El 18 y 19 de septiembre de 2025, el élder Neil L. Andersen, del Cuórum de los Doce Apóstoles de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, visitó Mongolia junto a su esposa, Kathy.
Durante su estadía, compartió un mensaje que emocionó profundamente a los Santos en el país: “La casa del Señor viene a Mongolia”.
El élder Andersen compartió:
“Recibir un templo aquí en Mongolia es un paso monumental en la Iglesia. Tomará cuatro o cinco años construirlo y verlo abierto, pero es una declaración que dice: Nunca nos iremos de Mongolia. Estaremos aquí cuando regrese el Salvador”.

El anuncio llegó acompañado de la publicación oficial, el 15 de septiembre, del diseño y la ubicación del futuro templo, que se levantará al pie de la montaña sagrada Khan-Uul, cuyo nombre puede interpretarse como “montaña del Señor” o “montaña del rey”.
El propio presidente Russell M. Nelson, al aprobar la compra del terreno, preguntó con sencillez:
“¿Cómo podríamos negar la bendición de tener una casa del Señor al pie de la Montaña del Señor?”.

Actualmente, los miembros de la Iglesia en Mongolia viajan entre 3,200 y 4,900 kilómetros para asistir al templo en Hong Kong o en Bangkok. Para ellos, la noticia fue respuesta a oraciones muy sentidas.
“El gozo que vimos en sus rostros cuando dijimos: ‘Ahora tendrán la casa del Señor aquí mismo, en Ulán Bator’ fue indescriptible”, relató el élder Andersen.
El élder J. Kimo Esplin, presidente del Área Asia Norte, agregó:
“Hubo emoción, grandes sonrisas y lágrimas de gozo cuando los miembros vieron por primera vez las imágenes del templo, las salas interiores y los jardines”.
Encuentros con líderes y comunidades

Durante su visita, el élder Andersen se reunió con el alcalde de Ulán Bator, Khishgeegiin Nyambaatar, quien colaboró en la búsqueda del terreno, y con líderes religiosos y comunitarios. También compartió los planos del templo con su amigo, el venerable Battsengel, monje del Monasterio Gandan.
“Nos regocijamos en lo que compartimos. Su doctrina budista enseña a ser mejores, a usar disciplina, a ser compasivos y dar lo mejor de sí mismos”, expresó.
El élder Esplin subrayó que en Mongolia la libertad religiosa es relativamente reciente, y que el diálogo interreligioso con budistas y musulmanes ha sido clave para construir respeto mutuo.
Un gesto de amor hacia los niños

En el distrito Khan-Uul, Deseret International Charities donó 70 equipos de cocina a 12 jardines de infancia, beneficiando a más de 3,500 niños. En el Kindergarten 71, los pequeños recibieron al élder y la hermana Andersen con cantos y danzas tradicionales.
“Los niños fueron tan talentosos y hermosos. Nos recuerdan todo lo que es bueno, inocente y puro. Fue una de nuestras experiencias favoritas aquí en Ulán Bator”, expresó.
La directora, Erdenechimeg Sangidorj, expresó que el nuevo equipo ayudará a servir comidas nutritivas y aliviar la carga del personal de cocina.

El élder y la hermana Andersen también visitaron a la familia Amarbayasgalan, quienes recientemente viajaron al Templo de Hong Kong para recibir ordenanzas sagradas. Allí compartieron juntos las imágenes del futuro templo en Ulán Bator.
“Fue una experiencia muy cálida. Sentimos un espíritu muy especial en su familia”, dijo el élder Andersen. El padre de familia expresó con emoción:
“Todavía no puedo creer que un apóstol de Jesucristo nos haya visitado en nuestro hogar”.

El apóstol también subió a Monumento a Zaisan, donde en 1993 el élder Neal A. Maxwell pronunció una bendición sobre Mongolia.
“Subí porque quería pensar en estos 32 años desde que él estuvo aquí y en dónde estamos ahora. No debemos perder la majestad de este momento”.
Antes de partir, compartió un mensaje final:
“Necesitamos unirnos con la gente buena, promover siempre el bien sobre el mal y ayudar a los pobres y necesitados. Estoy agradecido por los miembros de esta tierra, pioneros y discípulos de Cristo, que con fe y valentía permanecen fieles. Me voy fortalecido, feliz y con deseos de ser mejor persona”.



