Sin importar las circunstancias, terminar una relación es algo doloroso. Es natural sentir una mezcla de emociones, como tristeza, enojo, confusión e incluso culpa.
Esto sucede porque como seres humanos no amamos de manera perfecta, pero Dios sí, y Él nos quiere ayudar a superar esta situación.
Asimismo, a pesar de lo difícil que puede ser una ruptura, también puede ser una oportunidad para aprender y crecer.
Aquí te comparto 7 lecciones que puedes aprender después que una relación termina.
1. No reprimas tus emociones
Las rupturas casi siempre duelen, ya sea que supieras que el final de tu relación se acercaba o no.
Tal vez creías que la relación debía terminar, pero no sabías lo duro que sería. Puede ser que hayan estado juntos por años y que, posiblemente, llegaste a amar a su familia y a sus amigos.
Por más difícil que parezca, no reprimas tus emociones. Llorar es una forma natural y saludable de procesar el dolor y la pérdida. Permítete sentirlas y no tengas miedo de expresarlas.
Dios nos dio la capacidad de amar para ayudarnos a crecer y elevarnos mutuamente, pero también nos ama lo suficiente como para que elijamos salir de una relación que no nos llevará nada.
2. No te apresures por entrar en una nueva relación
Si bien el plan de Dios incluye que nos casemos en uno de Sus templos, esto no quiere decir que te apresures a entrar a otra relación solo para cumplir un mandamiento.
Hacerlo, te llevará a correr el riesgo de cargar con el equipaje emocional de la relación anterior y repetir los mismos patrones.
Tómate un tiempo para sanar antes de buscar una nueva pareja, es importante que te recuperes de la ruptura anterior antes de comenzar una nueva relación.
Por otro lado, recuerda que este también es un tiempo para mejorar, para crecer y descubrir una forma diferente de hacer las cosas. No pienses que porque no sales con alguien ahora no estás avanzando en tu meta hacia el matrimonio eterno.
3. Valora tu experiencia
Aunque tu relación haya terminado, haber amado y perdido es una parte importante de la vida, una que nos acerca más al Señor.
Cada relación nos enseña algo sobre nuestra persona y lo que queremos en nuestro futuro cónyuge.
Además, debes saber que Dios está haciéndote un bien, aunque no lo parezca. Es muy probable que te esté preparando para alguien mucho mejor solo que por el momento no lo puedes ver.
A medida que te recuperes de la ruptura, podrás apreciar las lecciones que aprendiste y usarlas para entablar relaciones más saludables en el futuro.
4. Aprende de lo que hizo que tu relación terminara
Al meditar sobre la relación, trata de identificar qué funcionó y qué no.
Por ejemplo, piensa en tu lado de las cosas, ¿qué te hizo feliz?, ¿qué te hizo sentir mal?, ¿qué harías diferente en el futuro?, ¿qué límites debiste establecer?, ¿qué cosas no aceptarías?
Y también piensa en la otra persona: ¿Qué pudiste hacer mejor?, ¿qué comportamiento puedes cambiar?, ¿qué es lo que la otra persona espera en su futuro cónyuge?, ¿hubo comunicación efectiva?
Esta es una oportunidad única para una introspección saludable y llena de esperanza, donde puedes evaluar y balancear tanto lo bueno como lo malo.
Al comprender estas dinámicas, podrás aprender a abordar mejor las diferencias y a buscar soluciones constructivas en una futura relación.
5. No permitas que el rencor te impida perdonar
Cuando una relación romántica llega a su fin, puede ser difícil imaginar una amistad inmediata entre ambas partes. A pesar de los desafíos, las experiencias que compartieron aún pueden generar un sentido de conexión duradera.
Eres tú quien elige de qué manera recordar a tu ex. Eres tú quien decide, de ser el caso, perdonar, dejar el rencor atrás y seguir adelante.
No necesitas convertirte en el mejor amigo o amiga de tu ex, pero sí puedes elegir si aquello será una carga emocional o no en tu futuro.
Aunque no lo creas, con el tiempo, será posible que puedas desarrollar una relación de amistad. No obstante, no te presiones si sientes bien que por el momento no es así.
6. “No eres tú, es Dios”
Es posible que hayas escuchado la frase “he sentido la impresión de que debemos terminar” o “he orado y siento que esto ya no va más” y sus muchos semejantes. Todas esas frases se resumen en un “no eres tú, es Dios”.
Si bien es cierto que Dios tiene un plan para nuestras vidas y nos da las impresiones que requerimos después de mucha oración, eso no significa que se deba usar como excusa.
Si una relación no funciona, es importante ser honesto contigo mismo y con la otra persona sobre las razones. Es cierto que muchas cosas son intangibles, pero busca esos factores concretos, de esta manera ambos pueden crecer y mejorar para una futura relación que sí los lleve a un matrimonio eterno.
7. Tu Padre conoce tus necesidades
El Padre Celestial siempre nos ha pedido que confiemos en Él para encontrar consuelo y guía ya sea en las malas como en las buenas. Esto incluye una ruptura amorosa.
En este momento difícil, recuerda que Dios siempre está contigo. Él te ama y se preocupa por ti. Él te dará la fuerza que necesitas para superar esto y seguir adelante con tu vida.
Confía en que Dios te dará más oportunidades para conocer y entablar una relación con la persona adecuada.
Las rupturas son dolorosas, pero no tienen que ser el fin del mundo. Al aprender de estas experiencias, puedes convertirte en una persona más fuerte y resiliente. Con el tiempo, podrás superar el dolor y encontrar un amor verdadero y duradero.
Video relacionado
@masfe.org Solo Tú sabes como amar a alguien tan imperfecto como yo. ❤️🩹 #masfe #evaluna #montaner #cristianos #fyp #consejos #motivacion #musicscristiana #jesuslovesyou #christian