La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días donó $500,000 a la Autoridad Tribal de Servicios Públicos de Navajo (NTUA, por sus siglas en inglés).
Esta donación a fin de apoyar un proyecto que busca proporcionar electricidad a los residentes de Westwater, una comunidad de los Navajos en las afueras de Blanding City en el sureste de Utah.
Además, debido a un acuerdo interlocal, también se podría proporcionar agua potable a las familias necesitadas.
Foto: La Iglesia de Jesucristo
Entonces, el viernes 16 de septiembre, se llevó a cabo un evento de agradecimiento por las donaciones.
A dicha ceremonia asistieron líderes del estado de Utah, la Nación Navajo, la ciudad de Blanding, la Autoridad Tribal de Servicios Públicos Navajo (NTUA) y el condado de San Juan.
El élder Dieter F. Uchtdorf, del Cuórum de los Doce Apóstoles, estuvo presente en la ceremonia como representante de la Iglesia.
Foto: La Iglesia de Jesucristo
“Es hermoso ver esos nuevos cables de luz. Me dijeron que antes [de que la comunidad recibiera el servicio eléctrico] todos limpiaron sus propiedades para que fuera una ocasión especial para cuando se encendiera la luz.
Trajimos la luz eléctrica y creo que eso es lo que debemos hacer: debemos llevar luz a las personas”, dijo el apóstol.
El élder Uchtdorf también aplaudió los esfuerzos de varias agencias para financiar el proyecto a través de diferentes recursos estatales y de la Nación Navajo.
“Solo nos estamos sumando a esas [contribuciones] de la comunidad.
La Iglesia también se siente muy agradecida cuando puede contribuir, ayudar y demostrar que cuando deliberamos juntos, todos estamos en el mismo equipo.
Pienso que si nos acercamos más y nos elevamos donde estamos, ninguna situación en el mundo podría impedirnos tener éxito”.
Foto: La Iglesia de Jesucristo
Lena Hutchinson-Lovell es una de los 100 residentes que viven en la comunidad de Westwater, donde 19 de los 29 lotes han recibido servicios de luz desde el 1 de septiembre.
Anteriormente, la familia de Hutchinson-Lovell dependía de un generador para sus necesidades energéticas.
Otros hogares también dependían de fuentes alternativas de energía, como turbinas eólicas domésticas y paneles solares.
“Nunca tuvimos electricidad. Usábamos linternas y lámparas de querosén. El generador nos costaba $20 por día para llenar el tanque de gasolina durante seis horas. Ahora que puedo encender la luz de la entrada de mi casa, mis hijos estarán seguros por la noche cuando regresen. Es una bendición”, dijo Hutchinson-Lovell.
Fuente: LaIglesiadeJesucristo.org
