Hay un momento en la noche de Año Nuevo justo cuando el reloj marca las 12 en el que todos nos decimos: Este año será diferente. Pero luego llegamos a marzo con la incomodidad de que el año nuevo no cambió nada.

¿Te ha pasado? En caso de que sí, puede que te canses de seguir creando listas de año nuevo que sabes que no se cumplirán. Pero ¿y si este es el año en el que elijas metas que realmente te transformen?

Si te has rendido, aquí hay tres tipos de metas que sí puedes cumplir y que te devolverán la confianza en las listas de Año Nuevo con propósito.

Primera meta: Acércate a Dios cada día

hombre orando
Este nuevo año es es una oportunidad para quitarte el peso de las heridas que cargas. Imagen: Canva

Muchos piensan que acercarse a Dios requiere “perfección” pero el Salvador jamás enseñó eso, en cambio, Él enseñó simplemente:

“Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar.”

Esta es la primera meta que no debes dejar de considerar. Hay muchas maneras para acercarse a Cristo, tal vez este año nuevo puedas:

  • Ser más consciente en tu estudio de las Escrituras.
  • Orar con más intención.
  • Dedicar un tiempo constante para adorar en el templo.

Sea lo que te propongas, asegúrate de que este sea el año en el que procures venir a Cristo. Al hacerlo, Él te extiende una promesa especial:

“Si los hombres vienen a mí, les mostraré su debilidad… [y] haré que las cosas débiles sean fuertes para ellos.”

Segunda meta: Sana algo que has pospuesto

Este nuevo año es es una oportunidad para quitarte el peso de las heridas que cargas. Imagen: Canva

Todos cargamos con una culpa o herida del pasado. Esas dudas o miedos que nadie ve pero tú sí, se sienten como una mochila de rocas.

Pero este nuevo año es una oportunidad para quitarte ese peso. Jesucristo declaró:

“Y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres.”

Esa libertad se puede encontrar luego de soltar lo que no te permite crecer. Aunque no puedas superar todo por completo, seguirás avanzando con la ayuda de Dios. Eso también es liberador.

Puedes sanar al proponerte: 

  • Buscar apoyo emocional.
  • Reconciliarte con quien tengas algo pendiente. 
  • Evitar las mentiras y reemplazarlas por la verdad.

Este puede ser el año en que tu corazón por fin se sane.

Tercera meta: Haz algo que te llene de propósito

hombre mirando al cielo
Este año, fíjate como meta encuentrar y vivir tu propósito. Imagen: Canva

Todos tenemos un gran propósito de vida que cumplir. El enemigo también lo sabe y es por eso que nos distrae para frustrar ese propósito que llevamos dentro.

En una devocional para jóvenes adultos en enero de 2015, el hermano Randall L. Ridd, Segundo Consejero de la Presidencia General de Hombres Jóvenes en ese entonces, compartió un sabio consejo:

“La mejor manera de evitar las distracciones es que nuestro enfoque esté firmemente centrado en nuestro propósito.”

Este es el momento perfecto para dejar atrás esas distracciones y al fin cumplir tu propósito. Pero ¿y si aún no sé cuál es? Entonces haz algo para descubrirlo: trabaja en algo que te apasiona, estudia algo nuevo, medita en tus habilidades, inicia un proyecto de servicio, etc. Hallar un propósito de vida es un proceso de autodescubrimiento y acción, no algo que llega de golpe.

Si incluyes estas tres metas en tu listado de Año Nuevo, te acercarás más a Dios y así tu año cambiará porque tú cambiarás.

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