James Ellsworth y su esposa
Mormón del FBI
A principios de febrero de 1940, el agente Mormón del FBI James Ellsworth salió de su casa en Huntington Park, California, preparado para un día normal de trabajo. En su lugar, se encontró con un hombre que tenía un mensaje de John Edgar Hoover, Director del FBI en Washington, DC, dándole instrucciones para tomar el próximo avión como sea posible a la ciudad de Nueva York.
“Le pedí a Dick que me dijera de se trataba el caso y me dijo que el señor Hoover no lo dijo”. En su diario personal, Ellsworth escribió; “Le pregunté cuánto tiempo me debo preparar para estar fuera y él dijo que no tenía idea”.
Ellsworth inmediatamente regresó a su casa, empacó una maleta para un viaje de dos semanas, recogió su boleto de avión y se fue a Nueva York.
“Cuando llegué en el aeropuerto a la ciudad de Nueva York, me encontré con dos agentes que conocía”, continuó el diario de Ellsworth; ” Me metieron en un automóvil y me llevaron a la ciudad de Nueva York. Durante el trayecto tomaron mi pistola, mi placa, mis credenciales de identificación y todas las tarjetas de identificaciones. Me dieron un nuevo conjunto de tarjetas de identificación y un nombre ficticio y me dieron un poco de información del caso en el que estaría trabajando”.
Fue ese día que Ellsworth conoció a William G. Sebold de origen alemán, el primer agente doble en la historia del FBI, así Ellsworth tomó parte en la guerra contra la Alemania nazi. Ellsworth, que había servido en una misión para La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días en Alemania, además había servido en la ciudad donde nació Sebold, pasaría 16 meses con Sebold como su adiestrador en un caso que eventualmente conduciría a la detención de 33 espías en lo que sigue siendo el caso de espionaje más grande en la historia estadounidense.
Esta era la manera en que el hijo de James Ellsworth; Tom, recuerda de como su padre comienza su narración del caso de Sebold, una historia sobre un caso y un agente doble que no se recuerda mucho hoy en día, actualmente relatado en el último libro de Peter Duffy; “Agente doble: El Primer Héroe de la Segunda Guerra Mundial y cómo el FBI desbarató y destruyó un Anillo del Espías Nazis”.
“Sabíamos de su experiencia, pero no teníamos el fondo”, dijo Tom Ellsworth en una entrevista telefónica. “Toda la parte de la forma en que la nación se sentía respecto de la guerra, la situación del FBI en ese momento. …Así que teníamos su punto de vista, pero que no teníamos el cuadro completo, que Peter Duffy tan bien expuso”.
Mientras Duffy expone la historia apasionante y compleja de los eventos que ocurrieron en los Estados Unidos y Alemania en la década de 1940, eran los diarios de James Ellsworth que le dieron una cronología clara de acontecimientos dentro del caso de Sebold.
El caso fue muy difícil de escribir en una narrativa coherente, dijo Duffy, porque era muy largo y complejo. Duffy dijo que tenía que aprender todo acerca de los 33 que fueron condenados, realmente con el fin de escribir las cosas importantes.
“Jim Ellsworth era leal y honorable y dedicado al caso, y lo podemos ver al mirar el hecho de que no comenzó a escribir el diario hasta que las detenciones se hubieran hecho”, dijo Duffy. “Escribirlo durante el caso… podría haber entrado en las manos incorrectas o arriesgar el caso de diversas formas. Posteriormente, regresó a su diario. Fue, probablemente, el período más largo en el que no había mantenido un diario de su vida. Ellsworth es una figura única”.
Para la familia Ellsworth, los diarios y las cartas entre sus padres en torno al caso, se mantuvo en la historia de la familia, aunque alguna vez lo pensaron, pero nunca llegaron a publicarlo. Uno de los motivos principales era la cantidad de investigación e información necesaria que haga justicia a la historia.
“Cuando Peter llamó, sabía que lo diría correctamente”, dijo Tom Ellsworth. “No podría ser del modo que lo podríamos haber dicho, no tendrá los aspectos espirituales que podríamos haber sentido, pero sin embargo, se relataría con más precisión… le confié el material”.
Mientras que los aspectos espirituales de la historia puedan no haber tenido un lugar en el libro de Duffy, ellos definían a los Ellsworths.
“Mi papá estuvo en el FBI durante 20 años. Estuvo en algunas situaciones muy aterradoras donde estaba en el peligro y nunca tuvo que sacar su arma”, dijo Tom Ellsworth. “Siempre sintió que estaba protegido. Ahora, mi madre no lo siente así, pero aquellos eran los tiempos cuando me enseñó cómo rezar”.
Tom Ellsworth dijo que hubo muchas veces cuando su padre no volvió a casa cuando se suponía que llegaría o cuando su madre llamaba a la oficina y descubría que había salido en una misión. “Ella tenía una fe increíble”, dijo Tom de su madre. “Me decía que vaya a mi armario a orar por la seguridad de mi padre. Y así lo hacía. Y por supuesto, siempre llego a casa bien.”
Aunque las experiencias espirituales no encajan en el libro, Duffy incluye la dedicación de James Ellsworth a su fe muchas veces.
“(Ellsworth) mantuvo un diario toda su vida. Sus diarios son un artefacto histórico importante, particularmente su experiencia mormona”, dijo Duffy de Ellsworth, quien más tarde sería llamado por el Presidente Harold B. Lee como Presidente de Misión en Alemania. “Él estaba profundamente conectado con su fe mormona y lo escribió en sus diarios, que abarca gran parte del siglo XX”.
“Agente doble” da a los lectores una cautivadora mirada a un casi olvidado, pero importante parte de la historia. “Creo que el interés de esta historia es que ocurrió en 1941, que es un período cuando la guerra estaba ocurriendo en Europa pero Estados Unidos todavía no estaba involucrado,” dijo Duffy. “Este caso demuestra que era un doble agente y un equipo de agentes del FBI que fueron de las pocas personas que realmente estaban peleando la segunda guerra mundial. Los primeros estadounidenses que participaron en la II guerra mundial eran estos individuos”.
Escrito por Hikari Loftus