Una vez, un amigo que no era miembro de la Iglesia de Jesucristo me preguntó textualmente: “¿Por qué los mormones no salen con nadie que no sea de su religión?”.
Él se mostraba un poco triste porque le gustaba una chica que era Santo de los Últimos Días y lo rechazó por no ser miembro.
Luego agregó: “Los mormones son como los chinos, una comunidad cerrada que solo se relaciona entre sí”.
Esa analogía me hizo soltar una carcajada.
Le expliqué que salir solo “entre mormones” no era una norma de la Iglesia de Jesucristo, sino una sugerencia y que había miembros que encontraron a sus cónyuges fuera de la Iglesia y luego se bautizaron, y eran muy felices.
Más adelante, le expliqué que había al menos dos razones por las que los miembros de la Iglesia de Jesucristo preferían no salir con personas que no eran miembros. Estas son:
1. Ley de castidad
¿Por qué los Santos de los Últimos Días prefieren no salir con personas que no son miembros de la Iglesia? Imagen: Canva
Ser casto significa abstenerte de las relaciones sexuales antes del matrimonio y ser completamente fiel a tu cónyuge después de casarte.
Los miembros de la Iglesia de Jesucristo se esfuerzan por vivir la pureza moral. Esta comienza en los pensamientos, continúa con las palabras y se concreta en las acciones.
Esta no es una decisión fácil.
Incluso, con frecuencia, en una pareja en la que ambos son miembros de la Iglesia, puede ser difícil guardar este mandamiento.
Los miembros de la Iglesia de Jesucristo se esfuerzan por vivir la pureza moral. Esta comienza en los pensamientos, continúa con las palabras y se concreta en las acciones. Imagen: Canva
¿Qué hacer cuando uno de los miembros de la pareja piensa que no hay problema en tener mayor intimidad antes del matrimonio y el otro piensa que sí?
La decisión de uno afectará al otro.
Esta es una de las razones por las que los miembros de la Iglesia de Jesucristo prefieren no salir con personas que no son de su religión.
Eso hace todo más fácil, ya que ambas personas cuando se bautizaron acordaron obedecer este código de honor. Además, como novios, los Santos buscan apoyarse mutuamente en el cumplimiento de esta ley.
2. Matrimonio en el templo
Los Santos de los Últimos Días se casan de dos maneras. Imagen: Canva
“Y si mal os parece servir a Jehová, escogeos hoy a quién sirváis… pero yo y mi casa serviremos a Jehová”. – Josué 24:15
Hay dos formas de casarte si eres miembro de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días. Una de ellas es el matrimonio civil, el cual tiene valor legal y la otra forma es el sellamiento, que se hace en el templo.
Un matrimonio civil es efectuado por alguien que tiene autoridad terrenal.
Este puede ser un juez si el matrimonio se realiza en una oficina de registro, o un obispo de la Iglesia si el matrimonio se realiza en una capilla.
Todos pueden asistir a un matrimonio civil Santo de los Últimos Días.
No hay diferencia entre el matrimonio civil de un miembro de la Iglesia y el de cualquier otra persona en la sociedad.
Los Santos se casan por civil y por el templo.
El segundo tipo de matrimonio para un miembro de la Iglesia es un matrimonio religioso, que se realiza en el templo.
Esta es una ceremonia muy significativa porque los Santos de los Últimos Días creen que a través de este matrimonio se cumple la promesa de Elías:
“Él hará volver el corazón de los padres hacia los hijos, y el corazón de los hijos hacia los padres, no sea que yo venga y hiera la tierra con maldición”. – Malaquías 4:6
La promesa es maravillosa. Los que se casan en el templo no deben temer a la separación que viene con la muerte porque están unidos por la eternidad.
El matrimonio en el templo une a una pareja por la eternidad. Imagen: Canva
Este matrimonio solo se puede realizar entre dos miembros de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días.
Lo mencionado se debe a que los miembros aceptan la autoridad de esta ordenanza y se preparan espiritualmente para ella.
Dado que el objetivo de las citas desde la perspectiva Santo de los Últimos Días es el matrimonio, no tiene mucho sentido salir con alguien que no tenga la misma meta.
Fuente: Mais Fe
