Los vemos siempre con su camisa blanca e inmaculada, sin arrugas ni manchas. Un nudo de corbata impecable; y —sobre todo— una sonrisa sincera y amplia.
Pero hay muchas historias no contadas detrás de toda esa imagen de ‘perfección’.
No hay excusas para dejar de predicar
Una de ellas la descubrimos en un video compartido recientemente en TikTok por unos misioneros sirviendo en México, quienes nos muestran el ‘detrás de cámaras’ de unos intensos días de lluvias que han cubierto con agua empozada las veredas y pistas.
“Tenemos una cita allá”, se les escucha decir mientras señalan una casa que se encuentra al otro extremo de la calle. A pesar de que la vía pública se halla semi-inundada, estas circunstancias adversas no son excusa para que ellos dejen de compartir el Evangelio de Jesucristo a todos los que lo necesitan.
Asegurándose de que no haya una corriente peligrosa, lentamente sumergen sus pies al agua para llegar a su destino. Sus pantalones de vestir y zapatos que siempre llevan lustrados tendrán que resistir.
Porque ninguna prenda es más valiosa que las buenas nuevas sobre el Salvador.
@elder_hidalgo_mormon “La vida misional es un llamado a compartir el amor y la esperanza de Jesucristo con los demás. Es una aventura llena de experiencias transformadoras, desafíos y alegrías. Predicar el Evangelio es una oportunidad de ver vidas cambiadas, de fortalecer la fe y de construir comunidades de amor y servicio. ¡Es un privilegio ser instrumento de Dios para llevar luz y salvación a un mundo que lo necesita!” #gringos #flypシ #mormon #misioneros #sub #perrostiktokers #lluvia #tabascomexico #vida #viralvideos
¿De dónde vienen estos jóvenes?
Los misioneros ponen en pausa sus estudios, trabajo y familia para servir al prójimo. Imagen: Midjorney
Los misioneros de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días son jóvenes, hombres y mujeres, que ponen a disposición dos años o un año y medio de su vida para compartir el Evangelio de Jesucristo a tiempo completo.
Ponen en pausa sus estudios, trabajo y dejan temporalmente a su familia y amigos para viajar a un área determinada por la Iglesia para que puedan no solo enseñar las palabras del Salvador, sino también realizar actos de servicio en la comunidad de forma totalmente voluntaria.
Ellos no reciben ninguna remuneración por su tiempo y buenas acciones; por el contrario, trabajan antes de servir su misión para financiar parte total o parcial de los gastos. ¿Por qué? Porque están convencidos de que este evangelio cambia vidas. Y quieren llevar este mensaje de esperanza a todo el mundo.
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