Un estudio del simbolismo con oración en el evangelio nos permite entender y valorar mejor la doctrina, los principios, los mandamientos, las ordenanzas y los convenios del evangelio de manera más completa.
Cuando lo hacemos, nos sentimos llenos de gratitud, que es el último catalizador para el cambio personal. A medida que el entendimiento del evangelio y las ordenanzas del templo maduran, deseamos saber incluso más. Nos volvemos más como el Salvador y deseamos agradecer más fervientemente a Dios. Eso ha sido para mí una experiencia espiritual profundamente satisfactoria y exquisita. Espero que también tengas el mismo tipo de experiencia.
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Por ejemplo, existen dos palabras que cuando las entiendes, te darán una mayor comprensión de nuestras vidas y la investidura. Esas palabras son garment o garments y desnudo o desnudez.
Adán y Eva, habiendo transgredido por participar de la fruta prohibida, se dieron cuenta de que estaban “desnudos” (Moisés 4:13, 16-17), entonces el Señor les hizo una capa: “Y yo, Dios el Señor, hice túnicas de pieles para Adán y también para su esposa, y los vestí.” (Moisés 4:27). De este modo, la “desnudez”, se utiliza figuradamente en las escrituras, a menudo parece indicar el estado caído, pecaminoso o culposo, lejos de la presencia de Dios: “Porque he aquí, cuando se os haga ver vuestra desnudez delante de Dios, y también la gloria de Dios y la santidad de Jesucristo, ello encenderá una llama de fuego inextinguible en vosotros.” (Mormón 9:5)
El profeta Jacob indica que los dos grupos están relacionados en este concepto: el “desnudo” y el “vestido.” En el día del juicio, no solo “tendremos un conocimiento perfecto de toda nuestra culpa, y nuestra impureza, y nuestra desnudez; y los justos, hallándose vestidos de pureza, sí, con el manto de rectitud, tendrán un conocimiento perfecto de su gozo y de su rectitud.” (2 Nefi 9: 14)
El apóstol Juan también escribió de las vestiduras que cubren nuestra desnudez: “Yo te aconsejo que compres de mí oro refinado en el fuego para que seas rico, y vestiduras blancas para que te vistas y no se descubra la vergüenza de tu desnudez; y unge tus ojos con colirio para que veas” (Apocalipsis 3:18). ¿Qué significan las vestiduras refinadas o los mantos de justicia? Isaías nos enseña, “En gran manera me regocijaré en Jehová; mi alma se alegrará en mi Dios, porque me vistió con vestiduras de salvación, me cubrió con manto de justicia, como a novio me atavió y como a novia que se adorna con sus joyas. (Isaías 61:10)
Isaías se regocijó por vestir con “vestiduras de salvación”, un símbolo de vida eterna. Los “mantos de justicia” son un una referencia directa del garment sagrado. Nefi también habla sobre ser envuelto por el manto de justicia del Señor: “¡Oh Señor, envuélveme con el manto de tu justicia! ¡Prepara, oh Señor, un camino para que escape delante de mis enemigos! ¡Endereza mi sendero delante de mí! No pongas tropiezo en mi camino, antes bien despeja mis vías ante mí; y no obstruyas mi sendero, sino más bien las vías de mi enemigo.” (2 Nefi 4:33)
Leemos que Nefi, envuelto con el manto de justicia del Señor, ahora podría escapar de sus enemigos y cualquier cosa asociada con el mal. El Élder Carlos E. Asay relacionó el manto de justicia con la armadura de Dios:
Debemos ponernos la armadura de Dios de la que habló el apóstol Pablo y se reiteró en la revelación moderna (DyC 27: 15-18). También debemos “ceñirnos con la armadura de la rectitud” (2 Nefi 1:23) simbolizada por los garments del templo. De otro modo, perderíamos la guerra y pereceríamos.
El Élder Asay continuó:
En una carta para los líderes del sacerdocio del 10 de octubre de 1988, la Primera Presidencia hizo los siguientes anuncios importantes sobre cómo se deben vestir los garments: “Los miembros de la iglesia que vistieron los garments en el templo han hecho el convenio de vestirlos durante toda su vida. Se interpreta que se deben vestir los garments día y noche. Este convenio sagrado es entre el miembro y el Señor. Los miembros deben buscar la guía del Espíritu Santo para responder por si mismos cualquier pregunta personal sobre vestir los garments… La promesa de protección y las bendiciones se condicionan según la dignidad y la fidelidad de guardar el convenio. (“The Temple Garment: An Outward Expression of an Inward Commitment,” Ensign, 19 de Agosto de 1997).
El Élder J. Richard Clark habló sobre los garments como una protección contra la tentación y el mal:
La vestidura sagrada del templo es una armadura y protección contra Satanás. Cuando recibes tus investiduras en el templo, recibes el privilegio de vestir con la vestidura sagrada del templo y los garments del sagrado sacerdocio. Los garments son un recordatorio tangible de tus convenios con Dios… los garments del templo nos recuerdan que la virtud nos separa del mundo y, de una manera especial, nos hace uno con Dios. (“The Temple—What It Means to You,” New Era, 04 de abril de 1993).
Los garments también se asocian con estar preparados para saludar al novio. En la parábola del novio, se rechazaron a algunos de los invitados por no estar vestidos de boda (Mateo 22: 11 -13). Otros, fueron recibidos: “Regocijémonos y alegrémonos y démosle gloria, porque han llegado las bodas del Cordero, y su novia se ha preparado. Y a ella se le ha concedido que se vista de lino fino, limpio y resplandeciente, porque el lino fino es las acciones justas de los santos” (Apocalipsis 19: 7 – 8).
Entendemos de la escritura que los garments deben ser limpiados por la sangre del Cordero. En otras palabras, simboliza nuestra necesidad de arrepentirnos y aplicar el poder de la Expiación en nuestras vidas. Como sabemos, solo es por medio de la gracia que podremos llegar a la presencia del Padre. (Apo. 7:14; 1 Nefi 12:11; Alma 13:11, 34:36; Mormón 9:6; Éter 13: 10 -11).
Hablando a los santos, el profeta José Smith oró en la dedicación del Templo de Kirtland “para que se hallen limpios nuestros vestidos y seamos ataviados con mantos de rectitud, con palmas en nuestras manos y coronas de gloria sobre nuestra cabeza, y seguemos gozo eterno por todos nuestros sufrimientos.” (DyC 109: 76)
Por medio del estudio del simbolismo y las escrituras relacionadas con los garments, descubrimos que los garments del sagrado sacerdocio simbolizan túnicas de pieles y mantos de justicia. Los garments son una protección contra la tentación y el mal, además de un recordatorio de los convenios que hicimos en el templo. Nuestro garments deben ser limpiados con la sangre del Señor, incluso la sangre del Cordero, por medio del poder de la Expiación y debemos vestirlos cuando nos reunamos con el Señor. Los garments cubren nuestra desnudez, nuestros pecados y culpas, y son una armadura o justicia que nos protege en nuestra hora de necesidad, como sucedió con Nefi. Sobre y más allá de estas cosas, aún existe más que comprender y valorar sobre lo que nos puede mostrar el estudio personal y la revelación sobre la desnudez y los garments.
Artículo originalmente escrito por Ed. J. Pinegar, extracto de “The Temple: Gaining Knowledge and Power in the House of the Lord”, y publicado en ldsliving.com con el título “2 Words That Help Us Understand the Symbolism of Temple Garments.”