Vivir cerca de un templo de la Iglesia de Jesucristo es una gran bendición, puedes ir en cualquier momento. Pero, ¿qué pasa cuando el templo está muy lejos?
Ahora que ya no tengo un templo cerca, puedo ver el sacrificio que muchos Santos deben hacer para asistir a la Casa del Señor.
A veces, el deseo de hacer ordenanzas en él, orar o simplemente meditar en sus alrededores no basta para solo ir y ya. Tienes que planificar tu visita con semanas o incluso meses de anticipación. Debes escoger una fecha que no se cruce con ciertas responsabilidades o lidiar con imprevistos, y ahorrar.
Pero, tenemos un remedio para cuando tengamos el deseo y las circunstancias nos impidan ir a la Casa del Señor. El presidente Russell M. Nelson aconsejó:
“Si la distancia, los problemas de salud u otras limitaciones les impiden asistir al templo durante una temporada, los invito a fijarse un tiempo regular para repasar en la mente los convenios que han hecho”.
Hacer tiempo para Él
Cuando no podemos ir al templo, dedicar tiempo a recordar nuestros convenios y los dones que recibimos en él nos ayuda a acercarnos más al Señor.
Algunos de los dones que se nos otorgan en Su Casa son:
- Mayor conocimiento de los propósitos y enseñanzas del Señor.
- Poder para hacer todo lo que el Padre Celestial desea que Sus hijos hagan.
- Guía divina al servir al Señor y nuestros semejantes.
- Mayor esperanza, consuelo y paz.
Al pensar en cada uno de ellos, podremos traer el poder del templo a nuestro hogar y sentir un poco del Espíritu que habita ahí.
Si necesita ayuda para recordar algunos de los convenios y promesas hechas en el templo, te recomiendo leer el Manual General “Ordenanzas del templo” (disponible en la aplicación y el sitio web de la Iglesia).
Procura buscar un lugar donde no haya ruido para poder llevar a cabo este ejercicio.
Buscar y leer las Escrituras
Luego, en tu lugar de paz, toma un tiempo para leer las Escrituras y anotar tus pensamientos, impresiones y oraciones.
Sería bueno que tuvieras tu diario a la mano o alguna libreta especial para anotar los sentimientos que el templo despierta en ti.
Encuentra tiempo para Él porque Él siempre tiene tiempo para ti
Dios tiene billones de hijos e hijas y siempre tiene tiempo para ti. Reserva al menos unos minutos para Él y verás el gran cambio que hará en tu vida. Ya no te sentirás lejos de Su hogar.
Recuerda que hacer esto no reemplaza asistir al templo en persona, pero nos ayuda a recordar las promesas que hacemos ahí y sentir el Espíritu que mora en él.
Espero que este artículo te haya ayudado 💖
Fuente: LDS Prepper Girl