En la escuela, Harry termin\u00f3 regresando a la iglesia presbiteriana, la cual ten\u00eda un grupo grande y activo de j\u00f3venes. Sin embargo, conforme [Harry] crec\u00eda, le molestaba que muchos de sus compa\u00f1eros que dec\u00edan tomar su fe en serio no lo hac\u00edan cuando llegaba la noche del s\u00e1bado. Durante su primer a\u00f1o de la escuela secundaria, me dijo que quer\u00eda explorar algo nuevo.<\/p>\n
Por medio de un viejo compa\u00f1ero de f\u00fatbol, comenz\u00f3 a salir con un grupo de mormones adolescentes y a visitar la iglesia mormona de su amigo Curt con mucha frecuencia. Chuck y yo no prestamos mucha atenci\u00f3n hasta que [Harry] pregunt\u00f3 si pod\u00eda ir por un fin de semana a un retiro para los j\u00f3venes. Nos quedamos sorprendidos y un poco interesados, pero le dimos nuestro consentimiento.<\/p>\n
Despu\u00e9s del retiro, nos dijo que la cosa iba en serio. “\u00bfEst\u00e1 bien si un obispo viene aqu\u00ed a hablar con ustedes?”, pregunt\u00f3. “Necesito que me den permiso antes de que pueda estudiar con sus misioneros”. Yo no sab\u00eda casi nada sobre la fe mormona, as\u00ed que acept\u00e9 la visita del obispo.<\/p>\n
Cuando habl\u00e9 con el obispo, ten\u00eda que preguntar, “Si Harry se convierte en morm\u00f3n, \u00bfse separar\u00e1 de nosotros? \u00bfSe va a sentir que es un mejor cristiano?”.<\/p>\n
\u00c9l explic\u00f3, “Convertirse a morm\u00f3n s\u00f3lo har\u00e1 que Harry sea un mejor hijo, lo acercar\u00e1 a su familia”.<\/span><\/p>\n “\u00bfQu\u00e9 hay de ir a la misi\u00f3n?”, pregunt\u00e9. “\u00bfEs cierto que no pueden hablar con sus padres durante ese tiempo?”<\/p>\n “Muchos j\u00f3venes mormones sirven una misi\u00f3n”, dijo. “Pero no es obligatorio”.<\/p>\n Le ten\u00eda miedo a la misi\u00f3n, pero los estrictos c\u00f3digo de moral de la Iglesia me parec\u00edan buenos: no fumar, no beber alcohol, y no tener relaciones sexuales antes del matrimonio.<\/p>\n Cuando Chuck y yo le cont\u00e1bamos a nuestros amigos acerca de la exploraci\u00f3n espiritual de Harry, las reacciones eran mixtas. Con demasiada frecuencia, nos daban un hecho extra\u00f1o o idea err\u00f3nea acerca del diezmo o la poligamia, del racismo o sexismo. En el lado positivo, mucha gente sab\u00eda acerca de los est\u00e1ndares de vida “limpia” de la Iglesia y nos felicitaron por anticipar menos problemas en la adolescencia.<\/p>\n La respuesta de un amigo jud\u00edo mesi\u00e1nico fue la m\u00e1s impactante: “Cuando le\u00ed tu nota que dec\u00eda que Harry estaba explorando el mormonismo, de inmediato comenc\u00e9 a llorar, mi esp\u00edritu estaba tan afligido”. A pesar de las reacciones negativas, mi hijo era impresionante; defend\u00eda su decisi\u00f3n con cortes\u00eda y firmeza.<\/p>\n En poco tiempo, dos brillantes j\u00f3venes misioneros le dieron las lecciones a Harry, lecciones que me fascinaron. Nada parec\u00eda formulado y ning\u00fan tema era inc\u00f3modo. En el bautismo de Harry, la iglesia se llen\u00f3 con familia y amigos de varias fes.<\/p>\n Estaba muy contenta con la elecci\u00f3n de Harry. Vi a mi hijo terminar la escuela secundaria sin que el alcohol alimentara su diversi\u00f3n, con amigos fabulosos, y con Cristo en su coraz\u00f3n y en un p\u00f3ster en su pared. Al mismo tiempo, \u00e9l segu\u00eda siendo el adolescente normal, que conduc\u00eda demasiado r\u00e1pido, que pasaba demasiado tiempo en el tel\u00e9fono, y respond\u00eda a sus padres en ocasiones. \u00c9l hac\u00eda una mueca cada vez que le dec\u00eda: “No creo que los buenos j\u00f3venes mormones act\u00faen de esa manera”.