Un grupo de 180 misioneros de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días sorprendió a miles de espectadores al interpretar el himno nacional de Estados Unidos en un partido de béisbol entre los Colorado Rockies y los Boston Red Sox, equipos de las Grandes Ligas (MLB).
El evento tuvo lugar en Denver, Colorado, Estados Unidos, el 24 de julio, día donde muchos Santos de los Últimos Días conmemoran el Día de los Pioneros.
La idea de que los misioneros cantaran surgió durante el año pasado gracias al miembro de una estaca local que tiene conexiones con la organización de los Colorado Rockies.
El presidente de la Misión Colorado Denver Norte, Charles Clawson, recibió con entusiasmo la propuesta y, al coincidir una de las fechas sugeridas con el Día de los Pioneros, sintió que se trataba de una señal de los cielos.
Encontrar a la persona que dirigía a los misioneros fue otro paso crucial. Una casualidad en una tienda de helados reunió al presidente Clawson con Annie Pyper, una talentosa pianista y directora de coro, quien aceptó el desafío de preparar a los élderes y hermanas para este evento.
Pyper trabajó arduamente con los jóvenes, enseñándoles las diferentes partes vocales y enfatizando la importancia de compartir el espíritu del Evangelio a través de la música. Los misioneros, por su parte, mostraron entusiasmo y dedicación durante los ensayos.
“Fue una experiencia increíble representar a la Iglesia ante una audiencia tan grande”, compartió el élder Logan Randall. “Muchos no saben quiénes somos o a quién representamos, y cantar el himno nacional fue una gran manera de ‘dejar que nuestra luz brille’”.
El presidente Clawson espera que esta experiencia ayude a los misioneros a reconocer su capacidad para compartir el Evangelio a través de su presencia y testimonio, a desarrollar gratitud por su país y a crear recuerdos inolvidables durante su misión.
Annie Pyper, inspirada por una invitación del presidente Russell M. Nelson a leer Doctrina y Convenios 109, expresó su deseo de que los misioneros pudieran “unir [sus] voces a las de los fulgurosos y resplandecientes serafines que rodean [del] trono [de Dios] con aclamaciones de alabanza, cantando: ¡Hosanna a Dios y al Cordero!” (Doctrina y Convenios 109:79).
Este evento único no solo permitió a los misioneros compartir su fe con una amplia audiencia, sino que también fortaleció su testimonio y creó una experiencia inolvidable que perdurará en sus vidas.
Asimismo, su participación ha generado una gran atención y ha permitido que muchas personas se acerquen y conozcan a los misioneros y la Iglesia de Jesucristo de una manera positiva y memorable.
Fuente: Church News