4 consejos para ayudarte a saber si el Libro de Mormón es verdadero o no

Libro de Mormón

En su último discurso de la Conferencia General, el Presidente Thomas S. Monson imploró a los Santos que dieran los pasos necesarios para ganar un testimonio firme del Libro de Mormón:

“Es esencial que tengan un testimonio propio en estos tiempos difíciles, ya que los testimonios de los demás solo les servirán hasta cierto punto”.

En un devocional que se realizó en BYU-Idaho, el antiguo setenta de área, escritor y maestro de Harvard Business School, Clayton Christensen, habló acerca de las decisiones importantes que tomó en su vida, de las que se sintió agradecido. Además, compartió su experiencia poderosa al descubrir la veracidad del Libro de Mormón.

Si nunca has sabido si el Libro de Mormón es verdadero o si sientes que necesitas volver a aprender, aquí compartiremos algunos consejos que tomamos de la experiencia conmovedora del Élder Christensen.

Considera tus objetivos

También te puede interesarCómo este aspecto del Libro de Mormón ayudó a un hombre a regresar a la Iglesia

Después de graduarse con una licenciatura en economía de BYU, el Élder Christensen asistió a la Universidad de Oxford gracias a una beca que le permitió estudiar econometría aplicada ahí.

El Élder Christensen dijo, “cuando llegué a Oxford, estaba muy claro que iba a ser un inconveniente ser un Santo de los Últimos Días ahí… me di cuenta, mientras pensaba hasta qué punto deseaba involucrarme con la Iglesia, que, ya sabes, ni siquiera sabía que el Libro de Mormón era verdadero”.

A pesar de haberlo leído siete veces y haber servido como misionero en Corea, Christensen afirma que cada vez que leyó el Libro de Mormón y preguntó en oración si era verdadero, no recibió respuesta.

“Me di cuenta, al pensar en por qué no había recibido una respuesta, que cada una de las siete veces anteriores, leí el Libro de Mormón como una asignación, por parte de mis padres, un instructor de BYU, mi presidente de misión o un maestro de seminario y que mi objetivo era terminar [de leer] el libro… Sin embargo, finalmente, cuando llegué a Oxford, por primera vez en mi vida, necesitaba saber desesperadamente si [el Libro de Mormón] era verdadero”.

Se diligente y constante

Para descubrir si el Libro de Mormón era verdadero, Christensen decidió que “se comprometería cada noche de 11 a 12 a leer…”

Admite, “Me preguntaba si me atrevería a pasar tanto tiempo [leyendo el Libro de Mormón]… pero, de todos modos, lo hice y comencé a las 11 a arrodillarme en oración junto a mi silla y calefactor, oraba en voz alta”.

El joven Christensen le dijo a Dios que estaba desesperado y que si “Él le revelaba que [el Libro de Mormón] era verdadero. Entonces, intentaría dedicar su vida a construir este reino y también le dijo que si no era verdadero, necesitaba saberlo con certeza porque así dedicaría su vida a descubrir qué era verdad…”

El Élder Christensen agregó:

“… Me senté en la silla y leí la primera página del Libro de Mormón… Luego, dejé el libro, me arrodillé para orar y le pedí a Dios verbalmente, ‘Por favor, dime si este es un libro verdadero’. Me sentaba en la silla, tomaba el libro, pasaba la página y leía otra, me detenía al final y hacía lo mismo. Hice esto durante una hora cada noche, noche tras noche, en esa habitación fría y húmeda, en el Queen’s College Oxford”.

Se receptivo a la revelación

No fue hasta que el Élder Christensen llegó al final de 2 Nefi que recibió su respuesta.

El Élder Christensen contó que una noche, mientras leía:

“De repente, entró a esa habitación un espíritu hermoso, cálido y amoroso que simplemente me rodeó, profundizó mi alma y me envolvió de un sentimiento de amor que no imaginé que podía sentir…”

“Comencé a llorar y no quería dejar de llorar porque mientras miraba a través de mis lágrimas las palabras en el Libro de Mormón,  pude ver la verdad en esas palabras, que nunca antes imaginé que podría comprender. Pude ver las glorias de la eternidad y pude ver lo que Dios tenía reservado para mí como uno de Sus hijos y no quería dejar de llorar. Ese espíritu permaneció conmigo toda la hora y, luego, cada noche mientras oraba y me sentaba con el Libro de Mormón al lado de la chimenea en mi habitación, ese mismo espíritu regresaba, eso cambió mi corazón y mi vida para siempre”.

Prioriza tu estudio del Libro de Mormón

El Élder Christensen promete que descubrir si el Libro de Mormón es verdadero y profundizar constantemente tu testimonio acerca del libro es esencial para vivir una vida feliz.

“Recuerdo el conflicto que experimenté, me preguntaba si podía permitirme pasar una hora todos los días además de estudiar econometría aplicada para descubrir si el Libro de Mormón era verdadero. Usé la econometría aplicada quizá una vez al año, pero usé mi conocimiento de que el Libro de Mormón es la palabra de Dios muchas veces, cada día de mi vida. De toda la educación que he seguido, ese es el único conocimiento más útil que he obtenido”.

Acepta el desafío

Christensen desafió a la congregación: “… Aparten una hora cada día y descubran por sí mismos si esto es verdad porque cambiará su corazón como cambió el mío. Algún día, podrán ir al lugar donde vivieron en el tiempo en que Dios les reveló esto y se lo señalarán a sus hijos y su cónyuge, y dirán ‘ese es un lugar sagrado porque ahí aprendí que Jesús es el Cristo”.

En Moroni 10: 3-5, el profeta Moroni promete que todo el que lea el libro de mormón y “pida con un corazón sincero, con verdadera intención, teniendo fe en Cristo, Él les manifestará la verdad por el poder del Espíritu Santo”.

La experiencia del Élder Christensen demuestra que la promesa de Moroni es verdadera. Nos muestra que con diligencia y verdadera intención de saber, todos pueden conocer la veracidad del Libro de Mormón.

Esta es una traducción del artículo que fue escrito originalmente por Jane Ballif y fue publicado en thirdhour.org con el título “4 Tips to Help You Know Whether or Not The Book of Mormon is True”.

Deja Tu Comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *