No encontrarás a muchos estudiantes de segundo año de Brigham Young University (BYU) impartiendo un curso de idioma de alto nivel. Pero los planes de Laesgaw K’Chawtee, estudiante de relaciones internacionales, siempre fueron distintos.
K’Chawtee regresó a BYU justo después de servir en una misión en Kentucky, Estados Unidos donde sirvió a miembros de su propio grupo étnico asiático, karen.
Durante el invierno de 2022, trabajó con el Centro de Estudios de Idiomas para enseñar karen a misioneros retornados.
K’Chawtee destacó:
“BYU es la primera universidad estadounidense en enseñar Karen y reconoce que el Karen es digno como idioma, y como pueblo protegido”.
Alejados de sus tierras en la frontera entre Birmania y Tailandia en el siglo XIX, los karen enfrentaron desde entonces opresión por parte del gobierno de lo que hoy es Myanmar.
“Mis padres me contaban sobre las luchas y pruebas [de nuestro pueblo]. Ahora mi propósito en la vida está para siempre entrelazado con esa causa de liberación”.
Cuando K’Chawtee tenía 8 años, su familia se mudó de Tailandia a Buffalo, Nueva York, donde hizo amistad con jóvenes de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días y más tarde fue bautizado.
En su misión, K’Chawtee conectó la difícil situación del pueblo Karen con un principio crucial del evangelio. Su lucha, se dio cuenta, “se trata del albedrío”.
Y para él, expandir el albedrío de su pueblo significa preservar su cultura. “BYU me ha permitido [enseñar Karen]. Esa siempre es una batalla que puedo ganar, cada vez que lo enseño”.
Aunque “ karen 330 ” era una clase de idioma, también explora la cultura y la lucha histórica de los karen.
Lindsey Middleton , una de las estudiantes de K’Chawtee, compartió:
“Amo a las personas a las que serví. Cualquier cosa que pueda hacer para entenderlas mejor es realmente importante para mí”.
Más allá de la mera instrucción, la clase concluyó con un llamado a la acción, dice Marshall S. Butler, otro estudiante.
“[K’Chawtee] quería promover esta idea de que una vez que te llaman a una misión karen, estás llamado de por vida”.
Los estudiantes de K’Chawtee toman ese encargo muy en serio. Butler desarrolló recursos de capacitación lingüística para misioneros.
Middleton trabajó con K’Chawtee en material para la aplicación de idiomas embark del CCM; otro compañero de clase ayudó a nativos a traducir ordenanzas sagradas del templo al karen.
K’Chawtee siempre supo que quería ayudar a su pueblo. Pero su misión, y su tiempo en BYU, han mejorado su perspectiva.
“¿Qué puedo hacer por ellos para que puedan ayudar a otras personas y ayudarse a sí mismos? Esa es la mentalidad del evangelio”.
Fuente: BYU Magazine