Queridas mujeres Santos de los Últimos Días: Es hora de cumplir la profecía del Presidente Kimball

mujeres de la Iglesia

El Presidente Kimball profetizó que muchas de las buenas mujeres del mundo se unirían a la Iglesia a medida que las buenas mujeres de la Iglesia reflejen 4 atributos esenciales.

¿Alguna vez te has preguntado quién se supone que deberías ser? ¿quién desearías ser? O mejor aún, ¿quién quiere Dios que seas?

No debe extrañarnos que nos hagamos estas preguntas cuando las lecciones de la Escuela Dominical, los discursos de la Iglesia, los artículos de la Liahona y nuestra bendición patriarcal siempre parecen tocar este tema.

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modestia

¡Incluso lo cantamos en nuestros himnos! “Seré lo que quieres que sea, Señor”. Sin embargo, el bombardeo agonizante de contenido como este no termina (ni empieza) dentro de los edificios de nuestra Iglesia.

Aparentemente interminables artículos de blog, canales de YouTube y otros personajes que pretenden saberlo todo hablan a nuestros oídos con sus ideas y soluciones. Ellos asumen saber la respuesta al tipo de persona que tu comunidad, país o familia necesita que seas.

Sé una luchadora, sé cariñosa, sé positiva, sé despreocupada. No es que ninguna de estas cosas sean malas, pero en toda el material de lectura que he leído, parece que hay un tipo de persona que no se reconoce ni se menciona: el humilde discípulo de Cristo.

La mujer que Dios necesita que seas ahora

profeta

Spencer W. Kimball

En 1979, el Presidente Kimball dio un discurso a las mujeres de la Iglesia que fue muy profundo e inspirador. Él, a diferencia de muchas de las voces populares que escuchamos hoy, mencionó que seamos discípulos de Jesucristo. 

Pero, tal como hacen los profetas, brindó una profecía bastante notable sobre nuestro tiempo y el tipo de mujer que el Señor necesita que seamos. Una profecía que hace toda la diferencia. Él dijo:

“Gran parte del progreso y del crecimiento que tendrá la Iglesia en estos últimos días se deberá a que habrá muchas mujeres en el mundo que, teniendo un gran sentido de espiritualidad, se sentirán atraídas a la Iglesia. 

Pero eso sólo sucederá si es que las mujeres de la Iglesia viven de forma recta y son elocuentes hasta el punto en que las consideren distintas y diferentes —de forma positiva— de las mujeres del mundo.”

Conferencia General

¿Captaste eso? Lo que el Señor está diciendo a través del Presidente Kimball es que necesita que seamos rectas, elocuentes y diferentes.

La mejor parte es la promesa de que al hacer esto, seremos estandartes de luz para quienes nos rodean; los atraeremos al Evangelio por la forma en que vivimos nuestras vidas, ¡qué promesa tan maravillosa! ¿Pero qué significan estas características? ¿Y cómo se ven demostradas en nuestra vida cotidiana?

Ser elocuente

adolescentes

Me encanta cómo Sharon Eubank describió estas virtudes en su discurso “Enciendan su luz” porque es clara y precisa. Parafraseando a la hermana Eubank, la articulación es poder expresar claramente cómo nos sentimos acerca de algo y por qué. Pedro expresó:

“…santificad a Dios el Señor en vuestros corazones, y estad siempre preparados para responder con mansedumbre y reverencia.”

Necesitamos poder expresar lo que creemos y por qué lo creemos. Atrás quedaron los días en que podemos apoyarnos en el testimonio de otra persona o justificar la razón de nuestra fe diciendo “simplemente creo”.

VIDA

En un mundo cada vez más polarizado y complejo, es absolutamente esencial esforzarnos para tener un testimonio del Padre Celestial y de Jesucristo y Su Evangelio. Necesitamos razonar con el Evangelio, hacer preguntas y, a veces, cuestionar ciertas respuestas

Comprender por qué crees en algo lleva tiempo, introspección y la voluntad de desafiar ciertas creencias. A veces, ahondar en lo que creemos y por qué puede ser abrumador y atemorizante, pero si nos aferramos a la fe y los testimonios que tenemos, no tiene que ser tan atemorizante ni desalentador.

De hecho, ¡el proceso de entender las razones detrás de nuestra creencia puede aumentar nuestra fe y nuestra fidelidad! Cuando tenemos una razón para creer algo, nuestra voluntad para permanecer firmes cuando las cosas se ponen difíciles se fortalece. Nuestra capacidad y deseo de compartir el Evangelio también aumenta.