<\/p>\n Hacia el final de su segundo a\u00f1o en la Universidad de Brigham Young, Harry anunci\u00f3 que iba a presentar sus papeles para la misi\u00f3n. Un nudo se form\u00f3 en mi est\u00f3mago pero respet\u00e9 su decisi\u00f3n.<\/span><\/p>\n Cuando la carta de asignaci\u00f3n lleg\u00f3, reunimos a 25 personas en nuestra sala para ver a Harry abrir el sobre. A medida que le\u00eda en voz alta, nos enteramos que ir\u00eda al norte de Italia: la misi\u00f3n de Mil\u00e1n.<\/p>\n Me emocion\u00e9 un poco y sent\u00ed alivio. Estaba segura de que esto era una bendici\u00f3n personal de Dios para m\u00ed. Hab\u00eda temido tanto que fuera asignado a alg\u00fan pa\u00eds del tercer mundo. Italia era la patria de mis abuelos y Harry y yo hab\u00edamos estado ah\u00ed. Yo hab\u00eda estado en Italia muchas veces, y hab\u00edamos tenido dos viajes familiares ah\u00ed: uno a Venecia y uno de Roma. Estaba segura de que (la mayor\u00eda de) los italianos c\u00e1lidos lo recibir\u00edan y de que ser\u00eda alimentado abundantemente.<\/p>\n En un d\u00eda gris del mes de septiembre de 2006, \u201cfuimos\u201d al Centro de Capacitaci\u00f3n Misional. Esa ma\u00f1ana, yo no fui el desastre emocional que esperaba ser. Estaba entumecida. Le hab\u00eda dicho a mi esposo que no viniera conmigo porque ten\u00eda miedo de c\u00f3mo reaccionar\u00eda, y por alguna raz\u00f3n pens\u00e9 que ser\u00eda mejor para \u00e9l que no me vea as\u00ed. Sin embargo, me hubiera gustado que estuviera all\u00ed compartiendo esa experiencia conmigo. Este fue y ser\u00e1 uno de los peores errores de mi vida.<\/p>\n Los discursos en el Centro de Capacitaci\u00f3n Misional fueron chistosos y optimistas, pero a pesar del tono ligero, pod\u00eda ver alrededor que yo no era la \u00fanica que sent\u00eda tristeza. Cuando lleg\u00f3 el momento de separarme de Harry, agarr\u00e9 sus manos y las sostuve con fuerza hasta que absolutamente tuve que dejarlas ir, dedo a dedo. Entonces simplemente vi a mi hijo alejarse.<\/p>\n De vuelta en Maryland, mi entumecimiento se convirti\u00f3 en un sollozante desastre y luego en una miseria leve. A veces dec\u00eda el nombre de Harry en la casa, imaginando que estaba en su habitaci\u00f3n. Cuando sacaba a pasear al perro, sent\u00eda una brisa c\u00e1lida y me imaginaba que esa brisa cruzar\u00eda el Atl\u00e1ntico para tocar su mejilla.<\/p>\n Pero hab\u00eda sentido algo poderoso en el Centro de Capacitaci\u00f3n Misional y cuando volv\u00ed a casa, le dije a Chuck que por primera vez me preguntaba c\u00f3mo esta iglesia no pod\u00eda ser la verdadera. \u00c9l estaba m\u00e1s que sorprendido. Yo hab\u00eda dicho al comienzo de nuestra experiencia con Harry que, aunque no me opon\u00eda a la decisi\u00f3n de mi hijo, nunca me convertir\u00eda en una mormona.<\/p>\n Durante los dos a\u00f1os de misi\u00f3n, Harry y yo intercambiamos largos correos electr\u00f3nicos semanales, pero las llamadas telef\u00f3nicas s\u00f3lo eran permitidas en la Navidad y en el D\u00eda de la Madre. Como lo extra\u00f1aba cada vez m\u00e1s, me promet\u00ed hacer todo lo posible para verlo.<\/p>\n Los presidentes de misi\u00f3n no pueden evitar que los padres vean a sus hijos, pero la mayor\u00eda de los padres de los misioneros son miembros de la iglesia y est\u00e1n familiarizados con las reglas. El no ser miembro me dio el valor de preguntar repetidamente.