En medio de la devastación causada por las históricas inundaciones que azotaron el estado de Rio Grande do Sul, miembros de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días demostraron una vez más su compromiso con el servicio y la comunidad.
El élder Gerrit W. Gong, del Cuórum de los Doce Apóstoles, visitó la región afectada para expresar su solidaridad y reconocer los esfuerzos de los miembros locales.
El élder Gerrit W. Gong, del Cuórum de los Doce Apóstoles, junto a su esposa, la hermana Susan. Imagen: La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días
Durante su visita, se reunió con autoridades gubernamentales y con aquellos que fueron directamente afectados por las inundaciones.
“Ha sido muy conmovedor poder estar en esta área que ha sido tan devastada por las inundaciones”, compartió.
Los miembros de la Iglesia de todo Brasil sirvieron de muchas maneras diferentes para ayudar a aquellos cuyas vidas fueron trastornadas por las inundaciones.
El élder Gerrit W. Gong compartió: “Es simplemente reconfortante y sagrado recordar que en los momentos más difíciles nunca estamos solos”. Imagen: La Iglesia de Jesucristo
Ante la situación, los centros de reuniones de la Iglesia sirvieron como refugios de emergencia para cientos de personas desplazadas. Los miembros incluso organizaron y proporcionaron recursos rápidamente después del desastre.
Este apoyo fue significativo entre la relación de los líderes de la Iglesia y los líderes gubernamentales. El élder Gong expresó:
“Nos recibieron altos funcionarios del gobierno, quienes están muy agradecidos por la maravillosa cooperación como vecinos y amigos y miembros de la comunidad, como hermanos y hermanas con nuestros miembros y líderes de la Iglesia”.
El testimonio de Érica Leites, una joven miembro de la Iglesia, refleja la experiencia de muchos.
Érica Leites, del barrio Eldorado do Sul en Rio Grande Do Sul, Brasil, junto a sus padres durante la inundación en mayo de 2024. Imagen: La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días
“Cuando me desperté, había agua en las calles y, en pocas horas, había agua dentro de mi casa debido a las fuertes lluvias en Rio Grande do Sul”.
A pesar del miedo, su familia encontró fuerza en la oración y las Escrituras.
El élder Gong destacó el espíritu de unidad y servicio demostrado por los miembros de la Iglesia.
“Es simplemente reconfortante y sagrado recordar que en los momentos más difíciles nunca estamos solos. En los momentos más difíciles, el Señor está con nosotros. Y Él nos ayuda, y Él nos bendice, y lo hacemos juntos. Es parte de pertenecer por convenio”.
La visita del apóstol y el apoyo brindado por la Iglesia han fortalecido la fe de los miembros y han dejado una huella positiva en la comunidad.
Fuente: Church News
