No conosco a una persona que diga que no est\u00e1 muy ocupada. \u00bfNo parece esto la queja de nuestra era, todos estamos atareados y ocupados y tenemos siempre muchas cosas que hacer?<\/p>\n
Los Santos de los \u00daltimos D\u00edas tienen los mismos horarios que muchos: Vamos a trabajar, estudiar, criar a los ni\u00f1os, administrar hogares, entrenar, servir en la comunidad, cuidar a los parientes ancianos – y tambi\u00e9n voluntariamente en los llamamientos de la iglesia, muchos de ellos requiriendo tanto tiempo como nuestros trabajos pagados.<\/p>\n
Una vez me tope con algo que me asombro mientras hacia servicio a la comunidad y me junte con algunas personas no miembros que estaban muy involucradas en asociaciones c\u00edvicas y de caridad. Uno de ellos dijo: – Por supuesto, ninguno de nosotros es voluntario como tu, tu das horas y horas cada semana a tu iglesia.<\/p>\n
Me qued\u00e9 impactado. Ni siquiera hab\u00eda considerado un llamamiento en la iglesia como voluntario. A veces es tan natural en nuestras vidas que nos olvidamos de cu\u00e1nto estamos sirviendo. As\u00ed que quiz\u00e1s lo primero que tengamos que hacer es darnos cuenta de que estamos dando. Estamos contribuyendo.<\/p>\n
A menudo vemos dos campos: personas que se vuelven excesivamente entusiasmadas y se agotan en sus llamamientos, y personas que se olvidan de sus deberes y dejan a los dem\u00e1s. Tal vez estemos al medio de estos dos campos, pero \u00bfd\u00f3nde? \u00bfCu\u00e1l es la cantidad correcta de tiempo para dedicar a una asignaci\u00f3n del Se\u00f1or?<\/p>\n
En primer lugar, creo que tenemos que darnos cuenta de que esta incre\u00edble y pr\u00f3spera iglesia est\u00e1 dirigida principalmente por voluntarios. M\u00edrennos: somos mortales imperfectos, a menudo tropezamos, sin embargo triunfamos con su ayuda. Unidos superamos nuestros propios esfuerzos, y eso debe convencer a cualquier observador de que Cristo est\u00e1 seguramente al mando. \u00a0Debido a que la mayor\u00eda de los llamamientos no duran tanto tiempo, estamos constantemente cambiando los deberes y nos encontrarnos comenzando una y otra ve en el servicio.<\/p>\n
Pienso en el trabajo fenomenal que hacen los obispos, la mayor\u00eda de los cuales ya tienen profesiones de tiempo completo que alimentan a sus familias. Sin embargo, milagrosamente, tambi\u00e9n se ofrecen como voluntarios para hacer el trabajo de un pastor a tiempo completo de una congregaci\u00f3n. Es absolutamente incre\u00edble, pero este milagro se repite en cada barrio de la iglesia.<\/p>\n
Es realmente emocionante ser parte de una organizaci\u00f3n gigante que funciona con milagros. Al dar de todo coraz\u00f3n encontramos esas mismas bendiciones una y otra vez. La pregunta es, \u00bfqu\u00e9 constituye la devoci\u00f3n incondicional?<\/strong><\/p>\n Debido a que nuestra cultura enfatiza la excelencia, el sacrificio y la consagraci\u00f3n de nuestros talentos a Dios, algunos Santos de los \u00daltimos D\u00edas tratan sus llamamientos como sud principales prioridades, a menudo pasando por encima de la l\u00ednea y abandonando su hogar y familia, o negligentemente su salud. Estos santos bien intencionados deben recordar lo que el rey Benjam\u00edn ense\u00f1\u00f3 en Mos\u00edah 4 cuando dijo: Y mirad que se hagan todas\u00a0estas cosas con prudencia y orden; porque no se exige que un hombre corra m\u00e1s\u00a0aprisa de lo que sus fuerzas le permiten.\u00a0… “<\/em><\/strong>(vers\u00edculo 27)<\/p>\n Recuerden el humor\u00edstico ejemplo del presidente Dieter F. Uchtdorf en su discurso de la conferencia, “\u00a1Funciona de maravilla!<\/em>” – Octubre 2015. Habl\u00f3 de una maestra de la Sociedad de Socorro que era “conocida por haber preparado lecciones impecables. Una vez decidi\u00f3 crear una hermosa colcha que servir\u00eda de tel\u00f3n de fondo perfecto para el tema de su lecci\u00f3n. Pero la vida intervino: hab\u00eda ni\u00f1os que recoger de la escuela, un vecino que necesitaba ayuda para mudarse, un marido que ten\u00eda fiebre y un amigo que se sent\u00eda solo. El d\u00eda de la lecci\u00f3n se acerc\u00f3, y el edred\u00f3n no estaba terminado. Finalmente, la noche antes de su lecci\u00f3n, no durmi\u00f3 mucho porque se quedo trabajando toda la noche en la colcha.