<\/p>\n Cada vez que escrib\u00eda, recib\u00eda una llamada compasiva de un presidente de la misi\u00f3n que me dec\u00eda por qu\u00e9 las visitas de los padres eran una mala idea. Esto podr\u00eda distraer a mi hijo y ponerlo en desequilibrio. Podr\u00eda afectar a otros misioneros haci\u00e9ndoles que se pregunten por qu\u00e9 ellos no pod\u00edan ver a sus padres tambi\u00e9n. Aunque escuch\u00e9, no pude ignorar mi inmensa necesidad de ver a mi hijo y finalmente obtuve el permiso.<\/p>\n Nos encontramos en B\u00e9rgamo, en medio de unas vacaciones en Italia con Chuck. Harry trajo otros siete misioneros para que nos acompa\u00f1aran a comer gelato. Llor\u00e9 con culpa cuando vi sus caras sonrientes y dulces y les dije que esperaba que mi presencia no los pusiera tristes. Todos ellos insistieron que estaban felices de conocerme y que entend\u00edan mi sufrimiento.<\/p>\n “Fue maravilloso verte”, dijo Harry en un correo electr\u00f3nico. “Te extra\u00f1o”, escribi\u00f3, “pero s\u00e9 d\u00f3nde se supone que debo de estar”.<\/p>\n Aprend\u00ed que aunque el tiempo pasa, no necesariamente vuela. El cerezo floreci\u00f3, las hojas de oro vibrante cayeron de los \u00e1rboles, y las nieve cay\u00f3 y se amonton\u00f3. Por fin, se cumplieron los dos a\u00f1os. Prepar\u00e9 su habitaci\u00f3n: Colgu\u00e9 nuevos p\u00f3sters de los lugares en los que \u00e9l hab\u00eda servido, puse cargar su celular, y abr\u00ed las ventanas para dejar que el aire fresco se llevara el vac\u00edo.<\/p>\n Nuestra reuni\u00f3n se produjo en el aeropuerto internacional de Dulles, donde mi hijo de 22 a\u00f1os corri\u00f3 con los brazos abiertos y abraz\u00f3 a su padre, a su padrastro, y a la familia y a los amigos que pudieron estar ah\u00ed.<\/p>\n Harry recuper\u00f3 el sue\u00f1o perdido tomando una siesta cada vez que pod\u00eda, pero se levantaba a tiempo para cumplir con sus cosas. Aunque este nuevo signo de madurez no ten\u00eda que sorprenderme, yo estaba sorprendida. Escucharlo hablar por tel\u00e9fono en un perfecto italiano me daba una alegr\u00eda profunda, me recordaba a mis abuelos hablando por la casa durante mi infancia.<\/p>\n Alrededor de un a\u00f1o despu\u00e9s de que Harry regres\u00f3, tuve la oportunidad de conocer a un miembro del Qu\u00f3rum de los Doce Ap\u00f3stoles. Le pregunt\u00e9: “\u00bfC\u00f3mo le explica a la gente c\u00f3mo hace para que decenas de miles de hombres y mujeres j\u00f3venes tomen una larga pausa en sus vidas para realizar una misi\u00f3n?”<\/span><\/p>\n “Es muy simple”, dijo. “Ellos saben. Ellos saben que es verdad. Uno no le puede decir a los chicos de 19 a\u00f1os de edad que tienen su propio carro y una novia, y est\u00e1n pasando por el mejor momento de sus vidas, que renuncien a todos y sirvan una misi\u00f3n a menos de que ellos sepan que es verdadero, que el Libro de Morm\u00f3n es la palabra de Dios. Ellos no podr\u00edan sobrevivir [en el campo misional] si no lo supieran”.<\/p>\n Las palabras de ese hombre se quedaron grabadas en mi cabeza, mi coraz\u00f3n y en mi alma. Me puse a pensar c\u00f3mo la misi\u00f3n hab\u00eda formado a mi hijo y c\u00f3mo la experiencia me cambi\u00f3, para siempre y para mejor.