Ser recta

Jesucristo sufrimiento

Tengamos un momento real y verdaderamente honesto aquí. ¿Te causa confusión lo que significa ser una persona recta o justa? A mi sí, especialmente cuando considero lo que significa en el contexto de la cultura actual (y pasada) de nuestra Iglesia.

Bajo ese contexto, es casi un sinónimo de ser una persona perfecta, de hacer lo correcto todo el tiempo. Pero en serio, ¿quién puede lograr eso? Sólo Jesús, Él es el único.

Así que pongámonos en la misma página aquí y eliminemos nuestras expectativas culturales y los matices asociados con ser rectas. Repetiré lo que la hermana Eubank dijo:

“Ser rectas no significa ser perfectas o nunca cometer errores. Significa desarrollar una conexión interna con Dios, arrepentirnos de nuestros pecados y errores, y ayudar libremente a los demás.”

transformar debilidades

¿Necesito decir más?

Ser recta no es tan difícil como nos imaginamos. Se trata de ser una buena persona y ayudar a los demás, porque eso es lo que Cristo hace.

Por lo tanto, ser recta es más sobre el proceso de llegar a ser como nuestro Salvador, en lugar de ser Él. Cuando actuamos de esta manera auténtica, la luz de Cristo brillará intensamente en nosotras. 

Las personas que nos rodean podrán verlo en nosotras y por medio de nosotras. Ellas verán Su poder y se sentirán atraídos a Él.

Ser distinta

meditar

El diccionario Merriam-Webster define “distinta” como:

“Distinguible para los ojos o la mente, no es igual o semejante.”

Esto tiene muchos vínculos con el atributo final (ser diferente) del que hablaremos, pero los dos no son lo mismo.

Tengan paciencia mientras exploramos juntas las diferencias. La hermana Eubank habla de ser distintas en el contexto de cómo vivimos el Evangelio. Ella dice que el Evangelio restaurado es distinto, pero también debemos ser distintas en cuanto a cómo lo vivimos.

La hermana Eubank NO está diciendo que debemos ser extremistas en la forma en que vivimos el Evangelio como una forma de diferenciarnos del resto. Más bien, ser distinta al resto significa ser consecuente en la forma en que vivimos nuestros convenios, tener la intención de vivirlo.

Ciclo de Orientación Espiritual

El poder de Jesucristo nos acompaña cuando vivimos con un propósito, en lugar de simplemente seguir la corriente. Nuestro actuar de manera consecuente e intencional nos obliga a que respondamos a la pregunta de por qué obedecemos los mandamientos y nos anima a ser un poco más fieles a nuestras creencias.

Vivir en tal armonía es notable para los demás; nos distingue de la multitud que nos rodea o nos acompaña.

Ser diferente

campamento de las Mujeres Jóvenes

Por último, nuestro Padre Celestial desea que seamos diferentes. Podríamos construir un rascacielos con la cantidad de discursos que se han dado sobre cómo debemos ser diferentes del mundo.

Como miembros de la Iglesia, vivimos con diferentes estándares. Ya sea en el tipo de ropa que usamos o en la forma en que esperamos que las personas actúen. En la mayoría de las cosas (con suerte en todas las cosas), elegimos vivir de manera opuesta a las tendencias y modas del mundo. Pero ¿por qué es así?

Bueno, tal vez esta idea tenga menos que ver con parecer más rectos que los demás y más con la obra misional.

El Presidente Kimball profetizó que muchas de las buenas mujeres del mundo se unirían a la Iglesia a medida que las buenas mujeres de la Iglesia reflejen los 4 atributos que hemos discutido.

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Eso es porque cuando somos claramente diferentes ante los ojos y las mentes de otras personas como seguidores de Cristo, hacemos que sea más fácil para quienes buscan al Señor con verdadera intención encontrarlo. 

Si a esa diferencia le sumamos una vida recta, lo distintas que somos, la elocuencia en nuestras expresiones de creencia, ¡el camino hacia al Padre Celestial podrá ser un camino fácil de ver!

Así que no busquen más, mis amigas, quién necesita y/o desea Dios que sean. Él necesita discípulos que sean articuladas, rectas, distintas y diferentes para ayudarlo a llevar a cabo Su obra más grande. ¡Es una obra maravillosa!

Este artículo fue escrito originalmente por Kelsey Mangum y fue publicado originalmente por ldsliving.com bajo el título “Dear Latter-Day Saint Women: It’s Time to Fulfill President Kimball’s Prophesy

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