Cuando Jane Moe se lesionó el tobillo al resbalar de una alcantarilla, los médicos dijeron que quizá nunca volvería a caminar con normalidad.
Jane y su novio, Richard, oraron por un milagro con la esperanza de que se curara.
Al intentar reconstruir su tobillo en el hospital, Jane nunca imaginó que no solo sus oraciones serían escuchadas, sino que tendría una visión de cómo serían los cielos.
Una visión celestial
Durante la operación de su pierna, Jane tuvo una experiencia muy cercana a la muerte. Ella sintió que su espíritu se desprendía de su cuerpo y podía ver las dos versiones de sí misma.
Jane se sintió rodeada de amor y una luz muy brillante. De pronto, vio a un hombre que tenía una apariencia celestial. Le preguntó si era Dios, pero él le expresó que había sido enviado por el Padre Celestial para darle un mensaje:
“Todavía no ha llegado la hora de partir”.
El hombre le preguntó si quería ver algo muy especial, Jane afirmó y él la llevó a una puerta blanca y dorada que luego abriría para mostrarle una visión de los cielos.
Durante esta experiencia, sintió una profunda sensación de amor y alegría. Pudo ver cómo el Salvador interactuaba con cada persona con amor y ternura.
Después, el hombre le reveló a Jane que era el padre de Richard y que se le daría el don para recordar esta experiencia. Asimismo, le dio detalles específicos sobre la vida de su novio, con el objetivo de ayudarle a creer en la experiencia de Jane.
Aunque es difícil describir lo que vivió, Jane sintió que había experimentado algo extraordinario y significativo, fue una conexión profunda con el Salvador.
Sueños del más allá
Luego de despertar de la operación, Jane compartió con Richard la visión que tuvo con su difunto padre.
Aunque a Richard al inicio le pareció extraño, Jane lo sorprendió al revelarle detalles personales sobre su padre que ella no debía saber.
Esto llegó al corazón de Richard y creyó su experiencia.
Mientras Jane trataba de entender su experiencia, continuó teniendo sueños con sus antepasados y seres queridos que habían fallecido.
En uno de esos sueños, recibió la visita de una mujer que se hacía llamar tía Carol. Jane luego descubrió que su padre había tenido una hermana llamada Carol, quien había nacido sin vida.
Gracias a ese sueño, Jane estaba convencida de que había logrado conectarse con el mundo más allá de su realidad terrenal.
Además de los sueños y visiones, Jane también empezó a sentir la presencia de ángeles a su alrededor. A pesar de que no podía oírlos ni verlos, ella sentía la protección y fortaleza de sus seres queridos.
Ese apoyo le dio consuelo en los momentos difíciles.
A pesar de que las personas no creían en su experiencia, Jane mantuvo un diario de sus sueños y visiones.
Con el tiempo sus familiares y amigos comenzaron a considerar sus experiencias, lo que reforzó su confianza de lo que estaba experimentando.
Estas vivencias cambiaron por completo la perspectiva de Jane sobre la vida, la conexión con sus seres queridos fallecidos y el propósito de los mensajes del más allá.
Su historia
Jane siguió teniendo visiones relacionadas con el mundo de los espíritus y sintió la impresión de escribir un libro sobre sus experiencias.
A pesar de sus temores y dudas, publicó su obra titulada “What Heaven Is Like”.
Junto con su esposo emprendieron un viaje en auto por todo los Estados Unidos, compartiendo su mensaje de que aún hay vida después de la muerte y que las familias pueden estar unidas por la eternidad.
Aunque se enfrentaron a grandes críticas, encontraron una gran fuente de apoyo en una residencia de ancianos donde compartieron las experiencias de Jane.
Su historia se convirtió en un testimonio de fe y conexión espiritual, dejando una profunda impresión en aquellos dispuestos a escuchar y creer en la vida más allá de la muerte.
La Iglesia de Jesucristo
Durante su gira, Jane recibió una llamada de su cuñada Grace, quien se había unido a La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, y sintió curiosidad por conocer más sobre esta fe.
Junto a su esposo, visitaron una capilla de la Iglesia y lograron sentir el Espíritu Santo. Al entrar, Jane sintió su pecho arder, mientras veía cada imagen del Salvador. Derramó algunas lágrimas al sentir la presencia de Jesús.
Ambos recibieron el Libro de Mormón y un folleto de Principios del Evangelio. Al leer este nuevo testamento de Jesucristo, Jane descubrió enseñanzas que resonaban con sus propias experiencias con los cielos.
Gracias al Espíritu Santo, Jane y Richard decidieron unirse a la Iglesia confiando en que habían encontrado una verdad que complementaba sus vivencias personales.
Un mensaje especial
Jane y Richard visitaron otra capilla de la Iglesia en Little Rock, Arkansas.
En el lugar, rápidamente se contactaron con los misioneros y le dijeron que ella y su novio querían ser bautizados.
Jane sintió la bondad y el resplandor de la Iglesia de Jesucristo, y tuvo el deseo de aprender a experimentar esa luz por sí misma.
Ambos se comprometieron a seguir las lecciones misionales, al hacerlo se dieron cuenta que los principios que la Iglesia enseñaba estaban en armonía con lo que Jane sabía de la vida después de la muerte y las familias.
Al principio, Jane tenía dudas en compartir sus sueños debido a experiencias negativas en otras iglesias, sin embargo, gradualmente empezó a compartirlas con sus nuevas amistades del barrio. Jane se sintió agradecida por recibir su apoyo y aceptación en lugar de burlas y criticas.
Con el tiempo, Jane y Richard se casaron y se bautizaron en La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días.
Unidos para siempre en el templo
Jane y Richard empezaron a prepararse para recibir sus investiduras y sellarse en el templo.
Además, comenzaron a trabajar en la obra de sus antepasados y encontraron cientos de nombres. Con frecuencia, viajaban al Templo de Memphis, Tennessee para realizar las ordenanzas respectivas.
En 2013, Jane y Richard recibieron sus investiduras en el Templo de Provo, Utah y, un año después, se sellaron por la eternidad.
Desde entonces, Jane ha tenido la oportunidad de servir en el templo, ser misionera de barrio y dar clases de genealogía, lo cual coincide con su pasión y su propia historia.
Jane compartió que cada vez que visita el templo siente la presencia de ángeles y una conexión especial con los cielos.
Jane afirma con certeza que La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días es verdadera y comparte su mensaje con los demás. Considera que es un privilegio dar testimonio de la verdad de la Iglesia y el evangelio.
Fuente: LDS Living