<\/p>\n Hubiera sabido que las vibraciones en mi interior cuando estaba en el Centro de Capacitaci\u00f3n Misional eran claramente no relacionadas con la ansiedad de separaci\u00f3n. Hab\u00eda escuchado activamente cuando Harry aprend\u00eda acerca de la Iglesia. Despu\u00e9s estar presente en una lecci\u00f3n, me di cuenta que estaba haciendo tantas preguntas que los misioneros se dirig\u00edan m\u00e1s a m\u00ed que a Harry. Durante las siguientes lecciones, me quedaba en la cocina, donde pod\u00eda escucharlos en el comedor mientras hac\u00eda la cena. Cuando la curiosidad se apoderaba de m\u00ed, entraba y me retiraba tan pronto ellos respond\u00edan mi pregunta.<\/p>\n Cuando Harry estaba en su misi\u00f3n, tuve lo que yo llamo mi <\/span>“experiencia de Mois\u00e9s<\/span>“. Una fresca tarde de octubre, estaba en un picnic en nuestra iglesia metodista, donde pas\u00e9 mucho tiempo hablando con dos hombres mormones que ten\u00edan una compa\u00f1\u00eda en Salt Lake City que hab\u00eda creado nuestro nuevo campanario. Uno de ellos hab\u00eda servido su misi\u00f3n en el norte de Italia, donde Harry estaba justo en ese momento, y realmente hablamos mucho sobre eso.<\/span><\/p>\n Cuando manejaba de regreso, recib\u00ed este mensaje: “T\u00fa sabes que es verdad, tu coraz\u00f3n salta cuando hablas con ellos”. No fue una voz como en la pel\u00edcula de Mois\u00e9s, pero fue una voz positiva que no era de mi propias reflexiones. Firmemente guard\u00e9 este milagro en mi interior durante bastante tiempo, para no incomodar a Chuck, que no pensaba de la misma manera. \u00c9l ten\u00eda cuidado con mi atracci\u00f3n frecuentemente declarada de la felicidad y la paz extraterrenal que, para m\u00ed, los mormones irradiaban. \u00c9l sab\u00eda que yo siempre estaba buscando, [\u00e9l sab\u00eda que yo era] una metodista inquieta que hab\u00eda sido criada en las iglesia cat\u00f3lica y que hab\u00eda estado en la congregaci\u00f3n de volver a nacer y que era feliz en una iglesia presbiteriana evang\u00e9lica antes de conocerlo.<\/p>\n Mi <\/span>“experiencia de Mois\u00e9s”<\/span>\u00a0que me dec\u00edas que\u00a0esta iglesia era verdadera me hizo sentir reconfortada y bendecida, pero curiosamente no ten\u00eda la sensaci\u00f3n de urgencia. Me acerqu\u00e9 a mi propio camino espiritual sin resultados por m\u00e1s de un a\u00f1o, me reun\u00ed con los misioneros, Me acercaba y retroced\u00eda. Me gustaba leer el Libro de Morm\u00f3n de un tramo y luego ponerlo a un lado.<\/span><\/p>\n Cuando Harry volvi\u00f3 a la Universidad de Brigham Young, \u00e9l me apoyaba pero tambi\u00e9n era sensible a las preocupaciones de Chuck y de mi necesidad de tener mi propia conclusi\u00f3n. Tuve algunos momentos conmovedores en el alma cuando oraba con amigos mormones. Siempre pens\u00e9 que hab\u00eda le\u00eddo el Libro de Morm\u00f3n con verdadera intenci\u00f3n, pero en una reuni\u00f3n con los misioneros en la casa de un amigo, me di cuenta que no ten\u00eda verdadera intenci\u00f3n: no hab\u00eda estado lista para actuar.<\/p>\n Dando vueltas en esta pista espiritual, sab\u00eda que mi principal obst\u00e1culo era que cualquier victoria que alcance ten\u00eda que honrar mi matrimonio. Chuck no ten\u00eda nada en contra de los miembros o de la Iglesia. Ten\u00eda amigos mormones y se sent\u00eda c\u00f3modo en los servicios y eventos mormones, pero era comprensible de que temiera c\u00f3mo y cu\u00e1nto nuestra vida cambiar\u00eda si yo me convert\u00eda.<\/p>\n A pesar de todo, cada vez que ten\u00eda inquietudes sobre alg\u00fan punto de la teolog\u00eda mormona o sobre mi traves\u00eda en general, yo recordaba que era una seguidora de Cristo, y que Cristo me estaba guiando. Aunque mi camino era inconsistente, generalmente me sent\u00eda torturada por mi incapacidad para comprometerme.