\u00a0<\/span><\/p>\n <\/p>\n
\u201cY fue la parte m\u00e1s justa del pueblo la que se salv\u00f3, y fueron los que recibieron a los profetas y no los apedrearon; y fueron los que no hab\u00edan vertido la sangre de los santos, los que no murieron.<\/i><\/p>\n
Y fueron preservados y no fueron hundidos y sepultados en la tierra; ni fueron ahogados en las profundidades del mar; ni fueron quemados por el fuego, ni murieron aplastados bajo alg\u00fan peso; ni fueron arrebatados por el torbellino; ni fueron dominados por el vapor de humo y de obscuridad.<\/i><\/p>\n
Y ahora bien, quien lea, entienda; el que tenga las Escrituras, escudr\u00ed\u00f1elas, y vea y considere si todas estas muertes y destrucciones causadas por el fuego, y por el humo, y por las tempestades, y por los torbellinos, y por la tierra que se abri\u00f3 para recibirlos, y todas estas cosas, no son para dar cumplimiento a las profec\u00edas de muchos de los santos profetas.<\/i><\/p>\n
He aqu\u00ed, os digo: S\u00ed, muchos han testificado de estas cosas a la venida de Cristo, y los mataron porque testificaron de estas cosas\u201d. – 3Ne 10: 12-15<\/i><\/p>\n
<\/p>\n
Si bien no sabemos c\u00f3mo ser\u00e1n las calamidades de los \u00faltimos d\u00edas, ni saber a ciencia cierta el porcentaje de personas justas o inicuas que se perder\u00e1n en dichos acontecimientos, o, en \u00faltima instancia, cu\u00e1ndo ser\u00e1 la Segunda Venida; de lo que s\u00ed estamos seguros es que por c\u00f3mo vivamos<\/i> nuestra vida en la tierra y cu\u00e1nto nos esforcemos<\/i> por mantenernos asidos a la barra de hierro que recibiremos las bendiciones prometidas por Dios, ya sea para volver a nuestro hogar celestial o para seguir perseverando en la tierra.\u00a0<\/span><\/p>\nNuestros juicios sobre las personas, ya sea que creamos que son justas o inicuas, no son perfectos. Asimismo, tampoco es nuestra responsabilidad juzgar a los hijos de Dios<\/strong> en base a nuestras propias creencias.\u00a0<\/span><\/p>\n <\/p>\n
La primera consejera de la Presidencia General de la Sociedad de Socorro dijo en la conferencia de octubre de 2020:<\/p>\n
\u201cNo nos juzguemos mutuamente ni permitamos que nuestras palabras hieran. Mantengamos nuestros nombres a salvo y ofrezcamos el regalo de la misericordia\u201d.<\/i><\/p>\n“That ye may know” por Gary L. Kapp<\/p><\/div>\n
Lo mejor que podemos hacer, sean cuales sean las circunstancias que enfrentemos en el futuro, es amar a nuestro pr\u00f3jimo, amar a nuestro Dios y seguir sus mandamientos, aferrarnos al evangelio lo m\u00e1s que podamos en nuestra b\u00fasqueda por ser m\u00e1s como Cristo.\u00a0<\/span><\/p>\nY todo esto para que cuando el momento de partir de este mundo llegue, nos encontremos listos para volver a nuestro Padre Celestial.<\/p>\n
Fuente: <\/i>askgramps.org<\/i><\/a><\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":" \u00bfEst\u00e1 Dios mostrando su ira por medio de los desastres naturales y las enfermedades de hoy en d\u00eda?<\/p>\n","protected":false},"author":110,"featured_media":87515,"comment_status":"open","ping_status":"open","sticky":false,"template":"","format":"standard","meta":{"_et_pb_use_builder":"","_et_pb_old_content":"","_et_gb_content_width":"","_monsterinsights_skip_tracking":false,"_monsterinsights_sitenote_active":false,"_monsterinsights_sitenote_note":"","_monsterinsights_sitenote_category":0,"footnotes":""},"categories":[1341],"tags":[280],"acf":[],"yoast_head":"\n
\u00bfSon las enfermedades y los desastres naturales una se\u00f1al de la ira de Dios?<\/title>\n \n \n \n \n \n \n \n \n \n \n \n \n\t \n\t \n\t \n \n \n \n \n\t \n\t \n\t \n