Una delegación de 13 miembros del Comité Judío Estadounidense (AJC, por sus siglas en inglés) visitó Salt Lake City del 11 al 13 de agosto para reunirse con líderes de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días.
El encuentro, centrado en el diálogo y la construcción de puentes, permitió al grupo judío global aumentar su comprensión sobre la labor y los esfuerzos humanitarios de la Iglesia.
Durante su visita, recorrieron sitios clave en Salt Lake City y Provo, incluyendo la Universidad Brigham Young, Plaza de Bienestar y el Centro Humanitario, donde participaron ensamblando kits de limpieza para ayuda en desastres.
Durante la cena del martes, la delegación del AJC compartió sus impresiones y obsequió a los líderes de la Iglesia y a los voluntarios anfitriones con pan jalá, como símbolo de valores compartidos y hospitalidad.
El Rabí Noam Marans, director de Asuntos Interreligiosos del AJC, comparó los esfuerzos de la Iglesia para recibir a los visitantes con el espíritu acogedor que Abraham y Sara demostraron en Génesis 18.
El rabí Marans, quien ha visitado la sede de la Iglesia en múltiples ocasiones, expresó:
«Nos hicieron sentir que no había nada más importante en el mundo que atendernos. No sabemos cómo agradecerles. El pueblo judío necesita amigos leales en este momento de una manera que no tiene paralelo en mi vida».
Joyce Silberstang, del Consejo Ejecutivo del AJC, también expresó su gratitud por la generosidad de la Iglesia:
«Nos recibieron no como extraños, sino como hijos de Dios. Nos han mostrado a todos lo que realmente significa la hospitalidad. Su apertura, sinceridad y calidez nos han tocado profundamente. Gracias».
Imagen: La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días
La relación entre ambas organizaciones tiene muchos años. Líderes del AJC han participado en jornadas de puertas abiertas de templos y han visitado Salt Lake City en varias ocasiones, mientras que líderes de la Iglesia han realizado visitas recíprocas a la sede del AJC en Nueva York.
Para el élder Gary E. Stevenson, del Cuórum de los Doce Apóstoles, que participó en la cena, la experiencia fue nostálgica y le recordó amistades que formó con colegas judíos cuando era joven empresario en la industria de artículos deportivos:
«Nos hicimos muy buenos amigos, asistiendo a bar y bat mitzvahs y bodas. Es abrumador para mí poder tener nuevamente esta interacción, que me llena de recuerdos de amor y aprecio hacia ustedes y quienes son«.
También estuvo presente en la cena el élder Matthew S. Holland, Setenta de Autoridad General y ex becario Raoul Wallenberg en la Universidad Hebrea de Jerusalén, quien compartió dos escrituras del Antiguo Testamento (Deuteronomio 6:4–5 y Levítico 19:17–18) que enseñan principios fundamentales sobre el amor a Dios y al prójimo.
El elder Holland compartió:
«Estos son ideales fundamentales que nos motivan a tender puentes y recibir a las personas con toda la hospitalidad, bondad y generosidad posible. Nuestra doctrina se opone a la violencia, el odio y el antisemitismo. Son totalmente contrarios a lo que creemos y valoramos, y esto forma parte de nuestra tradición más profunda».
Después de conocer más sobre los esfuerzos humanitarios de la Iglesia a nivel global, Silberstang comentó que quedó «totalmente impresionada».
Durante la cena, destacó los valores compartidos entre judíos y Santos de los Últimos Días:
«Está claro que compartimos muchos valores basados en la fe que guían nuestra vida y acciones. Algunos ejemplos son: ‘Tzedek’, justicia; ‘Hesed’, bondad amorosa; ‘Kevod habriot’, dignidad humana; ‘Tikkun olam’, reparar el mundo. Espero que podamos profundizar nuestra amistad y encontrar nuevas formas de trabajar juntos para mejorar el mundo«.
Su sentimiento fue compartido por el élder Stevenson:
«Somos hermanos y hermanas con la gran responsabilidad de fomentar la dignidad y la humanidad, entender lo que nos une y apreciar nuestras diferencias».
Fuente: newsroom.churchofjesuschrist.org
