Bud y Shirley Anderson se conocen desde que fueron estudiantes de primer grado en una pequeña ciudad de Oregón, pero que perdieron contacto durante su adolescencia. Fue después de más de 70 años que se volvieron a encontrar, después de que ambos quedaron viudos.
Shirley le dijo a LDS Living que no había salido con un hombre en 10 años cuando Bud la invitó a salir en una cita. Aunque ella rechazó la cita porque él vivía en Arkansas y ella en Oregon, los dos se encontraron hablando por teléfono todas las noches.
Más adelante Shirley y Bud finalmente decidieron empezar una relación más seria, aunque eso significaba que Shirley tendría que dejar a su familia en Oregon.
Shirley y Bud Anderson en el día de du boda.
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“Tengo que admitir que Dios verdaderamente estaba en el medio de todo porque había una fuerza, y él lo sintió y yo lo sentí, que nos atraía el uno al otro. Nos alejábamos, pero después, rápidamente, esa fuerza volvía”, le dijo Shirley a LDS Living.
Después de años de inactividad, Bud comenzó a regresar a la Iglesia y los misioneros comenzaron a visitar su casa. En ese momento, Shirley no tenía ninguna intención de unirse a la Iglesia, pero no podía negar el Espíritu que sentió al conocer el Evangelio.
Shirley y Bud Anderson cuando eran adolescentes.
Fue bautizada a los 89 años el 11 de octubre de 2017, cinco días después de que Bud y Shirley se casaran.
“Cuando fui bautizada sentí que era perdonada, me sentía libre de nuevo. Siento que fue algo que borró todas esas otras cosas que me habían estado preocupando. Ya no me preocupo por eso. Ya no pienso en eso. Soy feliz”, dijo Shirley.
Los Anderson fueron sellados en el Templo de Dallas Texas en marzo de este año.
Bud and Shirley Anderson en el día de su sellamiento en el Templo
“Todo en mi vida me ha llevado a este punto [en mi vida], unirme a esta Iglesia e ingresar al templo”, dijo Shirley.
Bud y Shirley Anderson siguen activos en el Evangelio, y Gretchen Gregson, quien fue su maestra de preparación para el templo, dijo que son excelentes ejemplos de lo que significa tener un progreso constante.
“Me impresiona mucho que uno nunca deje de aprender”, dijo Gregson. “Es maravilloso ver cómo viven la vida al máximo.”
Este artículo fue escrito originalmente por Church News y fue publicado originalmente por thechurchnews.com bajo el título “The remarkable story of how 1 couple in their 90s found each other and the gospel”
