosa conocida por muchos como la Iglesia Mormona y como los mormones a sus miembros, han venido enseñando en toda su historia, desde la Restauración del Evangelio en el siglo XVIII y cuyo evento se llevó a cabo por Dios y a través de Su siervo José Smith, que el ahorro y el buen uso de los recursos familiares debe ser siempre tomado en cuenta por las familias y así asegurar la autogestión y la autosuficiencia.
Ahora bien, ¿Cómo puede una familia lograr tal autosuficiencia y el buen manejo de sus recursos familiares?. En primer lugar, las familias mormonas son instruidos en cuanto a la importancia de efectuar consejos donde hablen de todos los asuntos que afectan a uno o a todos los miembros del grupo familiar y de allí resultarán las medidas a tomar en adelante.
Este método permite que las ideas y acciones estén siempre orientadas al bien común. A este plan de acción se puede llamar plan financiero familiar. Es de desatacar que este tipo de instrucciones no están exclusivamente dispuestas para los miembros de La Iglesia Restaurada, pues los líderes de ésta organización saben que han sido llamados por Dios para ser una luz al mundo y que por medio de ellos, el Padre Celestial provee de instrucción a todos sus hijos aquí en la tierra, bien sea que participen o no de las bendiciones de pertenecer a Su Iglesia.
Este plan financiero familiar es una preparación ante las adversidades económicas. Con estas medidas se procurará siempre el uso disciplinado de los recursos familiares e individuales. Se plantean dos vertientes importantes en este plan: el primero es la constitución de un presupuesto familiar y desde el cual se deriven todos los egresos, bien sea semanal, quincenal o mensualmente, o según la realidad particular de la grupo. El segundo se trata de un plan de ahorro, el cual permitirá la formación de un fondo o reserva monetaria.
En cuanto al presupuesto familiar, con esta hoja de trabajo se deben identificar los ingresos provenientes de sueldos fijos y adicionales. Así mismo, todos los gastos previstos de tales ingresos, iniciándose con los diezmos y las ofrendas, los cuales deben separase del capital bruto de forma inmediata y colocado en el sobre respectivo, listo para su entrega el próximo domingo en la capilla.
Seguidamente, se debe tomar en cuenta el monto dispuesto para el ahorro, en este punto se puede establecer un monto fijo que de paso a la acumulación de un capital útil para efectuar inversiones diversas. De la misma forma una cantidad dispuesta para los alimentos, hipotecas o alquileres, gastos para servicios públicos, transporte, pago de deudas, seguros, gastos médicos, ropa, gastos escolares, entre otros.
A los mormones se les enseña la importancia de cumplir con los mandamientos y leyes divinas. La Ley de Diezmos sigue vigente aún el los últimos días y para recibir las bendiciones registradas en el libro de Malaquías, en la Biblia capítulo 3 versículo 10, que asegura las ventanas de los cielos se abrirán y derramará grandes bendiciones sobre los que con fidelidad cumplan con esta sagrada Ley, así como en las ofrendas de ayuno.
Igualmente, es importante que se eviten las deudas innecesarias. Se invita a las personas a gastar menos de lo que ingresan y a no comprometerse con deudas o gastos extras a las planificadas, puesto que ponen en riesgo el plan establecido. Los líderes mormones invitan que se eviten las deudas en todo momento y solo en caso de una medida de necesidad real y bajo un estudio de un plan de pago ajustado y responsable se pueda incurrir en esta acción.
De tener deudas, debe procurarse su cancelación en breve. El presidente N. Eldon Tanner (1898-1982) enseñó que los que logran estructurar su nivel de vida para permitir un superávit económico llegan a tener el control de su situación. Mientras que los que gastan un poco más de lo que ganan son controlados por sus circunstancias, puesto que ellos están en la esclavitud.
La aplicación del presupuesto familiar debe ser firme. Es importante que se registren los gastos y puedan revisar cualquier desajuste al curso planteado en el presupuesto original. Se deben hacer correctivos ante cualquier falla y seguir a delante con lo pautado.
En cuanto al plan de ahorro, se debe considerar la manera en que estos fondos puedan utilizarse en su momento. Se debe determinar si serán utilizados para una inversión en vivienda, vehículo u otro. Así mismo, se debe establecer de este fondo, una parte para emergencias y pago especiales de deudas.
Para que este plan financiero tenga éxito, todos los integrantes de la familia debe participar y ser instruido al respecto. Los padres enseñan la importancia de la buena administración de los recursos familiares a sus hijos. Sus hijos, por su parte, en la medida que aprenden y cumplen con ello, serán bendecidos en sus propias familias y en la medida que vean el exitoso resultado de dicho plan desearán establecer sus propias metas y la obtención de nuevas y mayores bendiciones.
En un mensaje especial de la Primera Presidencia de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, publicado para las familias y para tratar este asunto de llevar una vida providente se indicó: “Durante muchos años se ha aconsejado a los Santos de los Últimos Días ahorrar un poco de dinero para prepararse para la adversidad. Al hacerlo, se incrementa enormemente la seguridad y el bienestar. Toda familia tiene la responsabilidad de proveer de lo necesario para sus propias necesidades hasta donde le sea posible”.
“Dondequiera que vivan en el mundo, les instamos a evaluar la condición de sus recursos económicos para prepararse para la adversidad. Les instamos a ser moderados en sus gastos y a ejercer la disciplina en sus compras a fin de evitar las deudas. Paguen sus deudas lo más pronto posible, y libérense de ese cautiverio. Ahorren con regularidad un poco de dinero a fin de establecer gradualmente una reserva económica”.
Recalca este comunicado que “si ya (los santos) han pagado sus deudas y cuentan con una reserva económica, por pequeña que sea, ustedes y su familia se sentirán más seguros y disfrutarán de mayor paz en su corazón. Que el Señor les bendiga en sus esfuerzos relacionados con la economía familiar”.
Periodista (Comunicador Social, mención Desarrollo Social), egresado de la Universidad Católica Cecilio Acosta en Venezuela. Magister en Teaching Higher Education, egresado de la Caribbean International University. Miembro de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, donde sirve como Obispo del Barrio Unión, Estaca Los Sauces, Valencia-Venezuela.