Saroo Brierley, cuya vida sirvió como inspiración para la película “Lion”, ganadora de un premio Oscar en el 2016, fue un orador principal en RootsTech en Salt Lake City el viernes 1 de marzo.
Al dirigirse a un público numeroso, describió su vida como “una historia” de esperanza y que después de muchas pruebas y tribulaciones, “los milagros pueden suceder”.
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Hace veintinueve años, a la edad de 5 años, Saroo dejó su hogar en los suburbios de la India y siguió a su hermano mayor a una estación de tren local. Después de quedarse dormido en un banco en la plataforma del tren, Saroo se separó de su hermano. Cuando se despertó no lo pudo encontrar por ninguna parte.
Confundido, Saroo, de 5 años de edad, decidió abordar el tren que tenía delante, lo que finalmente lo llevó a una estación de tren en Calcuta.
“Me di cuenta de que estaba perdido, y comencé a llorar… y caí de rodillas”, dijo Saroo. “[Pero] lo mejor de los seres humanos es que cuando caemos… Aprendemos a levantarnos nuevamente.”
Después de decidir dejar la estación de tren, Saroo pasó semanas deambulando. De casi ahogarse en un río hasta casi ser arrestado, Saroo terminó en una estación de policía local donde los agentes publicaron su nombre en el periódico local. Aún así, no hubo respuesta.
Saroo Brierley luego fue entregado a ISSA (Sociedad India de Patrocinio y Adopción), donde permaneció unos meses antes de ser puesto en adopción.
En pocas semanas, Saroo se encontró en un vuelo a Australia, donde fue adoptado por Sue y John Brierley. Él recuerda que se reunió con ellos por primera vez en el aeropuerto de Melbourne.
“Tenía un enorme bloque de chocolate en la mano y se estaba derritiendo… mi madre adoptiva sacó un pañuelo de su bolsillo y [me secó la cara] y me dio un oso de peluche”, recordó Brierley. “En ese momento, se creó la [conexión] entre madre, padre e hijo.”
Aunque Brierley amaba su vida en Australia y se sentía afortunado de haber sido adoptado por padres tan bondadosos, todavía sentía un vacío constante en su corazón.
“Con el paso del tiempo, nunca me olvidé de mi pasado. Tenía este sentimiento de nostalgia, la sensación de estar atrapado entre la espada y la pared”, dijo Brierley. “A menudo pensaba: ‘¿Habrá alguna forma de encontrar a mi familia?’”
Finalmente, desde de que cumplió 20, Saroo decidió hacer algo al respecto. Comenzó a recopilar información que detallaba todo lo que podía recordar de su ciudad natal: ¿Había colinas, montañas, ríos? ¿Qué tipo de animales había, qué tipo de eventos culturales, etc.?
Con la ayuda de Google Earth, Saroo finalmente alcanzó un gran avance en su búsqueda de años. Estaba buscando específicamente a la estación de tren en la India con una torre de agua a la izquierda, un barranco más adelante, un puente y una estación de tren a la derecha. Saroo lo describió como tratando de “encontrar una aguja en un pajar”.
“Hice zoom a una estación de tren y ví que se veía exactamente como la recordaba”, dijo.
Saroo finalmente había encontrado su hogar, pero no sin sacrificio.
“Era muy fácil darme por vencido. Mis amigos me decían: ‘Deberías rendirte, Saroo Brierley. Eso fue en el pasado’”, dijo Brierley. “Pero para poder seguir adelante, tuve que regresar.”
Con eso en mente, Saroo se subió a un avión con destino a Khandwa, India, y cuando regresó a su ciudad natal, fue como si nunca se hubiera ido.
“La memoria muscular en mis piernas decidió seguir un camino, y en unos 30 minutos estaba fuera de la casa donde nací.”
Saroo Brierley se reunió con su madre después de 26 años de búsqueda. En un documental posterior de 60 minutos, la madre biológica de Saroo y su madre adoptiva se reunieron por primera vez, algo que nunca olvidará.
“Tengo el privilegio de tener dos madres, una madre que me dio la vida y una madre que me dio una segunda oportunidad en la vida”, dijo.
“La combinación de elementos de esperanza, determinación, valor y ferocidad fue lo que me impulsó a hacer lo que hice. Me arriesgué y creé una diferencia.”
En una sesión de preguntas y respuestas después de la presentación, Saroo puso mucho énfasis en el papel que desempeñaron la esperanza y la espiritualidad en su vida.
Saroo Brierley notó que cuando su madre biológica no estaba cerca, pasaba mucho tiempo con un líder religioso en su aldea llamado “el Santo Hombre”.
“Tuvo una influencia muy grande en mí, en valorar la naturaleza y la espiritualidad”, expresó. “[No puedo negar] que esta [historia] contiene una gran espiritualidad.”
Él continuó: “Nunca pierdas la esperanza … Si pierdes la esperanza, lo pierdes todo. Nunca perdí la esperanza, seguí adelante.”
Este artículo fue escrito originalmente por Emmy Gardiner y fue publicado originalmente por thechurnews.com bajo el título “’Miracles can happen’: Saroo Brierley shares story of finding his family and never giving up hope at RootsTech”