Con frecuencia, en mi campo de terapia de salud mental, los padres me preguntan, “¿Cómo les enseño a mis hijos sobre las relaciones sexuales y la moralidad?”, a lo que respondo, “No lo hagas.” Usualmente, me miran desconcertados. Respondo rápidamente: “Les enseñas sobre la sexualidad saludable, que es la moralidad.”
Durante demasiado tiempo, especialmente en nuestra cultura basada en la fe, ha existido la tradición de hablar y sermonear a nuestros jóvenes sobre la moralidad con el deseo de evitar que se involucren en las relaciones sexuales prematuras fuera de los lazos del matrimonio, mientras insinuamos que las relaciones sexuales son malas, sucias, incorrectas y algo que uno no debe hacer.
Esas enseñanzas han ocasionado que muchas novias e, incluso, algunos novios huyan aterrorizados de su luna de miel. Esta forma de enseñar la moralidad también ha creado dificultades en las relaciones matrimoniales, ya que las mujeres, con más frecuencia que los hombres, tienden a internalizar las lecciones de moralidad y, luego, luchan en el dormitorio matrimonial para sentirse cómodas con su propia sexualidad y deseos sexuales saludables.
Esa tendencia se puede cambiar y los dormitorios matrimoniales pueden ser más agradables y atractivos tanto para los hombres como para las mujeres si, en lugar de intentar enseñar la moralidad, nosotros, como padres y líderes les enseñamos a nuestros jóvenes la sexualidad saludable.
A través de la enseñanza de la sexualidad saludable, los jóvenes pueden aprender sobre la importancia de por qué deben esperar a participar en las relaciones sexuales dentro de los lazos del matrimonio.
Hablar con los niños y los jóvenes sobre la sexualidad saludable
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Enseñar sobre la sexualidad saludable significa que nos enfocamos en ayudar a los jóvenes a comprender lo hermosa y maravillosa que es la sexualidad de cada persona.
Les enseñamos a los niños de la Primaria lo maravillosos que son sus cuerpos y que está bien hablar sobre cómo se sienten tanto emocional como físicamente con respecto a sus cuerpos. Conversamos sobre protegerse de tocamientos indebidos y, al mismo tiempo, les explicamos las razones y los propósitos de la sexualidad y la identidad sexual.
Dicha comunicación, cuando se ofrece de manera amorosa e informativa, abre la puerta para que los niños se sientan cómodos al hablar con sus padres sobre temas relacionados con la sexualidad que verán en la escuela, en la computadora y con los amigos. Esto permite que tanto los padres como los niños se centren en un desarrollo sexual saludable, sin vergüenza.
Les enseñamos a nuestras mujeres jóvenes que pueden celebrar el hecho de ser mujeres que desean, necesitan y sienten deseos sexuales de manera diferente a los hombres. Les enseñamos a nuestros hombres jóvenes a celebrar el hecho de ser hombres, con el entendimiento de que los hombres y las mujeres que están casados pueden aprender a disfrutar de sus diferencias sexuales. Entonces, las parejas casadas pueden crear experiencias emocionantes y hermosas que permitirán que tanto el hombre como la mujer se sientan plenos al crear el deseo de compartir dichas experiencias solo con la persona con la que están casados.
La importancia de hablar con los jóvenes sobre la sexualidad saludable
Cuando los padres y los líderes hablan con sus jóvenes sobre la sexualidad saludable, se abre la puerta para discutir temas como, por qué uno debería esperar a participar en las relaciones sexuales dentro de los lazos del matrimonio; por qué las relaciones sexuales son una parte importante de un matrimonio saludable; cómo las relaciones sexuales saludables fortalecen y completan un matrimonio; por qué involucrarse en las relaciones sexuales antes del matrimonio puede afectar las relaciones sexuales matrimoniales futuras y crear daños emocionales cuando las personas involucradas en dichas relaciones sexuales no se encuentran en un nivel de madurez y compromiso para hacerlo; por qué la sexualidad es un don tan sagrado del Padre Celestial con el propósito de unión y placer cuando el tiempo es correcto.
Esa sexualidad no es tabú ni es incorrecta, pero conlleva una gran responsabilidad, que debe ser protegida y explorada dentro de las relaciones matrimoniales.
La sexualidad saludable dentro de los lazos del matrimonio
Tanto las madres como los padres necesitan hablar con sus hijos sobre la belleza de la sexualidad saludable.
