En La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, el sellamiento es una de las ordenanzas más sagradas que se realizan en el templo.

A través de ella, las familias pueden estar unidas más allá de la vida terrenal, lo que representa una de las mayores promesas del Evangelio: la posibilidad de permanecer juntos por la eternidad.

Sin embargo, hay aspectos de esta doctrina que a veces generan preguntas, especialmente cuando escuchamos que los hombres pueden ser sellados a más de una mujer, mientras que las mujeres solo pueden estar selladas a un hombre a la vez durante su vida mortal.

Una doctrina eterna que trasciende la vida mortal

Una sala de sellamientos en el Templo de Bahía Blanca, Argentina, de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, donde un hombre y una mujer que se casan se arrodillan ante un altar como este y prometen ser fieles el uno al otro y a Dios. Su matrimonio queda sellado por la eternidad. Los hijos también pueden sellarse a sus padres. Imagen: La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días

El principio del sellamiento eterno no está limitado por las normas o estructuras del mundo, sino que refleja el plan de Dios para Sus hijos en la eternidad.

Cuando un hombre sellado a su esposa enviuda, puede, si decide casarse nuevamente, realizar otro sellamiento sin anular el primero. Esto no significa vivir una relación plural en la tierra, sino una posibilidad eterna que solo el Señor comprende en su plenitud.

En cambio, una mujer que fue sellada a un esposo y desea sellarse a otro, necesita una cancelación o permiso para hacerlo.

Esta diferencia no busca marcar superioridad ni desigualdad, sino que refleja una estructura doctrinal que aún no comprendemos por completo, y que será aclarada plenamente en la vida venidera.

La elección y el albedrío en las relaciones eternas

mano con anillo de compromiso
Creemos que nadie será obligado a permanecer en una unión que no desee. Imagen: Canva

Uno de los principios más hermosos del Evangelio es el albedrío. Es parte esencial de Su plan y una muestra profunda de Su amor. Por eso, nada de lo que se realice en los templos forzará una relación en la eternidad.

Creemos que nadie será obligado a permanecer en una unión que no desee, y que cada persona podrá elegir, con total libertad, a quién estará sellada eternamente.

Esta enseñanza nos recuerda que el amor y la obediencia al Evangelio siempre respetan la libertad individual, incluso en las promesas más sagradas. Así, los vínculos eternos no se sostienen por deber, sino por amor, fe y deseo de permanecer juntos ante Dios.

Monogamia en la vida mortal

pareja feliz
Imagen: Canva

Aunque la posibilidad de múltiples sellamientos pueda parecer confusa, la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días enseña con claridad que vivimos la ley de monogamia.

El Señor ha establecido que la relación matrimonial y la intimidad física deben existir solo entre un hombre y una mujer legalmente casados. Esta es la norma divina que guía a Su pueblo en la actualidad.

En tiempos pasados, bajo circunstancias específicas y por mandamiento del Señor, se practicó el matrimonio plural, pero esa práctica fue suspendida por revelación y ya no forma parte de la ley vigente de la Iglesia.

Hoy, el matrimonio plural está estrictamente prohibido, y quienes lo intentan o lo promueven se apartan de las enseñanzas del Evangelio y enfrentan consecuencias espirituales y disciplinarias serias.

Esta enseñanza también nos recuerda que el matrimonio eterno no se trata de cantidad, sino de santidad. Lo que el Señor espera es que cada relación se fundamente en la fidelidad, el respeto y el amor puro, porque esos son los atributos que permiten que una unión sea realmente eterna ante Dios.

Una visión eterna que aún no comprendemos del todo

pareja de abuelitos
El templo nos recuerda que el Señor no hace acepción de personas, y que todas las relaciones justas y rectas serán honradas según Su voluntad. Imagen: Canva

Las escrituras nos enseñan:

“Mis pensamientos no son vuestros pensamientos” – Isaías 55:8.

Del mismo modo, los detalles sobre cómo serán las relaciones eternas no nos han sido revelados completamente. Incluso líderes como el presidente Dallin H. Oaks han reconocido que hay aspectos de las uniones eternas que aún no comprendemos, y que debemos confiar en la sabiduría y justicia perfectas del Señor.

Al final, el principio del sellamiento no se trata de cantidad, sino de unidad y eternidadEl templo nos recuerda que el Señor no hace acepción de personas, y que todas las relaciones justas y rectas serán honradas según Su voluntad.

Mientras seguimos aprendiendo y confiando en Sus designios, podemos tener la seguridad de que Dios es justo, amoroso y perfecto en Su manera de unir a Sus hijos para siempre.

Fuente: Ask Gramps 

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