![\"Podemos](\"http:\/\/mormonsud.org\/wp-content\/uploads\/2011\/09\/perlas1.jpg\")
<\/p>\nC\u00f3mo sanar nuestras heridas: Una de las Escrituras sagradas de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los \u00daltimos D\u00edas (Iglesia Mormona), lleva por t\u00edtulo “Perla de Gran Precio”. Se trata de una selecci\u00f3n de temas de mucho valor, concernientes a la fe y a la doctrina de la Iglesia.<\/p>\n
Las perlas son muy agradables a nuestros ojos, pero es necesario conocer que son el resultado de una dolorosa herida, que ha sido transformada por el amor.<\/p>\n
<\/p>\n
Cuando un grano de arena se introduce en una ostra, le provoca una irritante herida. Para defenderse, la ostra produce una sustancia denominada n\u00e1car, con la cual recubre y envuelve con varias capas el grano de arena que tanto dolor le est\u00e1 provocando, y finalmente este proceso termina formando una perla.<\/p>\n
En mayor o menor medida, todos estamos, durante este tiempo de probaci\u00f3n, expuestos a muchas heridas. Diariamente sentimos la flagelaci\u00f3n de la mentira, la indiferencia, el desprecio, el abandono, las palabras y actitudes despiadadas, y una infinidad de otros “granos de arena”, que estamos llamados a recubrir con amor y transformar en perlas.<\/p>\n
Todos nosotros, independientemente de nuestras circunstancias, estamos llamados a transformar nuestro dolor en perlas, y nunca nos faltar\u00e1 la necesidad de ejercitarnos en hacerlo, porque nunca nos faltar\u00e1 la prueba y el dolor.<\/p>\n
Si en nuestra vida cotidiana nos encontramos con personas que tienen la apariencia de ser una ostra vac\u00eda, podemos tener la certeza de que no est\u00e1n en ese estado por haberse visto libres de la prueba y el dolor, sino debido al hecho de que no han sabido transformar sus pruebas en perlas de gran precio. No han tenido el amor suficiente para aplicar el “n\u00e1car” del perd\u00f3n tantas veces como hubiera sido necesario, para que esa herida se convirtiera en un testimonio que refleje las virtudes de Jesucristo “en quien tenemos redenci\u00f3n por su sangre, la remisi\u00f3n de pecados seg\u00fan las riquezas de su gracia” Efesios 1:7.<\/p>\n
La vida de todos los profetas ha estado caracterizada por la abundancia de pruebas y dolor, y eso debe fortalecernos.\u00a0 Ellos experimentaron c\u00e1rcel, destierros, maltrato, y mucha resistencia a sus palabras, que generalmente eran deso\u00eddas. As\u00ed ha sido, y as\u00ed seguir\u00e1 siendo, hasta que nuestro Redentor regrese en poder y gloria.<\/p>\n
Vemos en ellos, en nuestros profetas, tipos o figuras del Se\u00f1or Jesucristo, el Gran Profeta. Sus sufrimientos nos recuerdan el Sacerdocio,<\/p>\n
Jes\u00fas llor\u00f3 sobre Jerusal\u00e9n, por su amor entra\u00f1able, pero fue torturado y condenado con impiedad.<\/p>\n
Podemos destacar dos profetas que deslumbran por su fidelidad a Dios, sus esfuerzos por preparar el Camino de salvaci\u00f3n, y las pruebas y sufrimientos que debieron afrontar: El profeta Jerem\u00edas en el Antiguo Testamento, y el profeta de la Restauraci\u00f3n, Jos\u00e9 Smith, en los \u00faltimos d\u00edas. Ambos comparten la particularidad de haber sido llamados por Dios a muy temprana edad.<\/p>\n
Pero tambi\u00e9n en la actualidad, en medio de un mundo lleno de hombres que creen que pueden vivir sin Dios, los santos est\u00e1n permanentemente expuestos al dolor punzante de la calumnia y la maledicencia.<\/p>\n
En medio de estas pruebas, nuestros profetas actuales interceden por los santos, y se ponen ellos mismos bajo la cobertura del Se\u00f1or, encontrando fortaleza y refugio genuino; y obteniendo gran gozo, porque saben de la esperanza venidera. Ellos han aprendido a transformar el dolor y el sufrimiento de las pruebas, en perlas de gran precio, y han ense\u00f1ado al pueblo que pastorean a hacer lo mismo, porque como predicadores de rectitud saben que ese es el camino de mansedumbre y humildad que conduce a la vida eterna.<\/p>\n
“Pero he aqu\u00ed, los justos que escuchan las palabras de los profetas y no los destruyen, sino que esperan anhelosamente y con firmeza en Cristo, aguardando las se\u00f1ales que son declaradas, a pesar de todas las persecuciones, he aqu\u00ed son ellos los que no perecer\u00e1n” 2 Nefi 26:8 (El Libro de Morm\u00f3n).<\/p>\n
<\/p>\n
<\/p>\n
<\/p>\n
<\/p>\n
<\/p>\n
<\/p>\n
<\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"
C\u00f3mo sanar nuestras heridas C\u00f3mo sanar nuestras heridas: Una de las Escrituras sagradas de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los \u00daltimos D\u00edas (Iglesia Mormona), lleva por t\u00edtulo “Perla de Gran Precio”. Se trata de una selecci\u00f3n de temas de mucho valor, concernientes a la fe y a la doctrina de la Iglesia. […]<\/p>\n","protected":false},"author":42,"featured_media":10693,"comment_status":"open","ping_status":"open","sticky":false,"template":"","format":"standard","meta":{"_et_pb_use_builder":"","_et_pb_old_content":"","_et_gb_content_width":"","_monsterinsights_skip_tracking":false,"_monsterinsights_sitenote_active":false,"_monsterinsights_sitenote_note":"","_monsterinsights_sitenote_category":0,"footnotes":""},"categories":[1341],"tags":[1347],"acf":[],"yoast_head":"\n