Cuando un familiar falleció, heredé una planta de caucho de casi dos metros en una maceta de bronce. La cuidé por dos años, regándola y limpiando sus hojas.
Un día, al rociarla con agua, noté que una hoja se desprendió y al voltearla vi que decía: “hecho en China”. Me di cuenta de que había estado cuidando una planta de plástico todo ese tiempo, ignorando las señales obvias de que nunca crecía ni florecía.
Los hechos pueden diferir de lo que esperamos. ¿Has alquilado un condominio que parecía perfecto en línea, pero resultó ser un desastre?
Los hechos pueden diferir de lo que esperamos. Imagen: iStock
O, ¿comprado un producto con reseñas de cinco estrellas solo para descubrir que era una estafa?
Muchas personas desconfían y descartan la importancia de pertenecer a una iglesia. Los susurros de Satanás están logrando que muchos vean a la Iglesia como algo irrelevante.
Muchos que se alejan de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días sienten que los han engañado sobre su historia y consideran la Iglesia como una corporación, no como el Reino de Dios.
Muchas personas desconfían y descartan la importancia de pertenecer a una iglesia. Imagen: Canva
Se reúnen con personas que comparten su descontento, crean y consumen podcasts que refuerzan sus quejas, y organizan esfuerzos de proselitismo.
Curiosamente, esta razón cumple la profecía:
“Se levantarán falsos Cristos y falsos profetas, y harán grandes señales y prodigios, a tal grado que engañarán, si fuere posible, aun a los mismos escogidos”. (José Smith—Mateo 1:22).
El tema del engaño aparece recurrentemente en las Escrituras, donde se menciona 125 veces. Recientemente, descubrí que ser engañado es una señal de la Segunda Venida.
El engaño aparece recurrentemente en las Escrituras. Imagen: Canva
Encontré esta verdad en José Smith—Mateo en la Perla de Gran Precio, que explica cómo evitar el engaño y prepararse para la Segunda Venida.
José Smith—Mateo es la enmienda de José Smith al capítulo 24 de Mateo que se encuentra en la Biblia del Rey Santiago.
El Señor instruyó a José en marzo de 1831 a dedicar sus energías al Nuevo Testamento y prometió un derramamiento de conocimiento:
José Smith reorganizó los versículos de Mateo 24 para dividir el capítulo en dos mitades. Imagen: Canva
“Y en él se darán a conocer todas estas cosas…a fin de que estéis preparados para las cosas que vendrán. Porque de cierto os digo que os esperan grandes cosas”. (Doctrina y Convenios 45:60–62).
¡Grandes cosas! ¡Sí! Mientras José trabajaba en Mateo 24, fue inspirado a agregar 575 palabras y hacer más cambios en Mateo 24 que en cualquier otro capítulo del Nuevo Testamento
José Smith reorganizó los versículos de Mateo 24 para dividir el capítulo en dos mitades, mostrando señales de la primera abominación desoladora y señales de una desolación futura.
Usó la frase “otra vez” para enfatizar la repetición de eventos profetizados, como el enfriamiento del amor y la predicación del evangelio, aunque no aparece en Mateo 24.
Hay un aspecto sobre el cual sí tenemos control: no dejarnos engañar. Imagen: Canva
Mientras que la Segunda Venida puede causar ansiedad por la falta de control sobre los eventos profetizados, como guerras y desastres, hay un aspecto sobre el cual sí tenemos control: no dejarnos engañar.
Este tema se menciona cinco veces en José Smith—Mateo, destacando su importancia en nuestra preparación para el fin.
“Y Jesús respondió y les dijo: Mirad que nadie os engañe; porque vendrán muchos en mi nombre, diciendo: Yo soy Cristo; y engañarán a muchos; y muchos falsos profetas se levantarán y engañarán a muchos;
Porque en aquellos días también se levantarán falsos Cristos y falsos profetas, y harán grandes señales y prodigios, a tal grado que engañarán, si fuere posible, aun a los mismos escogidos, que son los escogidos conforme al convenio. Y el que atesore mi palabra no será engañado…”
Somos responsables de cuán firmemente nos aferramos a la barra de hierro. Imagen: Canva
Tenemos control sobre dónde buscamos información y lo que elegimos ver y escuchar.
Decidimos cómo pasamos el día de reposo y con quién nos rodeamos, ya sean personas que creen y están llenas del Espíritu o aquellos que dudan, están enojados y son espiritualmente tercos.
Somos responsables de cuán firmemente nos aferramos a la barra de hierro y de cuánto valor le damos a la palabra de Dios.
Atesorar las Escrituras y seguir al profeta viviente nos protegerá del engaño, especialmente en estos tiempos donde rumores y desinformación, exacerbados por internet y la IA, son comunes.
Los hogares, templos y reuniones en Su nombre son lugares santos donde debemos permanecer. Aunque la iniquidad aumente, debemos esforzarnos por mantener nuestro amor ferviente.
Fuente: Meridian Magazine