<\/p>\n Al d\u00eda siguiente estaba agotada y apenas pod\u00eda organizar sus pensamientos, pero se puso en pie con valent\u00eda y dio su lecci\u00f3n. La colcha era impresionante: las puntadas eran perfectas, los colores vibrantes y el dise\u00f1o intrincado. Y en el centro de todo aquello hab\u00eda una sola palabra que triunfalmente hac\u00eda eco del tema de su lecci\u00f3n: \u00abSimplifica\u00bb.<\/p>\n El presidente Gordon B. Hinckley a menudo hablaba de magnificar nuestros llamamientos, pero nunca hasta el punto que bloquearan el sol por encima de nosotros.<\/p>\n Ning\u00fan llamamiento debe convertirse en el “ser todo y terminar todo” como Shakespeare decia, superando todo lo dem\u00e1s en nuestra vida. De hecho, cuando nos volvemos muy aficionados acerca de cualquier cosa buena, deja de ser algo bueno. Si estamos descuidando el servicio cristiano a los necesitados, o dejando a nuestras familias de lado para hacer algo que podr\u00eda ser delegado a otro, realmente estamos cayendo en una de las trampas de Satan\u00e1s.<\/p>\n Es la trampa perfecta. Sabe que no puede persuadirnos a convertirnos en criminales, pero puede convencernos f\u00e1cilmente de que tenemos que dar m\u00e1s a una buena causa, \u00bfverdad? Y m\u00e1s. Y m\u00e1s, hasta que se inclina la balanza y nuestras familias -o nuestra salud- sufre.<\/p>\n En el otro extremo del espectro hay miembros que no tratan sus llamamientos con honor y respeto, dando mucho menos esfuerzo de lo que ellos saben que deber\u00edan. A medida que disminuye la dependencia en la sociedad, vemos rastros de ella en nuestros barrios tambi\u00e9n. Casi cada vez que he servido en un llamamiento y se me ped\u00eda sobre a qui\u00e9n pedir para servir de alguna manera, el tema de la fiabilidad surg\u00eda. As\u00ed que mientras algunos miembros se esfuerzan demasiado, otros son demasiado r\u00e1pidos para no hacer mucho.<\/p>\n No hay realmente un n\u00famero finito de minutos asignados a cada posici\u00f3n en la iglesia. Debemos orar por nuestros llamamientos y servir con absoluta sinceridad. Comparo los llamamientos con los trabajos en el lugar de trabajo: asi sea pagado o no, su firma est\u00e1 en cada uno de sus esfuerzos y es una medida de su car\u00e1cter siempre para dar lo mejor. S\u00ed, esto implica sacrificio, sudor, creatividad, delegaci\u00f3n y organizaci\u00f3n.<\/p>\n Cuando fui recientemente relevado de mi llamamiento, alguien me pregunt\u00f3 qu\u00e9 har\u00eda ahora con todo mi tiempo libre y pens\u00e9: “Lo utilizar\u00e9 en mi pr\u00f3ximo llamamiento”.<\/p>\n Y, por supuesto, hay veces en que he tenido que empujarme fuera de la pereza , y despu\u00e9s me calmo cuando mi entusiasmo inclina la balanza demasiado lejos. Como muchas cosas, todos tenemos diferentes niveles de desempe\u00f1o en nuestros llamamientos, y necesitamos una vigilancia constante.<\/p>\n Una cosa importante a recordar es no compararse con otros que han estado en esa misma posici\u00f3n. Fuimos llamados por nuestro enfoque \u00fanico, no para copiar a la \u00faltima persona. A menudo no llegamos muy lejos cuando nos comparamos, y nuestro Padre Celestial quiere que nos regocijemos en nuestro servicio, no nos sintamos desanimados. S\u00ed, muchos llamamientos son aterradores porque conocemos muy bien nuestras debilidades. Pero toma el coraz\u00f3n en el consejo del presidente Henry B. Eyring cuando \u00e9l dijo,<\/p>\n “Primero, el llamamiento viene de Dios. El Se\u00f1or lo conoce. \u00c9l sabe \u00a0qui\u00e9n habr\u00eda servido en cada posici\u00f3n en su Iglesia. \u00c9l te eligi\u00f3 … El Se\u00f1or te guiar\u00e1 por revelaci\u00f3n por que \u00c9l te llam\u00f3. Debes pedir con fe la revelaci\u00f3n para saber lo que debes hacer. “(Rise to Your Call, Conferencia de octubre, 2002)<\/span><\/p>\n Nuestra devoci\u00f3n a nuestros llamamientos (y esto se aplica a los llamamientos de Maestro orientadores y Maestras Visitantes) muestra a Dios nuestra gratitud por su confianza en nosotros. Si tuvi\u00e9ramos que informarle cada semana, \u00bfnos sentir\u00edamos bien con nuestros esfuerzos, o avergonzados? \u00bfLo vemos como nuestro compa\u00f1ero de equipo, y \u00e9l sabe que puede confiar en nosotros? \u00bfO simplemente estamos sirviendo para ser vistos, sin verdaderamente esforzarnos por agradar a Dios?<\/p>\nLa otra cara de la Moneda<\/h2>\n
Nuestro compromiso con Dios<\/h2>\n