En momentos de crisis, lo primero que muchos hacen es refugiarse en su familia. Las pruebas nos recuerdan lo frágil que puede ser la vida y nos hacen valorar más la compañía de quienes amamos. Sin embargo, para quienes están solteros, esa sensación de soledad puede sentirse más fuerte en medio de la incertidumbre.
En los últimos años, hemos visto tragedias que sacuden a comunidades enteras. Al vivir experiencias así, es natural preguntarnos cómo podemos sobrellevar el dolor y el miedo cuando no tenemos un compañero o compañera a nuestro lado.
La buena noticia es que, aun en esos escenarios, no estamos desamparados. Existen formas muy concretas de hallar paz, compañía y propósito en el camino de la soltería.
Recordar cómo afrontamos las crisis
El 11 de septiembre de 2001, un hermano de la Iglesia relató cómo, al ver en vivo los ataques a las Torres Gemelas, sintió primero rabia y luego un profundo deseo de estar con su familia. En medio de la incertidumbre, lo que más anhelaba era la compañía de su esposa e hijos.
Esa experiencia le recordó que, en tiempos de dolor colectivo, la familia y la fe se convierten en refugio natural. No fue el único que lo vivió así: la historia muestra que, incluso durante la Gran Depresión y la Segunda Guerra Mundial, muchos matrimonios y hogares se fortalecieron en lugar de quebrarse.
Recientemente, hemos sido testigos de momentos dolorosos. Estos hechos nos recuerdan que la violencia y la tragedia pueden golpear incluso en lugares de adoración. Sin embargo, así como los pioneros cantaban “Todo está bien” en medio de pruebas, hoy también buscamos formas de mantener la esperanza y la resiliencia.
Ahora compartimos tres maneras prácticas de enfrentar la soledad y hallar fortaleza en medio de las pruebas.
1. Busca un círculo de apoyo
Una de las maneras más efectivas de afrontar la soledad en tiempos de prueba es rodearnos de personas con las que podamos hablar y sentirnos acompañados. Todos necesitamos al menos un par de amistades con quienes compartir el peso de las dificultades. Durante la pandemia, muchos solteros sufrieron aislamiento, pero quienes se animaron a hacer videollamadas, escribir mensajes o incluso organizar reuniones en línea encontraron alivio y esperanza.
Si no existe un grupo que te conecte, puedes crear uno alrededor de tus intereses como lectura, servicio, caminatas, cocina. Lo importante no es la actividad, sino la oportunidad de construir lazos que fortalezcan tu fe y tu resiliencia.
2. Confía intencionalmente en Dios
Los himnos de la Iglesia y las escrituras están llenos de promesas que pueden sostenernos en tiempos de dolor. El apóstol Pablo enseñó que todas las cosas obran juntamente para bien a los que aman a Dios (Romanos 8:28). Eso incluye también las tragedias y las pruebas que no entendemos en el momento.
Recordar esas promesas nos ayuda a ver un propósito mayor incluso en medio del sufrimiento. El Señor nunca nos abandona, y al confiar en Él podemos descubrir paz en medio del caos.
3. Apoya y conéctate con otros solteros
No olvidemos que hay otros que también pueden estar luchando con la soledad. Muchos anhelan alguien con quien compartir una comida, conversar después de la Iglesia o simplemente saber que alguien piensa en ellos. Extender la mano a otro puede ser la clave para sanar nuestro propio corazón.
Existen grupos de solteros en la Iglesia que buscan exactamente eso: un espacio de amistad y crecimiento mutuo. Si no encuentras uno que te inspire, considera la posibilidad de comenzar el tuyo. Nunca sabes a quién puedes bendecir, o quién puede bendecirte a ti, al crear comunidad.
“Todo está bien”
Aun en medio de persecuciones y pérdidas. Ese mismo mensaje sigue siendo válido para nosotros. Aunque la soledad en tiempos de crisis pueda sentirse más pesada, tenemos un Dios que promete acompañarnos y darnos esperanza.
Ser solteros en medio de tragedias no significa caminar solos. Al buscar apoyo, fortalecer nuestra fe y tender la mano a otros, descubrimos que aún en la prueba es posible repetir con convicción: “Todo está bien”.
Fuente: Meridian Magazine
