Hace dos semanas, en el segundo tribunal más alto de Estados Unidos, el fiscal general del gobierno del presidente Joe Biden utilizó el término “expiación” al hablar de un Santo de los Últimos Días y juez federal que se ha retirado.
En ese momento, también estuvo presente John Roberts, el presidente del Tribunal Supremo de los Estados Unidos.
Pensemos en esto por un minuto, estamos hablando de Merrick Garland, el fiscal general de esta nación, el hombre nominado a la Corte Suprema en 2016 pero que no pudo recibir el voto de confirmación porque el voto de la mayoría de republicanos en el Senado se lo impidió.
Aun así, Garland estuvo el fin de semana con Roberts y otros cuatro jueces de la Corte Suprema en la Corte de Apelaciones de los Estados Unidos para el Circuito del Distrito de Columbia a fin participar en la presentación del cuadro con el retrato de Thomas Griffith, ex asesor general y ex alumno de BYU.
El ejemplo de un Santo de los Últimos Días
Desde joven, Thomas Griffith se propuso vivir lo que predica; emulando el civismo y la cordialidad. Aquello ha causado un impacto en muchas personas.
El sábado 7 de octubre, el fiscal general Merrick Garland, quien creció en un hogar judío conservador permitiéndole tener una sólida comprensión del concepto de Expiación, mencionó la expiación parafraseando uno de los discursos de Griffith:
“Es el concepto de que aquellas cosas que están separadas pueden unificarse… Un abogado puede ser una herramienta de expiación más que una fuente de división.
Tom cree que los jueces y abogados, como ciudadanos, pueden brindar argumentos, sin embargo, deben hacerlo sabiendo que aquellos con quienes no estamos de acuerdo no son nuestros enemigos, sino más bien nuestros socios en la gran experiencia de la democracia estadounidense”.
Haciendo énfasis de esto, Griffith expresó:
“Quienes realizan el juramento de apoyar y defender la Constitución hacen un voto solemne de trabajar a favor de la unidad y no ser agentes de división. Aquellos que se niegan a ceder en aras de la unidad socavan la Constitución”.
La invitación del profeta
Al leer la historia de Garland, Griffith recordó algunos otros mensajes fascinantes. Compartió cómo el presidente Nelson instó a los Santos de los Últimos Días a ser pacificadores en la conferencia general de abril de 2023.
¿Recuerdas estas declaraciones?
“Como discípulos de Jesucristo, debemos ser ejemplos de cómo interactuar con los demás, especialmente cuando tenemos diferencias de opinión”.
“La expiación del Salvador hizo posible que venciéramos todo lo malo, incluida la contención. No se confundan: ¡la contención es mala!”
“La ira nunca persuade, la hostilidad no edifica a nadie, la contención nunca lleva a soluciones inspiradas”.
“Ustedes tienen su albedrío para elegir la contención o la reconciliación. Los insto a elegir ser pacificadores, ahora y siempre… El mensaje del Salvador es claro: Sus verdaderos discípulos edifican, elevan, alientan, persuaden e inspiran, por muy difícil que sea la situación”.
Practicar la bondad y la cortesía
Por otro lado, un judío intelectual habló recientemente sobre lo que denominó “la teología cívica” de los Santos de los Últimos Días y advirtió que el deterioro del cristianismo estadounidense amenaza la democracia pluralista de los Estados Unidos.
Jonathan Rauch señaló que el presidente Dallin H. Oaks, primer consejero de la Primera Presidencia, expresó recientemente:
“No debemos esperar ni buscar un dominio total de nuestras propias creencias”.
El presidente Oaks ha defendido de manera amplia y profunda el civismo y el compromiso en un gran número de discursos que Rauch describió como “un caso sofisticado a favor de una alineación entre la constitución moral de Dios y la política de Madison. El [presidente Oaks] ve la paciencia, la negociación y el compromiso no como medios para lograr un fin… sino como fines sociales y espirituales en sí mismos”.
Rauch también declaró que La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días:
“[Posee] algo realmente impresionante: una base completamente formada, coherente y bíblica para el pluralismo madisoniano. Es la antítesis polar del nacionalismo cristiano y el dominionismo cristiano… Proporciona una visión de los ciudadanos cristianos que no es defensiva, temerosa o aislacionista, sino que abraza el proceso complicado y frustrante de la negociación para acercar a los estadounidenses a Dios”.
Es maravilloso como los esfuerzos que los Santos de los Últimos Días realizan por vivir su fe y creencias puede dejar una gran impresión en los demás. No necesitan ser perfectos, solo necesitan intentarlo y eso hace la diferencia.
Fuente: Deseret News