<\/span><\/p>\n Esto se convirti\u00f3 en un problema, tanto as\u00ed que Chuck y yo tuvimos que ir a terapias de parejas. Trabajamos diligentemente para navegar la aguas que yo estaba agitando. Me reun\u00ed con nuestra pastora de la congregaci\u00f3n, quien me anim\u00f3 a tomar mi camino revolucionario. Ella dijo: “No est\u00e1s aqu\u00ed en la tierra para hacer sentir bien a tu esposo”. Todo eso estaba muy bien, pero yo estaba muy agradecida por mi fuerte uni\u00f3n matrimonial que no quer\u00eda correr el riesgo de da\u00f1arla.<\/p>\n En la primavera siguiente, Chuck y yo pasamos tiempo en New Hampshire con su hermano que estaba a punto de morir. Despu\u00e9s, fui a la iglesia Metodista para asistir a un servicio especial de adoraci\u00f3n contemplativa. Tuve la oportunidad de pensar en paz en una habitaci\u00f3n iluminada con velas llena de personas tranquilas y centradas. Durante media hora en silencio, tuve una revelaci\u00f3n: yo no ten\u00eda que elegir un camino u otro.<\/p>\n Poco despu\u00e9s, le dije a Chuck que si yo recibiera un diagn\u00f3stico similar al de su hermano, mi mayor pesar ser\u00eda no resolver mi inquietud espiritual. \u00c9l entendi\u00f3, entendi\u00f3 muy bien, y sent\u00ed que era seguro seguir adelante.<\/p>\n R\u00e1pidamente me reun\u00ed con el obispo y le pregunt\u00e9 si yo pod\u00eda bautizarme si ten\u00eda la intenci\u00f3n de asistir la mitad del tiempo y alternar domingos para asistir a la otra iglesia con Chuck. \u00c9l dijo que no ve\u00eda por qu\u00e9 no y dijo enf\u00e1ticamente: “Tu matrimonio est\u00e1 primero”.<\/p>\n El verano pasado, mi hijo, el misionero retornado, me bautiz\u00f3 mientras mi hijo mayor y mi esposo sonre\u00edan, entre los tantos amigos que jugaron un papel decisivo en mi b\u00fasqueda. A pesar de toda la angustia que estuvo presente en mi decisi\u00f3n, me ha ido muy bien en mi primer a\u00f1o como miembro de la Iglesia.<\/p>\n La validaci\u00f3n del tiempo perfecto de Dios se puede encontrar en mi matrimonio feliz. Pueda que esto no diga mucho de m\u00ed, pero no he cambiado tan dr\u00e1sticamente y eso no ha sacudido mi uni\u00f3n matrimonial. Le promet\u00ed a Chuck que no tratar\u00eda de convertirlo. Respeto su fe y estoy muy feliz de ser capaz de vivir la m\u00eda.<\/p>\n Cuando la gente me pregunta qu\u00e9 es lo que me llev\u00f3 a esta decisi\u00f3n, les digo que primero me enamor\u00e9 de los mormones, luego, me embarqu\u00e9 en mi viaje de la b\u00fasqueda. Pas\u00f3 al rev\u00e9s y as\u00ed llegu\u00e9 a creer que Jos\u00e9 Smith era un profeta y que el Libro de Morm\u00f3n es verdadero. Una declaraci\u00f3n que escuch\u00e9 de un reciente converso y que se qued\u00f3 para siempre en mi coraz\u00f3n fue: “Unirme a esta iglesia fue como caer en el cielo”.<\/p>\n En lugar de estar confundida y afligida, ahora disfruto de asistir a los servicios en ambas iglesias. Mi alma est\u00e1 en paz porque siento que mi Padre Celestial est\u00e1 conmigo dondequiera que est\u00e9.<\/p>\n <\/p>\nEscucha la llamada<\/b><\/h2>\n
![\"mama-metodista-y-misioneros\"](\"http:\/\/mormonsud.org\/wp-content\/uploads\/2016\/10\/mama-metodista-y-misioneros.jpg\")
<\/p>\nUna experiencia conmovedora interna<\/b><\/h2>\n
![\"mama-metodista-bautizo](\"http:\/\/mormonsud.org\/wp-content\/uploads\/2016\/10\/mama-metodista-bautizo.jpg\")
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