Una pequeña habitación con unos pocos libros y un puñado de voluntarios. Ese fue el humilde comienzo de la Sociedad Genealógica de Utah, mejor conocida al día de hoy como FamilySearch International, el 13 de noviembre de 1894.
Bajo la dirección de Wilford Woodruff, el cuarto presidente de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, la organización se fundó con 3 objetivos principales: recopilar, establecer y mantener una biblioteca genealógica; difundir información genealógica; y adquirir registros para realizar las ordenanzas del templo.
Hoy, transcurridos 130 años, FamilySearch es una de las organizaciones genealógicas más grandes del mundo, con más de 1500 millones de personas en su árbol genealógico colaborativo en línea y 18 mil millones de registros e imágenes históricas que se pueden buscar.
Asimismo, además de contar con la biblioteca genealógica más grande del mundo en Salt Lake City, FamilySearch también ha establecido más de 6,000 sucursales en todo el mundo.
El ‘milagro’ de la pandemia
Algunos de los logros más impresionantes de FamilySearch se han producido en los últimos 5 años; es decir, meses antes de que se desatara la pandemia de la COVID-19.
Como el caso de RootsTech, que originalmente era una conferencia presencial de historia familiar de 3 días, y se terminó por convertir en un evento gratuito en línea que llegó a millones de personas en todo el mundo a partir de 2021.
La edición del 2024 atrajo a casi 5 millones de asistentes virtuales de 240 países y territorios, y los participantes hicieron más de 350 millones de conexiones familiares.
“Realmente, se ha convertido en un evento mundial”, señaló el élder Kevin S. Hamilton, Setenta Autoridad General y director ejecutivo del Departamento de Historia Familiar de la Iglesia.
“Ahora estamos viendo cómo podemos hacer que esto sea aun más grande y de mayor alcance”.
Una meta que busca ir acorde al crecimiento de la organización, ya que en 2021, FamilySearch completó la hazaña monumental de digitalizar sus 2,4 millones de rollos de microfilm que contienen registros genealógicos históricos de más de 200 países y hacerlos fácilmente visibles en línea a través de un nuevo visor de imágenes.
Mediante estas colecciones gratuitas en línea, se brinda a los usuarios un fácil acceso a la información de más de 11 mil millones de antepasados.
Inteligencia artificial al servicio de Dios
Recientemente, FamilySearch comenzó a utilizar los avances de la inteligencia artificial para ayudar a indexar más rápidamente sus miles de millones de documentos genealógicos históricos recientemente digitalizados.
Ahora, gracias a un ejército de voluntarios en línea, se ayuda a refinar la precisión de los resultados de la IA y los índices de registros mediante la herramienta Get Involved de FamilySearch.
“La IA generativa ha cambiado por completo la forma en que abordamos los macrodatos. Todavía estamos en las primeras etapas, cuando todo el mundo está tratando de entenderlo, pero el futuro es muy prometedor”.
A la fecha, FamilySearch está disponible en más de 40 idiomas.
Rescate de genealogía en África
Hace unos años, la Primera Presidencia expresó su preocupación por los “registros en riesgo”: aquellos que enfrentan una posible destrucción o, en algunas comunidades indígenas, donde un miembro tiene la tarea de memorizar generaciones de genealogías y no existen registros escritos.
Por lo tanto, con el fin de evitar su pérdida completa, FamilySearch comenzó a enviar contratistas nativos con tecnología a aldeas africanas para capturar una historia oral y luego usar la información para crear registros y árboles genealógicos.
Así, gracias a estos esfuerzos, en la actualidad, FamilySearch cuenta con unos 4,500 contratistas repartidos por 21 países africanos. La entrevista número 2 millones se completó en octubre y para finales de 2024 se habrán completado cientos de millones de registros.
Se están llevando a cabo proyectos similares en Filipinas, Papúa Nueva Guinea y entre los nativos americanos, reveló el élder Hamilton.
“Es la primera vez que alguien ha hecho algo así a tal escala”, agregó.
“En cualquier lugar donde haya personas que tengan registros orales, estamos tratando de capturar esa información, esos registros, para publicarlos y hacerlos accesibles para que la gente pueda construir su árbol genealógico”.
Es una carrera contra el tiempo, explica. Por ejemplo, un “recordador clave” que tenía 107 años falleció recientemente.
“Cuando esos ‘recordadores’ fallecen, esa gente acaba de perder una biblioteca”, explicó Steve Rockwood, director ejecutivo de FamilySearch.
“Así como estamos tratando de salvar esos registros que se están deteriorando en situaciones ambientales adversas en todo el mundo, también estamos tratando de registrar historias orales”.
Construyendo el árbol genealógico de la humanidad
Mientras conmemoran el 130° aniversario, el élder Hamilton, Rockwood y otros miembros de FamilySearch también están haciendo todo lo posible por mirar hacia el futuro y visualizar dónde estará FamilySearch dentro de 10 a 20 años.
Es difícil imaginarlo con el rápido desarrollo de la tecnología, pero las perspectivas son emocionantes y están agradecidos de participar en la obra con una visión profética de “reunir a todos los hijos de Dios”.
Una misión que esperan cumplir de forma literal. Algunas estimaciones indican que entre 80,000 y 100,000 millones de personas han vivido en la Tierra o han nacido desde Adán y Eva. Y el reto es agruparlas a todas.
“Vamos a construir el árbol genealógico de la humanidad, todos los hijos de Dios, colocados con precisión en un árbol, con relaciones cuidadosamente definidas, para que podamos ir y sellar a esas familias juntas en los templos. Ese es el objetivo”, declaró.
“Sé que suena un poco audaz, pero ¿saben qué? El Señor está a cargo. Él puede hacer todo lo que quiera. Vamos a avanzar con fe. Es mi testimonio que lo lograremos”.
Fuente: Church News