Con frecuencia, justo antes del matrimonio, el padre hablará con el hijo que está por casarse, y la madre hablará con la hija que está por casarse. Recomiendo que ambos padres se tomen el tiempo para hablar con el hijo o la hija sobre el matrimonio. Por ejemplo, la madre puede ayudar a su hijo que está pronto a casarse a comprender que el cuerpo femenino es diferente al cuerpo masculino y que una mujer necesita una estimulación física diferente. La madre puede ayudar a su hijo a saber que las mujeres, por lo general, desean una conexión emocional antes de alcanzar el deseo de un contacto físico sexual.
Por otro lado, un padre puede explicar al hijo que está por casarse cuál debería ser su papel en el dormitorio matrimonial. El padre puede explicarle a su hijo que debe proteger a su nueva esposa, respetarla y nunca forzarla a hacer nada en el dormitorio matrimonial con lo que no se sienta cómoda. Un padre puede explicarle a su hija que puede esperar que su esposo la proteja y que en ningún momento debe ser forzada a hacer nada con lo que se sienta incómoda.
De manera similar, un padre le puede explicar a su hija lo que la sexualidad saludable significa para un hombre. El padre puede enseñar que parte de la manera en que un esposo se relaciona con su esposa es a través de las relaciones físicas. Por otro lado, una madre puede explicarle a su hija que de hecho ella es una persona sexual y que la sexualidad saludable es tan importante para ella como lo es para su futuro esposo. Una madre puede enfatizar que está bien tener sentimientos sexuales, desear la exploración sexual y aprender juntos lo que tanto el esposo como la esposa disfruta sexualmente en el dormitorio matrimonial.
Los padres pueden explicar que juntos, con respeto mutuo, una novia y un novio pueden disfrutar de este don maravilloso y hermoso reservado para un hombre y una mujer que están casados y desean ser uno.
La sexualidad y la Expiación de Jesucristo
La enseñanza de la sexualidad saludable naturalmente necesita entrelazarse con la hermosa bendición de la Expiación de Jesucristo. Es importante que los jóvenes sepan que la hermosa y maravillosa Expiación de Jesucristo les otorga el privilegio de un perdón total en el área de las transgresiones sexuales y el pecado sexual.
Cuando los jóvenes comprenden y aceptan esta verdad, que pueden y son perdonados por las relaciones sexuales fuera de los lazos del matrimonio a través de la Expiación de Jesucristo. Entonces, se elimina la vergüenza, lo que les permite a los jóvenes sentir un verdadero remordimiento por sus acciones mientras se involucran en los pasos importantes del proceso de arrepentimiento.
Como padres y líderes, podemos ayudar a los jóvenes a comprender que el proceso del completo arrepentimiento y el perdón es un viaje hermoso, purificador y reconfortante que los acercará a su Salvador Jesucristo. Es Él quien les ofrece, a través de Su Expiación, el amor, la aceptación y la eliminación de la vergüenza, al mismo tiempo que permite la responsabilidad a través del amor y el proceso de arrepentimiento personal.
Enseñar la sexualidad saludable significa enseñar a nuestros hijos lo maravilloso que es el don de la sexualidad en nuestras vidas. Debemos enseñar desde una edad temprana que:
La sexualidad se debe explorar y experimentar en el tiempo correcto con la persona correcta.
No se debe sentir vergüenza de la sexualidad saludable.
La sexualidad es una parte hermosa y natural de la vida. No es un secreto.
La sexualidad saludable está reservada para cuando dicha experiencia sexual se pueda procesar, explorar y disfrutar emocionalmente dentro de los lazos del matrimonio.
La sexualidad es un don de Dios
El Padre Celestial dio a Sus hijos el don de la sexualidad no solo para procrear, sino también para unir a los cónyuges. Además, este don de Dios tiene el propósito de que los cónyuges puedan complacerse y elevarse mutuamente de maneras hermosas y sagradas que deben ser protegidas, alimentadas y respondidas.
Tenemos la oportunidad y la responsabilidad única como padres de enseñar a nuestros hijos los principios correctos de la sexualidad saludable y ayudarlos a prepararse para el día en que experimenten este hermoso don de Dios dentro de los lazos del sagrado matrimonio.
Artículo originalmente escrito por Christy Kane y publicado en ldsliving.com con el título “Why Teaching Morality Isn’t Enough: How to Teach Children Healthy Sexuality.”