En una época en la que la familia necesita más que nunca protección, amor y guía espiritual, el presidente Russell M. Nelson, de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, compartió un mensaje profundamente inspirador para los padres, quienes llevan sobre sus hombros la sagrada responsabilidad de guiar un hogar.

Con palabras sencillas pero poderosas, el presidente Nelson expresó su aprecio por todos aquellos hombres que buscan ser una influencia de paz en sus hogares y comunidades. Recordó con cariño el ejemplo de su propio padre, un hombre cuya manera de vivir enseñaba serenidad, fe y firmeza en lo correcto. Ese legado, dijo, ha procurado llevarlo a su propia familia, que hoy incluye a cientos de personas.
Pero el corazón de su mensaje fue una promesa directa para los padres de todo el mundo:
“Padres, al convertirse en pacificadores en sus hogares, pueden literalmente frustrar la influencia del adversario”, aseguró.
“Al demostrar la caridad que manifiestan los verdaderos discípulos de Jesucristo, el Señor magnificará sus esfuerzos más allá de su más elevada imaginación. Al seguir al Príncipe de Paz, ustedes se convertirán en Sus pacificadores.”

“He hablado recientemente sobre la necesidad de los pacificadores. En este Día del Padre, siento gratitud por todos los padres que actúan como pacificadores en sus hogares y comunidades. Mi propio padre fue un ejemplo de esto durante mi infancia. Y he procurado con todas mis fuerzas llevar su influencia recta a mi propia familia, la cual ahora incluye a cientos de personas, ¡cada una de las cuales amo profundamente! Padres, al convertirse en pacificadores en sus hogares, pueden literalmente frustrar la influencia del adversario. Al demostrar la caridad que manifiestan los verdaderos discípulos de Jesucristo, el Señor magnificará sus esfuerzos más allá de su más elevada imaginación. Al seguir al Príncipe de Paz, se convertirán en Sus pacificadores.” – Rusell M. Nelson via Instagram.
Un llamado a liderar con amor
El mensaje del presidente Nelson no se limita a una fecha o celebración. Es una invitación constante para que los padres vivan con propósito y con una visión eterna. En un mundo lleno de ruido, conflicto y distracción, los hogares pueden ser lugares de refugio si quienes los dirigen eligen hacerlo con amor, paciencia y fe.

Ser pacificador no implica tener una vida perfecta ni evitar los desafíos. Implica cultivar un espíritu de comprensión, actuar con empatía, enseñar con ejemplo y amar sin condiciones. Cuando un padre busca deliberadamente traer paz al hogar, con sus palabras, su actitud y sus decisiones, se convierte en una influencia poderosa para bien, una que puede cambiar destinos y fortalecer generaciones.
El presidente Nelson enseñó que los padres tienen una promesa divina: el Señor engrandecerá sus esfuerzos si actúan con caridad y siguen al Salvador. Ese respaldo celestial es real, y está disponible para cada padre que desee crear un hogar donde reine el Espíritu del Señor.

Hoy más que nunca, vale la pena recordarlo: no hay esfuerzo más importante ni más duradero que el de ser constructor de paz dentro de nuestra propia familia.
Fuente: Church Newsroom



