En este tiempo en el que hemos estado alejados de la Iglesia de forma física y, ahora, que poco a poco se están retomando las reuniones presenciales, quizás sentimos que nuestra fe se ha debilitado.
Tal vez, sentimos que, en este tiempo alejados de la Iglesia, perdimos el enfoque. Es por eso que hoy deseamos recordarte 4 razones por las que no deberías perderte las reuniones tanto virtuales como físicas de la Iglesia.
1. Participar de la Santa Cena
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Una de las razones por las que asistimos a la Iglesia los domingos es para participar de la Santa Cena. El élder David B. Haight enseñó:
“La parte más importante de la reunión sacramental es la sagrada ordenanza de la Santa Cena, puesto que nos brinda la oportunidad de concentrar los pensamientos y el corazón en nuestro Salvador y en Su sacrificio”.
Creo que esta pandemia nos ha abierto los ojos a lo más importante, nos ha ayudado a valorar más lo que tenemos. En este caso, poder renovar nuestros convenios en nuestros hogares gracias al sacerdocio que fue restaurado y muchos de nuestros seres queridos poseen.
Quizás en este tiempo no todos podemos asistir físicamente a la Iglesia para participar de la Santa Cena, pero podemos hacerlo desde nuestros hogares.
Podemos añadir un mayor significado a este acto al enfocar nuestros pensamientos en el Salvador, en Su amor y la naturaleza única de la Santa Cena. El élder Christofferson explicó:
“El simbolismo del sacramento de la Santa Cena del Señor es hermoso de contemplar. El pan y el agua representan la carne y la sangre de Aquel que es el Pan de Vida y el Agua Viva, recordándonos dolorosamente el precio que Él pagó para redimirnos”.
2. Sostener a nuestros líderes de la Iglesia
Asistir a las reuniones de la Iglesia nos permite sostener a nuestros líderes.
Con frecuencia, pensamos que “sostener” solo significa levantar la mano en apoyo a alguien que ha recibido un nuevo llamamiento. Sin embargo, ese es solo el comienzo.
También sostenemos y apoyamos a las personas en sus llamamientos al asistir a las reuniones, lecciones y actividades apropiadas de las que ellos son responsables.
Podemos hacer una gran diferencia en nuestros barrios al participar de las reuniones que planifican nuestros líderes.
Gracias a nuestra asistencia más personas se unirán a estas actividades y juntos podremos fortalecernos espiritualmente así sea de forma presencial o virtual.
3. Establecer patrones de rectitud
Asistir con frecuencia a las reuniones de nuestra Iglesia establece un hábito.
Sin embargo, si decidimos que hay algo más importante que hacer el domingo que asistir a las reuniones de la Iglesia, la próxima vez será más fácil justificar no asistir a ellas.
Cuando establecemos el patrón de asistir a todas las reuniones de nuestra Iglesia, no solo a las que son divertidas o las del domingo, establecemos tradiciones de rectitud.
La hermana Cheryl C. Lant enseñó:
“Todos tenemos tradiciones en nuestra familia; algunas son materiales y otras encierran gran significado.
Las más importantes se relacionan con la manera en que vivimos y perdurarán al influir y moldear la vida de nuestros [seres queridos].
Las tradiciones se forman con el tiempo al repetir las mismas cosas una y otra vez.
Si somos firmes e inmutables en hacer lo bueno, nuestras tradiciones se arraigarán en la rectitud”.
¡Elijamos tradiciones justas!
4. Aprender a amar el evangelio
Aprendemos a amar el evangelio al vivirlo.
Cuando sientas que no tienes ganas de asistir a las reuniones de la Iglesia es cuando más necesitas asistir. La hermana Bonnie L. Oscarson enseñó:
“Les garantizo que siempre habrá una persona en cada reunión de la Iglesia a la que asistan que está sola, que está pasando por desafíos y necesita un amigo, o que siente que no encaja.
Ustedes tienen algo importante que contribuir a cada reunión o actividad, y el Señor desea que miren a su alrededor, a sus compañeros y luego ministren como Él lo haría”.
Algo que he descubierto a lo largo de los años es que asisto a la Iglesia tanto por mí como por mi familia.
Me encantan las bendiciones que podemos recibir al tener nuestras reuniones de la Iglesia en casa. Sin embargo, también amo las bendiciones que se pueden recibir al unirnos a la comunidad de Santos.
El élder Christofferson enseñó:
“Es importante reconocer que el propósito primordial de Dios es nuestro progreso. Su deseo es que continuemos ‘de gracia en gracia hasta que [recibamos] la plenitud’ de todo lo que Él puede ofrecer.
Eso requiere más que simplemente ser amables o sentirse espirituales; requiere fe en Jesucristo, arrepentimiento, bautismo de agua y del Espíritu Santo, y perseverar con fe hasta el fin.
No podemos lograr esto plenamente al estar aislados; de modo que una de las razones principales por las que el Señor ha creado una Iglesia es para crear una comunidad de santos que se apoyen uno al otro en el ‘estrecho y angosto camino que conduce a la vida eterna’”.
¡No dejes de asistir a las reuniones de la Iglesia! ¡Ahí encontrarás el mensaje que necesitas escuchar!
Fuente: Third Hour