Sabemos que los Santos de los \u00daltimos D\u00edas son un pueblo peculiar. A menudo, nuestros est\u00e1ndares y valores chocan con las del mundo. Sabemos que debemos tratar de amar y comprender a aquellos que son diferentes a nosotros, pero \u00bfqu\u00e9 pasa con aquellos dentro de nuestros propios barrios y vecindarios?\u00bfTenemos tanta paciencia y amor por aquellos que tienen creencias similares a nosotros?<\/p>\n
Aunque nuestros est\u00e1ndares son similares y el Evangelio que aprendemos es el mismo, es importante tener en cuenta que no todos los miembros son los mismos. Todos pasamos por diferentes desaf\u00edos, somos puestos en diferentes familias, y vivimos diferentes experiencias que significan nuestra experiencia del Evangelio.<\/p>\n
Recientemente, el presidente Thomas S. Monson comparti\u00f3 en Facebook un fragmento de su discurso “La caridad nunca deja de ser” que nos ayuda a ser menos cr\u00edticos y m\u00e1s comprensivos y amorosos los unos a los otros;<\/p>\n
“En cientos de peque\u00f1as formas, todas ustedes llevan el manto de la caridad. La vida no es perfecta para ninguno de nosotros. En vez de ser prejuiciosos y cr\u00edticos los unos de los otros, ruego que podamos sentir el amor puro de Cristo hacia nuestros compa\u00f1eros de viaje en esta jornada por la vida. Que podamos reconocer que cada uno est\u00e1 haciendo lo mejor que puede para enfrentar los retos que surgen en su camino, y que nos esforcemos por hacer lo mejor que\u00a0nosotros podamos para ayudar.”<\/em><\/p>\n “La caridad nunca deja de ser\u201d. Que este lema perdurable de la Sociedad de Socorro, esta verdad imperecedera, los gu\u00ede en todo lo que hagan. Que impregne el alma de cada uno de ustedes y que encuentre expresi\u00f3n en todos sus pensamientos y acciones.”<\/em>
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