En este mundo competitivo y acelerado, es fácil ceder a una de las condiciones más peligrosas de nuestro tiempo: la adicción al trabajo.
Claro, la mayoría de nosotros hemos oído las típicas frases motivacionales. Una leyenda del fútbol americano dijo que el único lugar donde el éxito viene antes que el trabajo es en el diccionario.
Es cierto, pero llevar ese pensamiento al extremo puede ser contraproducente, e incluso peligroso. El agotamiento consume todo a su paso, incluidas las relaciones más importantes en la vida de una persona.
No hay duda de que nuestra cultura parece recompensar el exceso de trabajo mientras castiga a quienes no se conforman.
La Dra. Malissa Clark aborda de frente este dilema en su libro “Never Not Working: Why the Always-On Culture is Bad for Business—and How to Fix It”.
Ella es profesora asociada de psicología industrial y organizacional en la Universidad de Georgia, donde dirige el Healthy Work Lab. La Dra. Clark es una de las principales expertas mundiales en adicción al trabajo, sobrecarga laboral, agotamiento y bienestar de los empleados.
¿Qué, podrías preguntar, son las primeras señales de advertencia de la adicción al trabajo y cómo pueden las personas resistir la espiral descendente?
Clark dice que las personas con tendencia a la adicción al trabajo a menudo tienen ciertos rasgos que han estado presentes a lo largo de sus vidas. Uno de esos rasgos es el perfeccionismo: nada les parece lo suficientemente bueno. Otro es el sobre compromiso: frecuentemente asumen demasiadas responsabilidades sin reconocer sus límites.
“Los adictos al trabajo también tienen problemas con la inactividad. Sienten que siempre deben estar haciendo algo, siempre trabajando en algo. Cuando no tienen nada en su agenda, el adicto al trabajo encontrará algo para agregar a ella”.
Luego está el atractivo de la cultura del ajetreo de hoy.
“Para muchos de nosotros, esa mentalidad está arraigada desde una edad temprana. Nos enseñan que si trabajas lo suficiente, puedes lograr lo que te propongas. Hoy en día, las redes sociales están llenas de personas que promueven la cultura del esfuerzo constante, y la generación emergente las ve como ejemplos a seguir.
A medida que la tecnología nos mantiene más conectados que nunca al trabajo, esta generación podría encontrar aún más difícil desconectarse, lo que agravaría aún más el problema”.
¿Cómo pueden los líderes ayudar a revertir la mentalidad de estar siempre disponible y poner el trabajo primero, que está infectando a muchos lugares de trabajo, sin poner en riesgo la prosperidad de la organización?
“Para empezar, deben ser buenos modelos a seguir para sus empleados, demuestren a sus empleados que está bien desconectarse completamente durante las vacaciones, no respondiendo correos electrónicos (¡y también usen ese tiempo de vacaciones!).
Salgan temprano del trabajo para asistir al partido de fútbol de su hijo y abracen ese momento, en lugar de ocultarlo. Reexaminen los patrones de comunicación de su equipo y busquen maneras de romper el ciclo de la inmediatez.
Por ejemplo, ¿han tomado la costumbre de enviar mensajes de texto o correos electrónicos fuera de horario? En su lugar, programen ese correo electrónico para que llegue durante el horario laboral. Respeten los límites de sus empleados. Recompensen trabajar de manera más inteligente, no más larga”.
Fuente: Meridian Magazine
Video relacionado
@masfe.org Todas las emociones tienen un sabio propósito. Por eso, es necesario practicar con ellas para aprender a controlarlas y no lastimar a nadie, sobre todo cuando nos sentimos molestos. Controlar nuestros impulsos y saber manejarlos también es parte del amor propio y amor hacia nuestros semejantes. #enojo #emociones #intensamente #consejocristiano #saludmental #amorpropio #furia #molesto #familia ♬ sonido original – Masfe.org